Strok de calor extremo hacia el Caribe y las fuerzas para cortar clases en el Atlántico
mayo 14, 2025
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El caribe colombiano está atravesando uno de Las ondas de calor más intensas que se han registrado en los últimos años, con sensaciones térmicas alarmantes que han llegado
El caribe colombiano está atravesando uno de Las ondas de calor más intensas que se han registrado en los últimos años, con sensaciones térmicas alarmantes que han llegado a alcanzar hasta 52 °C en ciudades como Barranquilla y Cartagena. Esta situación ha generado una gran preocupación entre la población, forzando a los padres y profesores de diversas instituciones educativas del Atlántico a implementar medidas excepcionales para salvaguardar la salud y el bienestar de los estudiantes y maestros.
El fenómeno climático en cuestión, que combina temperaturas de aire que rondan hasta los 34 °C con elevadas tasas de humedad, ha tenido un impacto negativo notable en los niños y jóvenes que asisten a las instituciones educativas del Atlántico. Se han reportado numerosos casos de incomodidad y agotamiento entre los estudiantes debido a las extremas condiciones climáticas.
Previo a esta emergencia, varias escuelas han decidido adoptar medidas como la reducción de su horario escolar, permitiendo que las clases terminen hasta media hora antes de lo habitual. Otras instituciones han autorizado a los padres a enviar a sus hijos con ropa cómoda y ligera, con el fin de mitigar los efectos adversos del calor extremo que están enfrentando.
La situación se torna aún más crítica en aquellas instituciones donde la infraestructura es deficiente. Marinelda Salas, Secretario de la Asociación de Educadores del Atlántico, hizo un llamado a la atención pública al señalar que «muchas de nuestras instituciones educativas carecen de espacios adecuados para lidiar con esta ola de calor. Existen escuelas con aulas pequeñas, escasa ventilación e insuficiente iluminación; en algunos casos, incluso falta el suministro de ventiladores», expresó en una declaración a los medios de comunicación.
Los niños también sufren con la ola de calor. Foto: Vanexa Romero/ El TIempo
Algunas instituciones educativas del área han intentado recolectar fondos para instalar sistemas de aire acondicionado, sin embargo, la falta de suministro eléctrico en varios municipios del Atlántico ha limitado drásticamente la efectividad de estas soluciones. «No es muy útil si los cortes de luz son frecuentes», añadió Salas.
En otras escuelas, a pesar de que el horario no se ha reducido, las clases se llevan a cabo bajo la sombra o en espacios abiertos, con el objetivo de aliviar el efecto negativo que tienen las altas temperaturas en los estudiantes. La Asociación de Educadores ha anunciado que planea presentar una propuesta a las autoridades civiles del Atlántico para la creación de un fondo que se utilice para el monitoreo y mantenimiento de las instituciones educativas, enfatizando la importancia de asegurar condiciones adecuadas y seguras para toda la comunidad escolar.
«Nos gustaría establecer un fondo que vaya encaminado al monitoreo y mantenimiento de las instituciones, porque frecuentemente vemos que se construyen megacolegios, pero no hay recursos para su mantenimiento. La inversión inicial pierde su sentido si no hay un plan a largo plazo para su cuidado», comentó Salas.
Un fenómeno climático sin precedentes
Los estudiantes deben recibir clases al aire libre debido a altas temperaturas. Foto: Suministrado
Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) las sensaciones térmicas que se han estado registrando se deben a un sistema de alta presión ubicado en la zona de convergencia intertropical (ZCIT). Este fenómeno ha limitado la formación de nubes y lluvias, provocando una mayor exposición directa al sol y, por consiguiente, temperaturas más elevadas.
El meteorólogo del IDEAM, Rodney Povea, explicó que «la sensación térmica no se refiere solamente a la temperatura medida, sino a la forma en que nuestro cuerpo reacciona al calor cuando se combina con la humedad. Esa es la sensación térmica y ha sido brutal estos días».
El calor y el sol golpearon a los Barranquilleros. Foto: Vanexa Romero/ El TIempo
Las autoridades de salud han lanzado alertas sobre el riesgo de deshidratación, golpes de calor y complicaciones para las personas más vulnerables, como niños, ancianos y quienes padecen enfermedades crónicas. Se recomienda a la población mantenerse bien hidratada, evitar la exposición al sol durante las horas de mayor radiación y usar ropa ligera de colores claros.
Pronóstico: Alivio gradual en el horizonte
A pesar de que el inicio de la semana ha estado marcado por cielos despejados y calor persistente, los meteorólogos advierten que se prevé un cambio gradual a partir del miércoles 14 de mayo. El Centro de Investigación Oceanográfica e Hidrográfica del Caribe (CIOH) anticipa que el incremento en la actividad del canal monzónico favorecerá la aparición de nubosidad y lluvias ligeras, lo que podría ayudar a moderar las temperaturas máximas en Barranquilla y el resto del Atlántico.
La ola de calor, que ya ha dejado una huella profunda en la vida cotidiana de la población y en la salud pública, ha llevado a algunos profesores en el Atlántico a buscar adaptar los entornos escolares a los desafíos que plantea el cambio climático y sus efectos cada vez más extremos.
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