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La IA se está quedando sin poder en este mundo. Por eso Nvidia ha apostado por servidores en el espacio – Tinta clara

  • octubre 23, 2025
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El apetito energético de los centros de datos no es nada nuevo. Elon Musk predice una escasez de transformadores en dos años. Sam Altman cree que necesitaremos una

La IA se está quedando sin poder en este mundo. Por eso Nvidia ha apostado por servidores en el espacio

 – Tinta clara

El apetito energético de los centros de datos no es nada nuevo. Elon Musk predice una escasez de transformadores en dos años. Sam Altman cree que necesitaremos una revolución energética, como la fusión nuclear, para mantener el ritmo. El planeta no estaba preparado para tanta demanda energética. Y es por eso que Nvidia está financiando una posible solución: implementar los servidores fuera de la Tierra.

No es ciencia ficción. Es el modelo de negocio de varias startups que proponen construir los próximos centros de hiperdatos en la órbita terrestre e incluso en la Luna. La idea, que hasta hace poco parecía descabellada, está ganando terreno impulsada principalmente por dos factores: la demanda insaciable de IA y los lanzamientos de bajo costo que promete Starship.

Una de las empresas que lidera esta idea es Starcloud, respaldada por el programa NVIDIA Inception. Y lo dice tan en serio que planea lanzar su primer satélite, la nube estelar-1en noviembre. A bordo llevará la primera GPU para centros de datos lanzada al espacio: una NVIDIA H100.

Lo difícil vendrá después. Starcloud-1 es una unidad de prueba del tamaño de un refrigerador pequeño, pero el objetivo de la compañía es construir un monstruoso centro de datos orbital de cinco gigavatios. Sumando los paneles solares y el enorme radiador mediría cuatro kilómetros de ancho. Su objetivo es el entrenamiento de grandes modelos de IA en órbita.

¿Por qué en el espacio? Como se detalla en un extenso documento técnicoLos modelos futuros como GPT-6 o ​​Llama 5 podrían requerir clústeres de varios gigavatios, algo «simplemente imposible con la infraestructura energética actual» en la Tierra. En el espacio no existe tal limitación.

Es más. Según los cálculos de Starcloud, los costes energéticos de los servidores son 10 veces menores en el espacio que en la Tierra. La propuesta de valor de los centros de datos espaciales se basa precisamente en dos pilares que suponen un problema en la Tierra: la energía y la refrigeración.

Energía solar 24 horas al día, 7 días a la semana. En la Tierra, la energía solar es intermitente. Dependen del ciclo día/noche, del clima y de la atmósfera, que atenúa la radiación. En el espacio las cosas cambian. Al colocar sus centros de datos en una órbita de «amanecer-atardecer» sincrónica con el sol, Los satélites siguen la línea que divide el día y la noche en la Tierra.

Con los paneles iluminados por el sol casi continuamente, el sistema aumenta su capacidad a más del 95%. “Energía renovable casi ilimitada y de bajo coste”, en palabras de Starcloud.

¿Y la refrigeración? ¿Cómo disiparían todo ese calor? Los centros de datos terrestres consumen millones de litros de agua dulce para enfriarse. No hay agua en el espacio, pero tienen algo mucho mejor: un disipador infinito a -270°C.

El plan es no ventilar los servidores. El calor generado por las GPU (como la H100) se gestionará dentro de módulos sellados mediante refrigeración líquida (directa al chip o inmersión), como los sistemas de alto rendimiento en la Tierra. La diferencia es que este líquido caliente no va a una torre de evaporación, sino que es bombeado a unos gigantescos paneles radiadores.

Estos paneles simplemente irradian el calor residual al vacío del espacio en forma de radiación infrarroja. El libro blanco de Starcloud detalla los cálculos utilizando la ley de Stefan-Boltzmann, estimando que un radiador a 20°C puede disipar limpiamente más de 630 vatios por metro cuadrado. Sin utilizar una sola gota de agua.

No todo lo que brilla en el espacio es oro. El pilar que sustenta todo este concepto es el lanzamiento de cohetes reutilizables de alta capacidad, como el Starship de SpaceX. Cálculos de nubes estelares se basan en un costo a largo plazo de $30 por kilo puesto en órbita. Pero Starship no está listo y ciertamente está lejos de alcanzar su plena y rápida capacidad de reutilización. Si ese costo no se materializa, la viabilidad económica del sistema colapsa.

El otro gran problema es la radiación. Las GPU comerciales no están diseñadas para el espacio. La radiación cósmica y las erupciones solares pueden quemar los dispositivos electrónicos. La solución es el blindaje, que añade peso y, por tanto, coste de lanzamiento. Sin mencionar que el mantenimiento no es posible con la tecnología actual.

Imagen | nube de estrellas

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