La ONU ha convocado una sesión ordinaria del Consejo de Seguridad después de que se confirmó un sabotaje a la planta nuclear de Natanz, en Irán, uno de los centros clave de su programa atómico. Según la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), el ataque causó la interrupción de las centrifugadoras y una pequeña fuga de material radiactivo, aunque las autoridades iraníes dicen que no hubo víctimas o daños ambientales a gran escala. El gobierno de Teherán acusa a Israel de sabotaje y advierte que «la respuesta será proporcional y contundente».

Este nuevo incidente eleva las tensiones en el Medio Oriente y pone en riesgo las negociaciones nucleares con las potencias occidentales. Estados Unidos y la Unión Europea han pedido moderación a las partes, aunque dentro del Consejo de Seguridad hay divisiones profundas sobre cómo proceder. Los analistas temen una escalada militar entre Irán e Israel, que tendría repercusiones globales, especialmente en el suministro de energía. La cumbre de emergencia se llevará a cabo hoy en Nueva York con la participación de los países principales involucrados.

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