Atlético Nacional está en una posición complicada; a pesar de las dificultades y de los resultados desfavorables recientes en la liga y en la Copa Libertadores, el equipo está decidido a buscar un lugar entre los ocho clasificados. En este contexto, el regreso de Marino Hnestroza para el clásico presenta un desafío que aún no está claro dentro de la ‘verlaga’ interna del club.

(Lea aquí: AtléTico Nacional recibe pasto con cinco bajas médicas)

La situación ha llevado a Javier Gandolffi y su cuerpo técnico a tener que trabajar intensamente para encontrar un sustituto adecuado para Marino Hnestroza, quien sufrió una lesión imprevista durante el encuentro contra el Deportivo Cali. Es importante destacar que, a pesar del contratiempo de Hnestroza en un partido que tuvo lugar en Estados Unidos y que pertenece a la MLS, el entrenador argentino ha decidido no convocar a Faber Gil para este encuentro. Esta decisión ha generado preguntas sobre la estrategia del equipo y sobre cómo abordar las próximas etapas del torneo.

En el partido contra el ‘Sugarman’, que correspondió a la fecha 15, Hnestroza inició como titular y se mostró comprometido en el juego; sin embargo, tuvo que abandonar el campo en los últimos minutos debido a un golpe recibido. Tras una revisión médica, se comprobó que el jugador tenía un hematoma en el talón izquierdo, lo que condujo a su exclusión de la lista de convocados para el siguiente partido contra Deportivo Pasto. Esta ausencia se ha sentido, ya que Hnestroza es un jugador clave en la alineación del equipo.

Sin embargo, la administración del club ha proporcionado una actualización positiva, afirmando que Hnestroza se unirá a las prácticas grupales comenzando el martes 29 de abril. Esta noticia ha traído esperanza a los hinchas, sugiriendo que el delantero podría estar disponible para participar en el clásico frente al Independiente Medellín el próximo domingo 4 de mayo, un encuentro que promete ser crucial tanto para el club como para la afición.

(Lea aquí: Atlético Nacional le dio a Javier Gandolfi un ultimátum: «No hay paciencia»)