Un angustiante llamado resuena de Colombia: las familias de los ciudadanos colombianos detenidos en Venezuela levantaron su voz desesperadamente, exigiendo la liberación de sus seres queridos. En un informe emocional publicado por El País, los familiares niegan rotundamente las acusaciones que pesan sobre ellos, particularmente aquellas que los indican como mercenarios y claman por una intervención urgente de las autoridades.

La incertidumbre y el miedo marcan la vida día a día de estas familias, que enfrentan un panorama complejo y doloroso. Argumentan que muchos de los detenidos son trabajadores, migrantes o individuos que estaban en Venezuela para varias circunstancias personales, lejos de cualquier actividad ilegal o desestabilización.

«No son mercenarios, son nuestros hijos, esposos, hermanos», es el clamor unificado que se recopila en el artículo, donde las dificultades para obtener información clara sobre la situación legal de los detenidos, las condiciones de reclusión y la falta de debido proceso en muchos casos están expuestas.

Las familias piden al gobierno colombiano y a las organizaciones internacionales que no los olviden e intensifiquen los esfuerzos diplomáticos y humanitarios para revisar cada caso y garantizar el respeto por los derechos humanos de estos colombianos. La esperanza de una reunión y el anhelo de la justicia son el motor de su incansable lucha.

Para conocer en profundidad los testimonios y la difícil situación que enfrentan estas familias, lo invitamos a leer el informe completo en el país:

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