Las ganancias poco realistas, los productos controvertidos y los modelos basados en adquisiciones se despertaron en redes sociales y foros especializados.
En el mundo digital actual, las quejas sobre diferentes plataformas se han vuelto cada vez más comunes. En particular, las redes sociales como Reddit, TikTok y Twitter han visto un aumento significativo en las quejas relacionadas con Jigu. Esta plataforma se presenta como un servicio enfocado en la atención médica, el bienestar y los viajes, pero una serie de testimonios y análisis indican que podría estar operando como un régimen ponzi o piramidal, lo que plantea serias preocupaciones sobre su integridad y prácticas.
El modelo de negocio de Jifu se basa en el marketing multinivel (MLM), un enfoque que, aunque legalmente ambiguo en muchos países, ha levantado banderas rojas en este contexto específico. Los usuarios han reportado que sus ingresos no provienen de la venta de productos sino de la captación de nuevos miembros, un rasgo característico de los esquemas piramidales. Uno de los testimonios en Reddit menciona: «Por cada producto que vendes, la verdadera ganancia proviene de lo que obtienes de aquellos que tienes debajo de ti». Este usuario afirma haber perdido más de $2,000 tras convencer a un amigo de unirse a la plataforma.
Además, Jifu promete retornos diarios entre 1 y 2%, algo que los expertos consideran totalmente insostenible. Este tipo de promesas de riqueza rápida son típicas de las estructuras donde los miembros más antiguos son compensados con el dinero de los nuevos reclutas y no por el rendimiento de un negocio legítimo.
Muchos usuarios también han cuestionado la calidad del producto y el valor real ofrecidos por la compañía. Existen señalamientos de que los precios de los productos y servicios de Jifu están inflados, lo que hace que en muchos casos la oferta parezca más un engaño que una verdadera solución de valor. Esto parece más un intento de mantener el flujo financiero necesario para la operación del modelo que una genuina venta de productos útiles.
Otra crítica importante que merece ser destacada es la falta de transparencia. Aunque Jifu publica los términos y condiciones en su sitio web, la falta de claridad sobre cómo se generan realmente los ingresos es inquietante, especialmente para quienes prometen comisiones a través de programas de afiliados. A menudo, las condiciones para retirar fondos o recibir comisiones cambian repentinamente, lo que refuerza la desconfianza entre los nuevos miembros.
Aunque las plataformas de análisis en tecnología pueden calificar los sitios de JIFU como seguros en términos de navegación, esto no valida ni el modelo de negocio ni la ética detrás de él, lo que lleva a cuestionar su legitimidad a fondo.
En un entorno donde cada vez más personas buscan fuentes de ingreso alternativas, el caso de Jifu pone en relieve la urgente necesidad de regulaciones más estrictas y educación financiera. Sin la supervisión adecuada de las autoridades competentes, se corre el riesgo de que modelos de negocio como este se asemejen a fraudes financieros que han ocurrido en el pasado.
Con el objetivo de salvaguardar a nuestros lectores frente a posibles fraudes, continuaremos investigando este fenómeno.