Mark Carney y Trump se verán cara a cara el martes en Washington –
mayo 3, 2025
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El primer ministro canadiense Mark Carney ha confirmado su asistencia a una reunión crucial programada para el martes 13, donde se encontrará cara a cara con el presidente
El primer ministro canadiense Mark Carney ha confirmado su asistencia a una reunión crucial programada para el martes 13, donde se encontrará cara a cara con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca. Este encuentro representa el primer diálogo personal entre ambos líderes, en un contexto marcado por tensiones comerciales y disputas sobre la soberanía de Canadá. Tanto Carney como Trump tendrán la oportunidad de mirarse a los ojos en la capital estadounidense, en un momento que podría definir el futuro de las relaciones entre sus respectivos países.
Mark Carney, quien subió al poder tras una victoria electoral sorprendente de los liberales, ha manifestado un compromiso firme de defender los intereses de Canadá y de renegociar las condiciones de la relación con su vecino del sur. «Nos enfrentamos a negociaciones complejas, pero vamos con una posición firme. Nuestro objetivo es lograr el mejor acuerdo posible para los canadienses», afirmó el líder liberal. Carney deja claro que su enfoque será uno de determinación y proactividad.
La reunión se lleva a cabo en un momento delicado para ambos países, especialmente porque Trump ha insinuado en varias ocasiones la posibilidad de anexar Canadá como «Estado 51», una propuesta que ha sido rechazada sin ambigüedades por Ottawa. Esta situación pone presión adicional sobre Carney, quien debe navegar en un entorno diplomático tenso.
El final de una era: Carney pone distancia con los Estados Unidos; Mark Carney y Trump mirarán cara a cara el martes en Washington
Durante su discurso de victoria, Carney comunicó que la histórica relación con los Estados Unidos «ha terminado». Para el nuevo primer ministro, Canadá necesita redefinir su dirección económica y geopolítica en un mundo que se fragmenta cada vez más. «Ya superamos la traición de los Estados Unidos, pero no olvidaremos sus lecciones», enfatizó, subrayando la necesidad de un nuevo rumbo para la nación canadiense.
El tono de Carney ha sido directo y sin rodeos frente a las amenazas de Trump. En una reciente charla telefónica, ambos líderes acordaron mantener un diálogo «constructivo», aunque sin expectativas de resultados inmediatos. Este encuentro a nivel oficial pretende establecer una nueva arquitectura comercial y de seguridad que beneficie a ambas naciones.
El profesor Robert Bothwell, un reconocido experto en relaciones internacionales, criticó la reunión al declarar: «No hay nada que negociar con Trump. Su palabra no tiene peso. Canadá podría estar perdiendo». Estas palabras reflejan una preocupación creciente entre analistas sobre el potencial de la reunión.
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El rey Carlos III visitará Canadá y reafirmará la soberanía nacional
Como parte de un esfuerzo estratégico para fortalecer la identidad y la autonomía nacional, Carney ha anunciado que el rey Carlos III visitará Canadá el 27 de mayo para leer el discurso del trono ante el parlamento canadiense. Este evento será un acto simbólico de gran significancia, ya que es raro que se produzcan visitas de esta índole desde 1977.
El rey Carlos III visitará Canadá, su presencia apoyará a Canadá. Mark Carney y Trump mirarán cara a cara el martes en Washington.
«La presencia de Su Majestad subraya nuestra soberanía», reiteró Carney, en respuesta a los constantes comentarios de Trump que sugieren la posibilidad de que Canadá se convierta en un estado estadounidense. Esta visita tiene el objetivo de enviar un mensaje contundente: Canadá es una nación independiente con profundas raíces en la Commonwealth, y no en Washington.
Un momento clave en la política estadounidense
La reunión entre Mark Carney y Donald Trump podría representar un punto de inflexión en las relaciones entre Canadá y Estados Unidos. Aunque ambos líderes han manifestado su disposición al diálogo, las diferencias ideológicas y estratégicas profundas podrían convertir este encuentro en una batalla diplomática de considerable magnitud. La atención se centra en lo que se logrará, o no se logrará, el próximo martes en la Casa Blanca.