invertir como nunca antes, recortar como siempre – Tinta clara
- noviembre 17, 2025
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Teléfono comunicará un ERE a los sindicatos a lo largo de hoy lunes que afectará inicialmente a entre 6.000 y 7.000 trabajadores, el 24%-28% de la población activa
Teléfono comunicará un ERE a los sindicatos a lo largo de hoy lunes que afectará inicialmente a entre 6.000 y 7.000 trabajadores, el 24%-28% de la población activa
Teléfono comunicará un ERE a los sindicatos a lo largo de hoy lunes que afectará inicialmente a entre 6.000 y 7.000 trabajadores, el 24%-28% de la población activa en España. La cifra final, tras las negociaciones, podría rondar las 4.000 salidas.
Así, la empresa que en 1997 era un monopolio público con 67.000 empleados quedará en unos 18.000 trabajadores. Una reducción de más del 70% en tres décadas.
¿Por qué es importante?. Este ajuste es la consecuencia lógica de un modelo roto. Las empresas de telecomunicaciones han invertido más que nadie en infraestructura 5G, fibra óptica y redes de próxima generación, pero tienen menos capacidad que nunca para subir los precios.
Telefónica gasta miles de millones en desplegar y actualizar sus redes mientras WhatsApp, Netflix o YouTube captan el valor sin pagar apenas transporte, la vieja queja de las telecomunicaciones que se remonta a los tiempos de Alierta. El resultado es un sector condenado a reducir el personal para equilibrar las cifras.
Entre líneas. El ERE tiene una dimensión política incómoda:
Es decir: el Gobierno es el principal accionista, impulsa el ERE y luego recupera parte del coste. Mientras tanto, el Ministro de Trabajo, Yolanda Díaz critica los ajustes de plantilla en empresas rentables como Amazon. La contradicción es clara.
En cifras. Cada salida del anterior ERE costó 380.000 euros de media. Si se repite la pauta con 4.000-6.000 despidos, el coste oscilará entre los 1.500 y 2.000 millones de euros que cobrará Telefónica en 2025, sumándose a las pérdidas de 1.080 millones por la venta de filiales latinoamericanas. Todo para dejar limpio el balance de 2026 y concentrar el dolor en un solo ejercicio.
Si, perocualquiera. Los sindicatos advierten de que el problema de Telefónica no es la masa salarial sino la deuda (cerca de 30.000 millones) y la infravaloración de la bolsa. Un ERE no reduce la deuda a corto plazo ni reactiva el precio, lo que cayó un 16% tras presentar el plan estratégico. Es más: prejubilar a un trabajador cuesta entre 450.000 y 500.000 euros en el sector de las telecomunicaciones, por lo que los ahorros tardan años en materializarse.
La tendencia de Telefónica no es nueva pero sí implacable:
Este ERE se enmarca en el plan estratégico Transformar y crecer de murtraque incluye recortar el dividendo a la mitad (0,15 euros por acción en 2026), reducir la deuda, generar caja y mantener la puerta abierta a adquisiciones en Europa mediante una posible ampliación de capital. La lógica es clara: empobrecer el presente para preparar un futuro de consolidación sectorial. El mercado, de momento, no lo ha celebrado.
La compañía ha convocado siete ERE diferentes, uno por cada persona jurídica afectada:
El calendario es apretado: 15 días para establecer mesas de negociación tras el aviso de este lunes, luego 30 días para llegar a un acuerdo. El objetivo es firmar antes del 31 de diciembre o, como máximo, en los primeros días de enero de 2026.
Lo novedoso es que por primera vez el ajuste llega al centro corporativo, tradicionalmente blindado. Esto refuerza el mensaje de Murtra al mercado: disciplina total, sin excepciones. También señala la gravedad estructural del problema.
la gran pregunta. ¿Es sostenible un modelo de negocio que invierte en infraestructura crítica pero no captura suficiente valor? Telefónica ha desplegado 5G, fibra simétrica de alta velocidad y redes submarinas intercontinentales. Pero Google, Meta, Netflix y Amazon disfrutan de esa inversión pagando tarifas de interconexión marginales mientras acaparan ingresos por publicidad y suscripciones. Las telecomunicaciones europeas llevan años exigiendo que las grandes empresas tecnológicas contribuyan a financiar la red que explotan. Nada ha cambiado.
Y ahora que. El consenso sindical es total, algo destacable en un ajuste de esta magnitud. Firman UGT, CCOO y Sumados-Fetico El marco social de Telefónica en octubreunificar derechos de toda la plantilla española. Este acuerdo previo facilita ahora la negociación del ERE, pero también demuestra que los sindicatos han aceptado la inevitabilidad del ajuste. Se negociarán las condiciones y los importes, no el principio del recorte.
Murtra y el consejero delegado, Emilio Gayo, han invertido cada uno más de 500.000 euros en acciones de Telefónica tras presentar el plan estratégico, comprando títulos a 3,67-3,69 euros. Un gesto simbólico de confianza que no ha impedido que la acción siga cotizando un 15% por debajo del nivel previo al anuncio del plan. Los directivos apuestan por una recuperación futura. Los inversores, por el momento, no.
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