Este martes 22 de abril marcó un día importante en el ámbito legal, ya que se reanudó la audiencia contra el ex alcalde de Medellín, Daniel Quintero. Este proceso judicial está en curso debido a las acusaciones que enfrentan a Quintero por presuntos delitos de prevaricato y peculación, relacionados con la administración de la Aguas Vivas. Las alegaciones sugieren que sus decisiones durante su tiempo en el cargo beneficiaron a terceros de manera irregular.

La Corte de Garantías de Medellín tomó el protagonismo en esta audiencia, haciendo la imputación de cargos, a pesar de la controversia que ha rodeado el caso, especialmente por el papel del ex presidente en el desarrollo de los acontecimientos.

En redes sociales, el momento de la imputación recibió una avalancha de críticas y comentarios por parte de ciudadanos y medios, centrándose en el hecho de que Quintero, junto a otros diez involucrados en el caso, no aceptó los cargos imputados. Específicamente, estas reacciones fueron las que generaron un amplio debate sobre la transparencia y la ética en la gestión pública.

Silencio en el Micrófono

Uno de los momentos más significativos de la audiencia se produjo cuando Quintero intentó tomar la palabra para expresar una supuesta violación a sus derechos durante el proceso judicial. La situación escaló cuando el juez, al no considerar pertinente su solicitud, le indicó que ya había tenido la oportunidad de hablar el día anterior.

Quintero, sin embargo, persistió en su deseo de defenderse y presentar su posición, lo que llevó al juez a tomar la decisión de suspender el micrófono del ex alcalde. «Por favor, el micrófono del ciudadano está en silencio», dijo el juez, ante la visible frustración de Quintero.

Regaños Precisos

No es la primera vez que Daniel Quintero se enfrenta a problemas de conducta durante estas audiencias. En el día anterior, el juez también tuvo que llamarlo la atención en múltiples ocasiones. Un momento particular fue cuando se hizo una solicitud para que el fiscal pudiera ausentarse brevemente para ir al baño. Quintero, al darse cuenta de la situación, comentó: «Creo que ella va al baño es para explicar.»

Este tipo de intervención provocó la reacción del juez, quien respondió que ya había tenido que «regañar» a Quintero varias veces por sus intervenciones inapropiadas. El juez, visiblemente frustrado, le recalcó que su comportamiento estaba fuera de lugar y que la manera en que planteaba sus preguntas y comentarios era irrespetuosa.

Quintero intentó disculparse, argumentando que pensaba que el micrófono estaba apagado, pero el juez le advirtió que su comportamiento era “desafiante”. Además, hizo hincapié en que Quintero no seguía las órdenes del poder judicial, indicando que “habla cuando quiere” y que la forma de proceder en la sala de audiencias requiere respeto y orden.

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