En la noche del 4 de mayo y principios del 5 de mayo, una intensa tormenta azotó a varios municipios en el área metropolitana del valle de Aburrá, dejando tras de sí un rastro de destrucción. Las fuertes lluvias provocaron diversos incidentes, que se registraron en forma de videos en redes sociales, mostrando la magnitud de los impactos.
A pesar de que las lluvias afectaron varias áreas, el municipio de Itagüí, situado al sur del área metropolitana, fue el más perjudicado. Las calles se convirtieron en ríos, y las comunidades se enfrentaron a severas inundaciones debido al desbordamiento del Creek de Los Olivares, el cual arrastró todo a su paso.
Las imágenes captadas por los residentes son alarmantes: vehículos flotando en el agua, escombros esparcidos y personas intentando desplazarse en un entorno donde el agua les llegaba hasta los tobillos. Estas escenas, que se hicieron virales, reflejan el desespero y la dificultad de numerosos habitantes que se vieron atrapados en esta inusual tormenta.
Ante la situación escalofriante, los organismos de rescate y las autoridades municipales se movilizaron rápidamente hacia las áreas más afectadas de Itagüí para proporcionar asistencia y evaluar los daños. Durante estas labores de socorro, se supo que las torrenciales lluvias derivaron en la herida de una persona, quien fue trasladada a un centro de salud para recibir atención médica. Sin embargo, no todo fue un relato de esperanza; se confirmó también la trágica muerte de un hombre de 30 años, víctima de la corriente.
La magnitud del desastre fue analizada con un censo preliminar realizado por el alcalde de Itagüí. Se determinó que al menos 35 casas en nueve diferentes vecindarios resultaron afectadas. Según el informe presentado por las autoridades, en las áreas de Villa Lía y Carmelo se registraron inundaciones menores, las cuales aunque no causaron heridas, impactaron las viviendas y la infraestructura.
En el sector de La María, tristemente, se reportó un movimiento de masas en la vía de acceso. Un taxi terminó en el Creek de La María, aunque afortunadamente, nadie resultó herido en este incidente. En otras regiones como El Pedregal, el barranco creció, pero también sin heridos; en Terranova, se observó un deslizamiento menor sin consecuencias fatales, similar a lo que se dio en El Ajizal.
De manera alarmante, en El Rosario se verificó un deslizamiento que provocó la pérdida total de una vivienda. En el barrio La Banda, los deslizamientos de tierra afectaron un camino peatonal, generando aún más dificultades en el transporte local. Mientras tanto, en San Javier, los movimientos de tierra bloquearon por completo la calle 62, complicando aún más la recuperación de la zona.
Un incidente adicional ocurrió en La Unión, donde una tubería de gas se rompió, provocando un pequeño incendio que fue rápidamente controlado sin provocar daños significativos. Sin embargo, la situación requería una respuesta urgente, por lo que el alcalde de Itagüí, Jorge Eliécer Echeverry, declaró la calamidad pública en la ciudad, reconociendo la seriedad del problema.
Con esta declaración de emergencia, se busca facilitar la movilización de recursos y esfuerzos en el municipio para mitigar las secuelas de la tormenta. Echeverry destacó la necesidad de abordar la crisis de forma efectiva, a medida que crescente la atención a los efectos. Además, mencionó que la administración colaborará con Empresas Públicas de Medellín (EPM) para restaurar los servicios básicos en los vecindarios que sufrieron daños por las inundaciones.
Por último, el alcalde hizo un llamado a la calma, pidiendo a la ciudadanía paciencia y colaboración mientras las autoridades trabajan para resolver las múltiples emergencias en la ciudad. Es esencial que los residentes sigan las instrucciones de las entidades de ayuda para asegurar su seguridad y bienestar durante este periodo difícil.
Nicolás Tamayo Escalante
Periodista de la nación, en Medellín.