Un deslizamiento de tierra causado por el desbordamiento de La Negra Quebrada barrió al menos 50 casas en la media vereda, área montañosa ubicada entre Medellín y Bello (Antioquia). La tragedia, que ocurrió después de más de 36 horas de fuertes lluvias, deja 11 muertos, 15 desaparecidos y más de 80 personas afectadas, como lo confirma el alcalde de Bello, Lorena González, en su último informe. Por riesgo de nuevos deslizamientos de tierra, aproximadamente 1,000 personas fueron evacuadas.
El Director del Departamento Administrativo de Gestión de Riesgos de Desastres de Antioquia (Dagran), Carlos Ríos Puerta, reiteró que el riesgo en el área es inminente y que las tareas de búsqueda y atención deben llevarse a cabo con todas las precauciones posibles.
«El riesgo persiste. Es muy importante que hayamos alertado a toda la comunidad y que acordonemos el área para operar de manera eficiente. La prioridad sigue siendo salvar vidas», dijo el funcionario, quien explicó que las familias están angustiadas por conocer el progreso del trabajo operativo y es por eso que podrían poner en peligro sus vidas.
Desde que se han desplegado la maquinaria y tripulaciones amarillas del Gobierno de Antioquia que trabajan en la tierra, además del apoyo logístico de las empresas públicas de Medellín con Tinkers para satisfacer las necesidades básicas. En los refugios, más de 1.300 personas evacuadas reciben alimentos y ayudas humanitarias.
«Tenemos información preliminar: todavía faltan 15 personas y 11 han muerto. Esta cifra puede variar, ya que continuamos en la fase de emergencia», agregó el director de Dagran.
El funcionario enfatizó que se han registrado nuevos movimientos de masa, lo que obliga a fortalecer la evacuación. «Las familias que aún permanecen en el sector deben irse. No pueden estar allí, el riesgo es inminente. La vida es sobre todo», dijo. Además, ha trabajado con la inspección policial, el ICBF y las estaciones de policía para garantizar la salida segura de aquellos que todavía están en una zona de riesgo.
Paralelamente, el Dagran también cumple emergencias en otras subregiones del departamento, como el Bajo Cauca, el noreste, el este y el suroeste. «Tenemos todas nuestras habilidades activas. Esta transición a la estación seca no significa que dejará de llover, por lo que mantenemos las alertas», advirtió.
Finalmente, se refirió con fuerza a los efectos de la extracción ilícita en municipios como el bagre. «La minería ilegal está destruyendo el medio ambiente la subregión de la cauca de bajo. Eso genera efectos directos en las comunidades, incluso cuando los jarillones están construidos para mitigar el riesgo, estos grupos los destruyen, causando inundaciones», denunció.
La llamada de la gobernación es clara: continuar colaborando con las autoridades, para asistir a las llamadas a la evacuación y unir esfuerzos para proteger la vida de la antioquia.