La megaobra subterránea con la que Barranquilla canaliza una de las corrientes más temibles de la ciudad
mayo 7, 2025
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Durante varias décadas, Las corrientes han representado uno de los mayores riesgos para la vida e infraestructura en Barranquilla. Estos flujos, que se desarrollan rápidamente durante intensas lluvias,
Durante varias décadas, Las corrientes han representado uno de los mayores riesgos para la vida e infraestructura en Barranquilla.
Estos flujos, que se desarrollan rápidamente durante intensas lluvias, han provocado innumerables emergencias, pérdidas de vidas y daños materiales, creando un estigma sobre esta ciudad costera. Barranquilla ha enfrentado estos desafíos de manera recurrente, afectando a sus ciudadanos y la infraestructura crítica.
En el año 2008, se inició un plan ambicioso para canalizar las corrientes peligrosas en la ciudad. Se han ejecutado proyectos de canalización en lugares clave como El hospital, Carrera 65, La felicidad, calles 91 y 92, Carrera 21, calles 75 y 76, 79 Street, Street 84 y Maria.
Actualmente, uno de los puntos críticos es la corriente de 85 Street, situada en el norte de la ciudad, la cual ha sembrado el miedo entre los ciudadanos de Barranquilla por décadas. Esta corriente ha sido identificada como una de las más temidas y, según las evaluaciones recientes, su existencia parece estar llegando a su fin.
Esto fue lo que resaltó Alcalde Alejandro Char durante una reciente visita de monitoreo al importante proyecto de canalización que se lleva a cabo en la intersección de Carrera 47 con 85th Street, que se extenderá hasta la carrera 52 con 84th Street.
Tecnología de recorte en canalización
En este sector, que abarca 1,360 metros lineales, se está aplicando, por primera vez en la ciudad, una Tecnología de excavación innovadora sin trincheras a través del sistema Tunnelador (Tubería de cabeceo). Este sistema permite realizar la instalación de tuberías grandes de manera subterránea sin necesidad de abrir completamente la carretera, lo que reduce considerablemente su impacto en el tráfico y la movilidad urbana.
Canalización de la corriente que atraviesa 85 calle entre las carreras 47 y 52. Foto:Kronos- Guillo González
«Este esfuerzo de canalización se llevará a cabo con la máxima celeridad para mejorar la movilidad y proteger vidas en la ciudad», afirmó Char.
El proyecto incluirá una megaestructura compuesta por dos tuberías de 2.20 metros de diámetro, hechas de fibra de vidrio tipo GRP, un material que destaca por su alta resistencia y durabilidad. Además, se crearán fregaderos estratégicamente ubicados para facilitar la captación de agua de escorrentía. Esto garantizará una recogida y conducción eficientes del flujo hacia el sistema de drenaje, tanto en las conexiones principales como secundarias.
Intervenciones similares ya han demostrado su efectividad en Barranquilla, como se evidenció en un tramo de la canalización de la corriente de la calle 91, lo que permitió llevar a cabo trabajos sin interrumpir severamente el tráfico de vehículos y peatones.
Un cambio integral para el sector
Según explicó un funcionario del distrito a El Tiempo, esta obra no solo representa una solución hidráulica, sino que también implica un cambio integral en la infraestructura vial de esta zona comercial, que es muy concurrida en la ciudad.
El área alberga centros de salud, clínicas, laboratorios, hoteles, consultorios médicos y especialistas, así como numerosas tiendas y restaurantes. Todo esto destaca su importancia como un núcleo vital para la economía local.
Las obras se cumplen en medio de la temporada de lluvias. Foto:Kronos-Guillo González
El proyecto en 85 Street contempla la posibilidad de ampliar de dos a tres carriles vehiculares, así como la creación de plataformas peatonales inclusivas, áreas verdes adecuadas y estacionamientos longitudinales, todo ello acompañado de una renovación urbana que busca revitalizar el sector.
«Estamos conscientes de que estas labores pueden generar inconvenientes temporales en la movilidad. Sin embargo, estamos trabajando de manera rápida y con responsabilidad técnica. Pedimos disculpas a los ciudadanos por cualquier tránsito complicado, pero este proyecto tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de todos», expresó el alcalde Char.
El costo total de la inversión asciende a $117 mil millones, fondos provenientes del impuesto de los barranquilleros. Este financiamiento, cubierto con recursos propios, evidencia un compromiso genuino con la disciplina fiscal y el desarrollo sostenible de la ciudad.
Más que canalizar: modernización de los servicios públicos
Este proyecto integral también incluye obras complementarias cruciales para modernizar las redes de servicios públicos en la localidad:
Subsuelo de la red de telecomunicaciones y baja tensión eléctrica.
Reubicación de la red de media tensión eléctrica.
Transferencia y reemplazo de redes de acueducto y alcantarillado, tanto colectores como a nivel domiciliario.
Nueva instalación de luminarias y paisajismo urbano.
Estas iniciativas permitirán una gestión más ordenada y segura, acorde a las necesidades de una ciudad que busca adaptarse al cambio climático y responder al crecimiento urbano.
Beneficios para habitantes, comercio y movilidad
Este impacto positivo se hará sentir especialmente entre los residentes, usuarios y comerciantes que buscan acceder a los servicios en este sector. Además, beneficiará a cientos de trabajadores de la zona, quienes durante años se han enfrentado a la amenaza de las corrientes que causan accidentes, pérdidas de carreteras y colapsos durante la temporada de lluvias.
El alcalde Alejandro Char supervisa el progreso del trabajo. Foto:Ayuntamiento
Con esta nueva canalización subterránea, no solo se eliminarán los peligros existentes, sino que también la movilidad y la conectividad entre el norte y el centro de Barranquilla se verán enormemente beneficiadas, siendo estos ejes comerciales y residenciales cruciales para el desarrollo urbano.
A pesar de los avances en la canalización de las corrientes más peligrosas, la ciudad aún enfrenta la emergente aparición de nuevas fuentes de riesgo, en parte debido a una mala planificación urbana y a la insuficiencia de los sistemas de drenaje pluvial, tal como se detalla en los estudios hidráulicos de las universidades locales.
La impermeabilización de suelos y el crecimiento urbano han contribuido a que, después de cada temporada de lluvias, surjan nuevas corrientes en áreas previamente consideradas seguras, lo que sigue siendo un desafío para lograr una Barranquilla completamente libre de este peligro.
Por el momento, el proyecto de 85 Street se suma a las múltiples canalizaciones realizadas en los últimos años, que han permitido a la ciudad deshacerse de gran parte de las corrientes históricas que afectan a la ciudad durante cada aguacero.
«El 85 tiene los días contados. Este será un trabajo que recordaremos como un punto de inflexión para el desarrollo urbano de Barranquilla», concluyó Char.
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Periodista Leonardo Herrera Delgans: [email protected] y en x:@leoher70