La economía de los Estados Unidos, reconocida como una de las más robustas del mundo, podría estar comenzando a mostrar signos de contracción. Este cambio se atribuye a lo que se ha denominado la «Guerra Tarifa», una serie de conflictos comerciales iniciados por el presidente Donald Trump. Este último ha dirigido sus esfuerzos principalmente hacia productos provenientes de China, generando incertidumbre en diversos sectores.
La implementación de nuevos aranceles en más de 180 países ha llevado a un aumento del consumo anticipado, tanto por parte de empresas como de hogares, quienes buscan aprovechar los precios actuales antes de que se apliquen las tarifas. Esta situación se produce antes de que la medida que anunció el Presidente entre en vigor.
Según datos oficiales, las importaciones en Estados Unidos han representado el 41.3 por ciento del total mundial, destacando que un 51 por ciento de esto proviene de la compra de bienes. Este aumento ha contribuido significativamente al crecimiento económico del país.
El incremento en la propiedad de bienes ha alcanzado niveles récord, impulsado por compras externas de productos farmacéuticos, equipos y otros bienes de capital, así como vehículos y motores. Sin embargo, esta serie de aumentos también ha tenido efectos negativos.
Uno de los factores que ha influido en el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos es una contracción del 0.3 por ciento que se registró en el primer trimestre de 2025. Este dato es significativo, ya que contrasta con el crecimiento modesto del 0.2 por ciento que muchos analistas habían previsto. Asimismo, esta es la primera reducción en el PIB desde el primer trimestre de 2022, y se aleja del notable crecimiento del 2.4 por ciento observado en el cuarto trimestre de 2024, según los analistas de Corflyombian.
Además, el gasto público ha disminuido un 1.4 por ciento, lo cual podría estar relacionado con la reducción de impuestos propuesta en el programa de recortes gubernamentales. Los expertos señalan también una desaceleración considerable en el gasto privado, que cayó de un 4 por ciento a un 1.8 por ciento.
«Las cifras de importación están influyendo negativamente en el PIB, provocando una caída», advierten analistas de FXPro, un corredor de bolsa internacional con sede en Londres. Señalan que «el crecimiento en las inversiones privadas y el consumo positivo de los consumidores no han sido suficientes para contrarrestar estos factores negativos. «
El temor mundial se centra en cómo esta Guerra Arancelaria afectará a las dos economías más grandes, Estados Unidos y China, lo cual podría precipitar una recesión en el segundo semestre del año.
Figuras
Las importaciones han mostrado un aumento considerable en marzo de 2025, alcanzando un 14 por ciento del total de la balanza comercial, lo que equivale a cerca de $130,650 millones. Este incremento se ha registrado en un contexto de altas tensiones comerciales.
Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, genera repercusiones globales con la imposición de aranceles más altos. Foto: AFP
Durante marzo, aunque las exportaciones estadounidenses aumentaron un 0.2 por ciento, alcanzando un total de $278.5 mil millones, el incremento no fue suficiente para equilibrar el volumen de importaciones, que creció un 4.4 por ciento durante este mes.
«El crecimiento en las importaciones continuaría su tendencia a la baja en el segundo trimestre. Sin embargo, la actividad e confianza del consumidor serán factores que seguirán generando preocupación en el mercado laboral y la confianza del consumidor ha caído a niveles no vistos desde principios de 2020, en un periodo marcado por la incertidumbre», concluyen los analistas de FXPRO.
Además, los analistas apuntan que estas cifras son un indicativo de que hay una expectativa de recesión inminente, pero sugieren que esta podría no ser tan drástica como se pensaba. Reiteran la importancia de adoptar una perspectiva a largo plazo, dado el inusual aumento en las importaciones y la posible caída que podría seguir.
* Con el apoyo de las agencias.