Una tarjeta extranjera, una gorra, algunos vasos y días sueltos de mayo fueron suficientes. Un hombre de 58 años, un residente en Zaragoza, aprovechó el hecho de que una entidad bancaria envió una tarjeta a su casa, que ya no era la del titular, y la usó para hacer varias extracciones de dinero. En total, casi 6,000 euros en efectivo. Pero fue el jefe de la cabeza el que detectó los movimientos y presentó la queja. La policía nacional pronto actúa.
La tarjeta no pertenecía. La cabeza legítima reside en el extranjero y era su hermano, que todavía vive en España, quien detectó las extrañas posiciones en la cuenta y presentó la queja ante la Policía Nacional. Lo que parecía un simple error en el envío resultó en una investigación para la apropiación inadecuada. Según lo explicado por Rubén Nido, portavoz oficial del cuerpo, En un video transmitido por La8 ZaragozaLos agentes comenzaron a seguir el rastro de los reembolsos.
Cinco días, varias extracciones y un disfraz improvisado. Entre los ocho y el 13 de mayo, el hombre hizo varias extracciones a diferentes cajeros automáticos de Zaragoza. Lo hizo cubierto por una tapa y con gafas para obstaculizar su identificación en las cámaras de seguridad. El disfraz no era suficiente. Las imágenes eran clave para los extremos de encuadernación y localizarlo.
Fue arrestado en las inmediaciones de su casa, el mismo lugar donde había recibido la tarjeta días antes. En este momento se sabe que fue llevado a los tribunales y declarado ante la autoridad competente.
Cabe señalar que el sospechoso ya tenía una historia de eventos similares. Ahora ha sido liberado con cargos mientras el proceso continúa su curso. Lo que comenzó con un simple error postal ha terminado, nuevamente, ante un tribunal.
El código penal es claro. Según Europa PressLa legislación actual contempla este tipo de situaciones como delito. Use una tarjeta bancaria en detrimento de su propietario o un tercio puede conducir a un castigo entre seis meses y tres años de prisión.
Lo que sucedió en Zaragoza no es un caso aislado. En Zamora, un vecino de Benavente fue sentenciado después de recibir un extraño de 20 euros por error y no devolverlo, a pesar de haber sido advertido. El Tribunal Provincial confirmó que su negativa también constituía una apropiación indebida. Resultado: rendimiento obligatorio, multa de 180 euros y costos judiciales.
Imágenes | Chiara Daneluzzi | Eduardo Soares | Policía nacional
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