La relación entre Estados Unidos y Rusia se presenta como un tema complejo y preocupante. Los intereses de la administración estadounidense, bajo el liderazgo de Joe Biden, parecían estar en un estado de tensión casi irreconciliable con aquellos del gobierno de Vladimir Putin. Sin embargo, el potencial regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha introducido un nuevo elemento a esta dinámica. Ahora, Las reglas del juego han cambiado, y es significativo notar que los intereses de Rusia y Estados Unidos, que tradicionalmente han estado en desacuerdo, muestran signos de estar más alineados de lo que han estado en años recientes. Esta situación sugiere que, en el futuro, la administración de Trump podría estar dispuesta a permitir el ingreso de tecnología avanzada, como equipos de litografía, hacia Rusia, lo que podría tener un profundo impacto en la industria tecnológica global.
Aún en el ámbito de la especulación, es importante considerar que estas posibilidades pueden tomar forma dado el contexto actual. En cualquier caso, Rusia ha demostrado tener un plan a largo plazo para fortalecer su industria de semiconductores y disminuir su dependencia de las tecnologías extranjeras, lo cual es una estrategia crítica en el actual entorno geopolítico. En octubre de 2024, el Ministerio de Industria y Comercio de Rusia anunció que destinaría una inversión significativa de 2.540 millones de dólares hasta el año 2030, destinada al desarrollo de su propia maquinaria de fotolitografía. Este esfuerzo está orientado a reducir su dependencia de potencias extranjeras y representa una inversión considerable dentro de la economía rusa, con la meta intermedia de producir chips de 28 nm.
Rusia dice que ya estás haciendo chips con su primer equipo de litografía Uve
En 2026, Rusia debería tener un prototipo de equipos UVE capaces de fabricar chips de 130 nm
Lo que resulta verdaderamente relevante en este contexto es que Rusia parece haber alcanzado el nivel tecnológico necesario para ajustar sus máquinas de fotolitografía. Esto proporciona una base importante para que los ingenieros y científicos rusos perfeccionen gradualmente su tecnología y avancen hacia la producción de circuitos integrados más avanzados. Según los planes establecidos por el gobierno ruso, para el año 2026, el país debería contar con un prototipo de equipo de litografía UVE que tenga la habilidad de fabricar chips de 130 nm. Además, se espera que, para 2028, cuenten con máquinas semejantes que puedan producir circuitos integrados de solo 7 nm, lo que resaltaría un avance tecnológico notable.
No obstante, es crucial no pasar por alto que esta hoja de ruta no incluye fechas concretas sobre cuándo Rusia conseguirá la capacidad de producir estos circuitos integrados a gran escala. Esta será la verdadera marca de éxito. Un reportaje de ComNews, basado en declaraciones de Konstantin Trushkin, subdirector de desarrollo de la Compañía de Diseño de CPU MCST, indica que Rusia aspira a contar con plantas que puedan producir circuitos integrados a gran escala de 28 nm entre 2028 y 2030. Este objetivo es ambicioso, pero es probable que para ese momento empresas como TSMC, Intel y Samsung ya logren fabricar circuitos en escalas masivas de hasta 1 nm.
Más información | ComNews
En | China necesita desarrollar un nuevo tipo de chips inmunes para las sanciones de los Estados Unidos. Y sus científicos lo han logrado.