una población que ha tenido que vivir juntas entre violencia, miedo y esperanza – Tinta clara
- junio 12, 2025
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Una realidad tan borrosa como la que se ve ligeramente, a través del gas que sale de una estufa con la que los buñuelos son fritos en la
Una realidad tan borrosa como la que se ve ligeramente, a través del gas que sale de una estufa con la que los buñuelos son fritos en la
Una realidad tan borrosa como la que se ve ligeramente, a través del gas que sale de una estufa con la que los buñuelos son fritos en la panadería de la raza 112 con 26J (Barrio Manuela Beltrán), es lo que muchas personas del este de Cali parecen tener.
A solo unos metros de distancia, donde se encuentra el CAI de este vecindario, explotó un artefacto, con tal violencia, que interrumpió por un momento la producción de este popular amasijo, que algunas de las personas que estaban en el lugar tenían el aceite de aceite casi húmedo al tratar de terminar de comerlo.
En Cali y diferentes poblaciones de Valle y Cauca, se presentó una ola violenta. Foto:Juan Pablo Rueda Bustamante
Fue una explosión que interrumpió ese desayuno de desayuno, lleno de propulsión y energía a varios de los que vienen allí con frecuencia, antes de ir a trabajar, estudiar o simplemente llevar a la casa.
«Solo escuché un retumbar bastante fuerte, estaba muy asustado, y luego uno no sabe si correr o arrojarse al suelo, porque no sabe si habrá otra explosión», dijo una de las personas que apenas se dirigían a comprar algo para llevar a casa y que prefería omitir su nombre.
Y es precisamente ese lenguaje que impone este tipo de ataque violento: el miedo a hablar, quejarse, cuestionar públicamente sobre la violencia o, como muchos de los jóvenes en el área dicen, ‘mal conversación’.
El CAI de esta área se encuentra en el medio de un pequeño valle de vivienda, entre pequeñas tiendas y residencias, que, en su mayor parte, sufrieron algún tipo de afectación en sus ventanas y paredes.
Aunque, aparentemente, este establecimiento policial no sufrió ningún daño, los uniformados en Había quedado atónito, mientras que algunas ambulancias que llegaron de inmediato, tomaron al menos cuatro personas.
Uno de los lugares más afectados fue el granero milagroso, que paradójicamente, como su nombre, no se presentaron víctimas fatales, teniendo en cuenta que es un oficio al que muchas personas suelen ir por la mañana, para comenzar a diseñar cuáles serán sus almuerzos.
En Manuela Beltrán, pocas personas quieren hablar sobre el hecho. Foto:Tiempo.
En el lugar había una motocicleta arrojada, semi -trropada con algunos tomates, mangos y otras verduras que se regaron después del impacto, y otras, pisoteados por la desesperación de algunas personas cuando corren.
Al lado de este establecimiento hay un billar, cuyo propietario, agradeció a Dios que estaba dormido, porque abre a las 4 de la tarde. Se registraron algunos impactos de las papas fritas en sus paredes, donde se ubican tradicionalmente sus clientes, que afortunadamente, a las 8:08 a.m., posiblemente estarían saboreando un Buñuelo o un ‘Hubbread’ en la panadería en la esquina.
El área, que estaba acordonada, estaba llena de curiosos, pero solo los agentes de CTI, la policía y los especialistas fueron analizados por recolectar pruebas para aclarar el hecho.
Desde un momento a otro, algunas personas intentaron regresar a sus realidades, mientras que más curiosas decidieron ir a la estación de policía de Mangos, ubicadas a casi 3 kilómetros del Cai de Manuela Beltrán.
En ese lugar, el panorama era más DanteSque: la policía corría de un lugar a otro, algunos en chanclas y pantalones, tratando de controlar el área, mientras que las ambulancias se lesionaron, excepto un hombre que perdió parte de sus extremidades debido al impacto del explosivo.
La situación en el este es tan compleja que muchas personas ya están comenzando a acostumbrarse a vivir entre ataques con explosivos, especialmente aquellos que están cerca de alguna estación de CAI o de policía. Mantienen un equilibrio entre la esperanza y la desesperanza, para no verse tan afectados.
El alcalde Alejandro Eder recibió a los hombres uniformados que reforzarán la seguridad en Cali. Foto:Ayuntamiento
Y es que la situación, como dijo un famoso creador de contenido de East Caleño, que estaba cerca del Cai de Manuela Beltrán: «Maniiiitos, aquí tienes que jugar vivos, arrojar la vivacidad, para que nada extraño no me sorprenda».
A pesar de la compleja situación que se vive en esta área, la chispa, la alegría y el «sabroso» que los caracterizan, no se pierde hacia adelante.
Los ataques en tres puntos de Cali (Cai de Meléndez y Manuela Beltrán, y la estación de mangos), así como la violenta escalada en Cauca, Buenaventura e intimidación con cilindros de bombas abandonados en Jamundí, buscarían enviar un mensaje al gobierno nacional, el poder y el control.
El analista de conflictos y paz, Diego Arias, considera que este tipo de acciones, especialmente en East Caleño, busca demostrar: «El poder, el control y la capacidad de acción, que al mismo tiempo desnudaba la imposibilidad del estado para aplicar una estrategia de seguridad y control territorial realmente efectiva».
«Este tipo de acciones no tienen un impacto significativo en el sentido de un gran poder militar, pero tienen un efecto desestabilizador para la vida cotidiana en lugares críticos. De lo contrario, cuestiona la política de paz total que se ha implementado fuera del margen de tener al mismo tiempo una política de seguridad sólida», agregó Arias.
17 ataques terroristas Shake Valle y Cauca. Foto:
Para el analista, el mensaje de fondo de que quieren enviar grupos armados responsables de los ataques en la región es: «No somos derrotados y por el éxito de la paz total tendrán que contar con nosotros».
Cada vez que ocurre un acto violento, el miedo termina convirtiéndose en el idioma de las víctimas y las personas afectadas por un acto violento.
En el este, por ejemplo, varias personas miraron cualquier bolsa de basura y pensaron que era un explosivo, mientras que otros, reproducidos a mayor escala, Whatspp y redes sociales, en información falsa, como toques de divisas, militarizaciones, cierres escolares.
Una de las información que Algoroto más generó fue una supuesta bomba en un centro comercial, que generó el caos, como en una escuela circundante.
«Le pedimos que haga una pausa, la información que estamos dando es oficial, estamos enviando una declaración cada hora por los canales oficiales para informar sobre lo que está sucediendo en la ciudad. Por favor, responsabilidad con la información que circula en las redes. Solo estamos informando sobre los anales oficiales», preguntó a los ciudadanos, al secretario de seguridad y justicia de Cali, Jairo García.
José Antonio Minota Hurtado
Hora de la casa editorial
Cali
Entra en vigor en la prohibición en los Estados Unidos. Foto: