tenía ‘nómina’ del grupo armado – Tinta clara
- junio 15, 2025
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Los vecinos de una vivienda de zona rural del municipio de Trujillo, donde residía una mujer, de 18 años, nunca se imaginaron que ese inmueble sirviera como un
Los vecinos de una vivienda de zona rural del municipio de Trujillo, donde residía una mujer, de 18 años, nunca se imaginaron que ese inmueble sirviera como un arsenal, es decir, un depósito para guardar armas.
No tenía antecedentes, pero…
Las armas y municiones incautadas a la mujer en Trujillo, Valle. Foto:Policia Valle
Tampoco se imaginaban que la joven era presunta colaboradora de uno de los grupos con herencia narcoparamilitar en la región en el norte, en el centro y en el occidente del Valle del Cauca: el ‘clan del Golfo’, que en años pasados era conocido como ‘clan Úsuga’, ‘los Urabeños’, ‘Bloque Héroes de Castaño’, ‘Ejército Gaitanista de Colombia’ o ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’ y que hoy también se conoce como ‘Ejército Gaitanista de Colombia’ (EGC). Surgió, luego de la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia o AUC, entre 2003 y 2006.
Las armas y municiones incautadas a la mujer en Trujillo, Valle. Foto:Policia Valle
En esta casa de la vereda Sonora, en esta localidad del noroccidente vallecaucano, había un fusil calibre 5.56 milímetros con un proveedor y munición para la misma; una escopeta Mossberg, calibre 12 milímetros; 242 cartuchos de diferentes calibres, dos radios de comunicación, así como ‘estatutos’ y documentos alusivos al EGC. Los investigadores también indagan que es probable que la joven hubiera guardado muchas más armas anteriormente.
También había una hoja de cuaderno que contiene la ‘nómina’ de zona del ‘clan del Golfo’ con información detallada sobre cargo y sueldo de sus integrantes. Pero, además, es señalada como una posible facilitadora para reclutamiento de menores, mediante engaños.
Las armas y municiones incautadas a la mujer en Trujillo, Valle. Foto:Policia Valle
Según la Policía Valle, el grupo armado se maneja como una ‘empresa’ del hampa, como lo pudieron verificar uniformados de la Policía Valle, cuando realizaron la captura de la joven en momentos en que dormía.
Lo curioso es que ella no tendría conocimiento en armas. Tampoco tiene antecedentes judiciales, pero, presuntamente, habría permitido que la casa donde vivía sirviera de ‘bodega’.
«En un operativo interinstitucional nuestra Policía Nacional de Colombia con su equipo de investigadores de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín), el grupo de Operaciones Especiales (Goes), adscritos a la Policía Valle, con apoyo del Ejército Nacional y en coordinación de la Fiscalía General de la Nación, logró dar un importante resultado con la captura y judicialización de esta mujer de 18 años de edad», dice el informe de la Policía Valle.
La comandante del departamento de Policía Valle, coronel Sandra Liliana Rodríguez, dijo: «La acción operativa se realizó en la vereda Sonora, zona rural de esta municipalidad, mediante cuatro diligencias de registro y allanamiento a inmuebles utilizados para la comisión de diferentes delitos por parte de esta organización criminal, viviendas que habrían sido abandonadas por campesinos y agricultores de la jurisdicción”. Es decir, que el predio sería una de las casas que en el pasado habrían sido de labriegos.
«Se presume que estas viviendas eran abandonadas por parte de algunos campesinos, debido al temor que sentían por la presencia de este grupo criminal en la zona, siendo utilizadas por cabecillas y demás integrantes de subestructura para coordinar actividades delictivas orientadas a ejercer control territorial en zona rural de los municipios de Trujillo, Riofrío y Bolívar», indicó la oficial.
«La capturada, según informes de inteligencia policial, tendría un rol muy importante dentro de la subestructura, como la de almacenar elementos ilícitos como armamento, material de intendencia, en algunos casos la de guardar el manejo de la nómina de integrantes de zona, así como también, el reclutamiento de menores de edad, citándolos en sitios estratégicos, como la zona rural, aumentando con esto, el control del territorio de la organización», dijeron en la Policía.
En la institución explicaron que el ‘clan de Golfo’ busca fortalecerse en el Valle para confrontar a integrantes del Eln en una disputa por el cañón de Garrapatas, corredor de movilidad estratégico para el transporte de insumos para el procesamiento de estupefacientes, lo que incide en el aumento de homicidios en dichos municipios.
La capturada, armamento, munición y demás elementos incautados, fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación, por el presunto delito de fabricación, porte y tráfico de armas de fuego, accesorios, partes y municiones de uso privativo de las Fuerzas Militares.
Captura de alias Pikus. Foto:Policia Valle
Una temida integrante del ‘clan del Golfo’
Una mujer, con edad entre los 30 y los 40 años, ha sido una de las más temidas en zona rural del norte del Valle del Cauca.
Ella es alias Pikus, que, a diferencia de la anterior capturada, sí sabe de armas y en el ‘clan del Golfo’, grupo criminal al que pertenece, según la Policía Valle, ha buscado, presuntamente, «dinamizar el microtráfico y ejercer control territorial en esta zona. Su actuar delictivo estaría vinculado a delitos conexos, como el homicidio selectivo, lesiones personales, hurto en todas sus modalidades, extorsión al sector comercio y desplazamiento forzado».
Esta mujer, que nació en el norte del Valle del Cauca, ha vivido en el corregimiento de Ricaurte, que pertenece al municipio de Bolívar, región del norte vallecaucano.
Fue allí, a donde llegaron miembros de la Policía Nacional de Colombia, en este año con todas sus capacidades institucionales como el servicio de Policía, la Seccional de Investigación Criminal (Sijín), el Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula) y el Grupo de Operaciones Especiales (Goes), mediante orden de registro y allanamiento.
«Durante el procedimiento fue capturada en flagrancia alias de Pikus», dijo el comandante del distrito de Policía de Roldanillo, mayor Hans Alberto Cardona.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali
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