Los robots han tenido una presencia significativa en la industria automotriz durante varias décadas, realizando tareas como la soldadura, el prensado y el ensamblaje de componentes de manera continua y eficiente. Sin embargo, a lo largo de esos años, muchas de las tareas más delicadas y específicas aún estaban bajo la supervisión y ejecución de trabajadores humanos. Esto, por fortuna, está comenzando a cambiar lentamente. Los robots están evolucionando: han dejado de ser torpes y limitados, y ahora son más hábiles, adaptables y, crucialmente, mucho más económicos de producir. Esta transformación tecnológica abre la puerta a una nueva era en la fabricación de automóviles.
Atlas entra en escena. En esta evolución tecnológica, el protagonismo recae en un robot en particular: Atlas, el humanoide de Boston Dynamics. Este no es un robot ordinario, ya que es un modelo completamente eléctrico, concebido para moverse de manera similar a un humano y trabajar en espacios compartidos con personas.
Atlas es el sucesor de un famoso modelo hidráulico, que anteriormente sorprendió al mundo con sus habilidades acrobáticas. Pero esta vez, el enfoque es diferente: Atlas está diseñado para levantar objetos pesados, instalar componentes y adaptarse dinámicamente a su entorno en tiempo real. Hyundai lo describe como un robot con «inteligencia atlética», lo que implica que integra sensores, algoritmos y una estructura construida para ejecutar tareas complejas que normalmente requerirían un ser humano.
Boston Dynamics ahora forma parte de Hyundai. Este movimiento estratégico es coherente, dado que Boston Dynamics no es un socio cualquiera: se unió al grupo Hyundai en 2021. Desde su integración, Hyundai ha estado incorporando la tecnología de Boston Dynamics en su visión de “progreso para la humanidad”. Esta visión incluye la innovación en vehículos autónomos, en movilidad aérea urbana, en robótica aplicada a la logística y, por supuesto, en nuevas modalidades de fabricación.
La empresa Boston Dynamics ha trabajado durante años en el desarrollo de robots bípedos y cuadrúpedos, enfrentando ahora el reto de implementar sus avances en el ámbito comercial. Si Atlas logra operar eficientemente en esta planta, representará un hito significativo, ya que la meta no es simplemente hacer que los robots sean interesantes a través de videos virales, sino demostrar que pueden ser útiles y productivos a gran escala.
¿Qué tareas estarán a cargo de los robots? Aunque Hyundai no ha revelado todos los detalles sobre las funciones específicas que asumirá Atlas, se han confirmado algunas de ellas. Según el mencionado medio asiático, se encargará de mover objetos pesados, instalar puertas en vehículos y asistir en tareas físicas que requieren tanto fuerza como precisión.
La intención es clara: liberar a los operadores humanos de tareas repetitivas y exigentes. No obstante, eso no implica que Atlas logre ser tan ágil como un operador humano experimentado. Aún no lo es. Al observar videos de la línea de ensamblaje, nos preguntamos si los robots podrán alcanzar el nivel de habilidad que poseen los trabajadores humanos.
Atlas no será el único miembro del equipo en la planta. También se incorporarán robots cuadrúpedos, que son ampliamente conocidos y que también produce Boston Dynamics. Su labor consistirá en monitorear las líneas de producción, inspeccionar los cuerpos de los vehículos y detectar posibles defectos estructurales. Además, coexistirán con sistemas tradicionales de automatización, como robots dedicados a la soldadura, prensas y otra maquinaria pesada.
Un contexto marcado por la Guerra Tarifaria. Esta implementación no ocurre en un vacío; llega en medio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Durante la administración Trump, se establecieron tarifas del 145% en una amplia variedad de productos chinos, y una tarifa base del 10% para la mayoría de los socios comerciales, incluyendo Corea del Sur.
Por esta razón, Hyundai ha decidido hacer una fuerte apuesta en el territorio estadounidense. Han anunciado una inversión significativa de 21,000 millones de dólares en los Estados Unidos en los próximos cuatro años, una estrategia que busca fortalecer su posición en el mercado norteamericano y al mismo tiempo, crear un margen de maniobra ante la incertidumbre geopolítica.
Por supuesto, el hecho de automatizar procesos no necesariamente implica que se contrate a más personal. La expansión de Hyundai va acompañada por un aumento significativo en la robotización. Este cambio abre un interrogante respecto al futuro del empleo: ¿Se necesitarán menos operarios humanos? ¿Surgirán nuevas funciones dentro de las fábricas? Si bien el avance tecnológico es innegable, no garantiza necesariamente la creación de nuevos empleos.
Imágenes | Hyundai
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