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Fans Legiones arrojando dinero a sus ídolos

  • mayo 17, 2025
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Japón atraviesa un periodo de grandes desafíos, y gran parte de esta problemática puede atribuirse a la edad avanzada de su población. La crisis demográfica japonesa se manifiesta

Fans Legiones arrojando dinero a sus ídolos

Japón atraviesa un periodo de grandes desafíos, y gran parte de esta problemática puede atribuirse a la edad avanzada de su población. La crisis demográfica japonesa se manifiesta a través de la escasez de nacimientos, aunada al creciente envejecimiento de sus ciudadanos. La gran incógnita reside en quién asumirá el relevo generacional: los trabajadores jóvenes están cada vez más ausentes y, con ello, la preocupación por el futuro de sectores como la agricultura se intensifica. Esta situación, nada optimista, ha llevado a que su economía se enfoque en un fenómeno conocido como el de los fanáticos.

Este fenómeno, que algunos han denominado como Oshikatsu, es la respuesta cultural más reciente a esta situación demográfica.

Fenómeno de los fanáticos. El término proviene de la combinación de «Oshi«, que significa «favorito», y «katsu», que denota «actividad». Este fenómeno nació en los años 80, coincidiendo con el surgimiento de la cultura de ídolos y el apoyo a equipos deportivos, aunque ha ganado una mayor relevancia recientemente gracias al auge del anime, los videojuegos, las cantantes adolescentes, e incluso los vtubers y artistas virtuales.

La dinámica de este fenómeno radica en que los fanáticos dedican recursos económicos a lo que les apasiona, desde la compra de merchandising hasta la asistencia a conciertos o eventos, la adquisición de anime y videojuegos. Incluso se involucran directamente con sus ídolos a través de comentarios en foros, redes sociales o creando fan art, entre otras actividades.

Oye, esto genera dinero. Este fenómeno no es exclusivo de los jóvenes; personas de todas las edades encuentran en él un pasatiempo, y de hecho, un grupo considerable de adultos, especialmente mujeres, están muy activas en el Oshikatsu. Este segmento demográfico es el que, por tener mayores posibilidades laborales, puede invertir más en sus pasiones. Se estima que para 2024, un 46% de las mujeres en sus 50 apoyarán financieramente a su Oshi.

Esta tendencia ha captado la atención de esferas políticas. Tanto es así, que el Oshikatsu se establece cada vez más como un fenómeno que influye en la economía del entretenimiento y el consumo en Japón. Se estima que la inversión total asciende a 3.500 millones de yenes anuales, equivalente a unos 17,000 millones de euros, y ya hay políticos que consideran el Oshikatsu un potencial motor de crecimiento económico.

Mucho. Este auge ha impactado incluso las políticas laborales, con algunas empresas que ofrecen permisos pagados a sus empleados que participan en actividades relacionadas con el fenómeno. Además, tras la pandemia de Covid-19, la digitalización ha avivado aún más la popularidad del Oshikatsu, gracias a las NFT y el ocio virtual, incluidos los conciertos digitales.

Pero, ¿cuánto gastan los fans en sus Oshis? Un estudio reciente en Japón revela que el gasto promedio de los fanáticos en actividades vinculadas a sus ídolos asciende a aproximadamente 250,000 yenes al año, lo que equivale a cerca de 1,600 euros. Con el anuncio de recientes aumentos salariales, se anticipa que los fanáticos destinen aún más recursos a sus Oshis.

Estamos solos. No obstante, no todo es positivo en el mundo del Oshikatsu. Como se menciona en La conversación, una investigación de 2022 ha demostrado que estas actividades están motivadas por un profundo deseo de conexión, validación y pertenencia a un grupo. Puede que se busque una relación cercana que, aunque aparentemente satisfecha por la amistad, enfrenta un problema mayor: el ritmo acelerado de la vida.

Particularmente, son los hombres jóvenes quienes encabezan esta tendencia, especialmente aquellos con empleos en sectores que les dificultan equilibrar su vida personal y laboral. Esto ha derivado en la falta de tiempo para cultivar amistades, lo que a su vez, ha dado origen a un negocio que ofrece compañía pagada para combatir la soledad.

Alquilar a los humanos por horas. Algunas empresas han comenzado a ver esta necesidad como una oportunidad de negocio, ofreciendo servicios que permiten contratar personas para que sean amigos por un día, involucrando desde paseos en el parque hasta abrazos, sin implicar otras connotaciones. El principal inconveniente es que este tipo de conexiones humanas han sido convertidas en productos de pago.

Más allá de los asuntos comerciales, existen implicaciones económicas más amplias, como aquellas relacionadas con trabajadores que necesitan un segundo empleo para poder sostener su apoyo a sus Oshis.

Lado bueno. Sin embargo, no todo es negativo; formar parte de este fenómeno puede ayudar a las personas a encontrar comunidades en redes sociales, foros o clubes de fans, donde puedan compartir intereses y desarrollar amistades, satisfaciendo así esa necesidad emocional.

En otro sentido, es incierto si el Oshikatsu resultará ser el gran promotor de la economía japonesa, dado que una parte significativa de este fenómeno es la cultura del fanart, que se comparte gratuitamente, así como los encuentros y eventos donde los participantes pueden mostrar su interés común.

Aunque este fenómeno se centra en Japón, es importante señalar que en Occidente no contamos con un término tan gráfico para describir la cultura fanática, aunque observamos ejemplos en clubes de fans, comunidades en redes sociales y el apoyo directo a creadores a través de donaciones en plataformas como YouTube o Twitch.

Adicionalmente, el problema demográfico que enfrenta Japón no es exclusivo de esa nación y se puede observar en diversas partes del mundo.

Imágenes | Dick Thomas Johnson, Ciclohexano233, Danny Choo

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