Las relaciones entre India y Pakistán han vuelto a deteriorarse gravemente tras un ataque armado en la ciudad turística de Pahalgam, situada en la disputada región de Cachemira. Este trágico suceso ha dejado un saldo de 26 personas fallecidas, entre las cuales se encontraban 25 turistas indios y un ciudadano de Nepal. La reacción de Nueva Delhi fue inmediata y directa: acusó a Pakistán de ser responsable del ataque, describiéndolo como un «acto terrorista con vínculos transfronterizos». La tensión entre India y Pakistán ha alcanzado un punto crítico, ahora marcada por el nuevo desencadenante conocido como «El agua».

A raíz de estos acontecimientos, India tomó medidas drásticas al revocar las visas de los ciudadanos paquistaníes, cerrar los pasos fronterizos y suspender un histórico tratado de cooperación sobre el uso de aguas compartidas entre ambos países. Por su parte, Islamabad negó cualquier conexión con el ataque y respondió con medidas igualmente severas: canceló las visas para indios, cerró su espacio aéreo a las aerolíneas de la India y congeló completamente el comercio bilateral.

Este resurgimiento del conflicto reaviva una de las disputas más sensibles y prolongadas en el sur de Asia, territorio que ya ha vivido tres guerras desde 1947, dos de las cuales giraron en torno al control de Cachemira.

Agua, en el centro de una posible guerra; India y Pakistán al borde del conflicto: nuevo desencadenante «El agua»

El punto más crítico de esta escalada se alcanzó cuando Pakistán advirtió que cualquier intento de India de bloquear o desviar el flujo de agua de los ríos compartidos se consideraría un «acto de guerra». Esta grave advertencia hace referencia al Tratado de agua indo, firmado en 1960, que ha sido considerado uno de los acuerdos de cooperación más exitosos entre estas naciones rivales en términos de recursos hídricos.

La declaración de Islamabad ha desatado una ola de alarma internacional. La Organización de las Naciones Unidas ha instado a ambos países a ejercer «la máxima moderación» y a resolver sus diferencias a través de medios pacíficos. La posibilidad de un conflicto a gran escala debido a esta disputa relacionada con el agua podría tener consecuencias catastróficas para millones de personas que habitan a ambos lados de la frontera en el sur de Asia.

Puede estar interesado: Zelenski rechaza la atención Crimea y ralentiza un acuerdo de paz

Cachemira: un conflicto congelado que amenaza con explotar

Cachemira sigue siendo uno de los territorios más disputados a nivel global. Su partición entre India y Pakistán, resultado de un acuerdo mediado por la ONU en 1949, nunca fue aceptada como definitiva por ninguna de las partes involucradas. Más de siete décadas después, este conflicto permanece activo, alimentado por un nacionalismo intenso, movimientos separatistas y graves acusaciones de terrorismo de parte de ambos lados.

El ataque reciente, atribuido a un grupo denominado Resistencia de Cachemira, ha elevado la tensión a niveles que no se habían observado en años. Mientras tanto, ambos países están reforzando sus posiciones tanto diplomáticas como militares, y la comunidad internacional observa con creciente preocupación el deterioro continuo de los canales de diálogo entre las naciones enfrentadas.

36