Estos son los desafíos para cerrar la brecha – Tinta clara
- octubre 31, 2025
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El ahorro es la base de la inversión y, por tanto, del desarrollo y del crecimiento económico sostenible. Sin embargo, en Colombia esta relación no está consolidada. Según
El ahorro es la base de la inversión y, por tanto, del desarrollo y del crecimiento económico sostenible. Sin embargo, en Colombia esta relación no está consolidada. Según
 
									El ahorro es la base de la inversión y, por tanto, del desarrollo y del crecimiento económico sostenible. Sin embargo, en Colombia esta relación no está consolidada. Según un análisis reciente del Centro de Estudios Económicos Anif, El ahorro interno ha mantenido una tendencia a la baja en los últimos años, pasando del 16,1 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2019 al 13,8 por ciento en 2024. el nivel más bajo entre las seis principales economías latinoamericanas. En contraste, México, Perú y Chile registraron tasas cercanas al 19 por ciento, mientras que Brasil y Argentina se mantuvieron por encima del 15 por ciento.
Esta debilidad limita la capacidad del país para financiar inversiones productivas, advierte la entidad, que también indica que Las inversiones brutas en capital fijo siguen estando un 10,7 por ciento por debajo del nivel previo a la pandemia, lo que refleja problemas estructurales en la movilización de recursos hacia sectores estratégicos. «La alta informalidad de la fuerza laboral -hoy superior al 55 por ciento, según la Oficina Nacional de Estadísticas (Dane)- limita la capacidad de ahorro agregado y reduce el potencial de crecimiento a largo plazo», advierte el centro de estudios.
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A esto se suma el hecho de que el ahorro interno insuficiente obliga al país a depender del financiamiento externo, lo que aumenta la exposición del país a los shocks internacionales. La evidencia, sostiene Anif, muestra que fortalecer el ahorro nacional, tanto público como privado, es clave para sostener un crecimiento económico más fuerte y menos vulnerable.
Los factores que impiden que el ahorro en Colombia tenga una mejor dinámica son de distintos tipos. A César Ferrari, Supervisor Financiero, la familia es pequeña porque hay alto consumo—representó 76,6 por ciento del PBI en el primer trimestre del año—; en las empresas porque no son competitivas, mientras que en el Gobierno no la hayhay un déficit debido a su situación fiscal.
Para el funcionario, si bien la tasa de ahorro del país (9,9 por ciento del PBI en el primer trimestre de 2025) está lejos de la de 2005 (18,6 por ciento), se está recuperando de la de 2022 (7,7 por ciento), según mencionó durante su presentación en el 36 Simposio de Mercado de Capitales organizado por A-Acaugust.
Datos de la misma Superfinanciera muestran que los saldos en cuentas de ahorro el año pasado, finalizado en agosto, aumentaron sólo 5,06 por ciento, los CDT en 4,95 por ciento, mientras que los fondos en fondos de inversión colectiva (FIC), pensiones obligatorias y voluntarias aumentaron 13,2 por ciento; 13,5 y 19,6 por ciento respectivamente.
El escenario no es del todo pesimista. En medio de dificultades estructurales, la digitalización está transformando la forma en que los colombianos administran sus recursos. Según el Dane, el ahorro bruto de los hogares alcanzó los 38,1 billones de pesos en el segundo trimestre de 2025, un aumento del 11,7 por ciento interanual, gracias en parte a mecanismos digitales que automatizan el ahorro.
De IRIS, una empresa financiera, explica Isabel Palacio, directora comercial de CDT «Las soluciones digitales facilitan a los colombianos ahorrar de forma automática, segura y con un propósito». Ya cuentan con más de 6.300 clientes en esta línea, lo que refleja la creciente adopción de canales online para productos tradicionales.
    foto:CÉSAR MELGAREJO / CEET
En el ámbito empresarial, Antony Gómez Arango, director comercial de la misma empresa, añade que la digitalización también está llegando a las pymes: “Nuestra cuenta empresarial 100% digital permite a más de 3.500 usuarios optimizar su gestión de transacciones y obtener rentabilidad de sus recursos. Estas soluciones son cruciales en un país donde las pequeñas y medianas empresas representan más del 90 por ciento del tejido productivo, pero donde el ahorro empresarial aún está en su infancia.
La revolución del ahorro digital no puede entenderse sin una nueva infraestructura financiera. Para DataCrédito Experian, las billeteras electrónicas y el sistema de pagos interoperable Bre-B del Banco de la República representan un hito en la transformación de la inclusión financiera. Hoy en día, el 55,5 por ciento de los adultos colombianos utilizan billeteras digitales y más de 40 millones poseen un producto de depósito.
«Las billeteras electrónicas y soluciones como Bre-B permiten que más personas ahorren de forma más inmediata», afirma Camilo Garay, líder de consultoría de la firma. Este acceso inicial al sistema financiero es también el punto de partida para construir un historial crediticio y acceder a productos de inversión.
Aunque el interés por las finanzas personales está creciendo, los hábitos de ahorro siguen siendo frágiles. Según Asobancaria, sólo 4 de cada 10 colombianos logran ahorrar de manera consistente.
Bre-B ‘Revolución’ foto:iStock
Desde Colfondos, José Julián Martínez, su administrador de cartera de pensiones voluntarias, señala que «Ahorrar e invertir no significa renunciar a lo que disfrutas, sino tomar decisiones conscientes que construyan un futuro sólido y seguro». El año pasado, las contribuciones voluntarias aumentaron un 22,6 por ciento, lo que refleja un mayor interés en planificar el futuro financiero.
Colfondos enfatiza que el ahorro es sólo el primer paso: consolidar hábitos y trasladar excedentes a instrumentos de inversión permite que el dinero preserve su valor y alcance rentabilidad. La educación financiera, subraya, es crucial para convertir los ahorros en riqueza.
El bajo nivel de ahorro no sólo se explica por los ingresos o la informalidad, sino también por la falta de educación financiera. Para María Clara Hoyos, presidenta de Asomicrofinanzas, «Los ahorros son un componente esencial de la salud financiera, ya que permiten a las personas alcanzar sus sueños, afrontar emergencias y proyectar un futuro más seguro».
La comparación internacional ofrece lecciones útiles. En Alemania, dice Meik Proescher de la Sparkassenstiftung alemana, “El hábito del ahorro se aprende desde la infancia y se celebra cada 31 de octubre en las Cajas de Ahorros.” Esta práctica temprana convierte el ahorro en un valor cultural, no sólo económico.
En Colombia, entidades como RapiCredit están centrando esfuerzos en la educación digital. «La conversación sobre el ahorro es sobre capital y futuro», dice su director general Daniel Materón, quien señala que sólo el 54 por ciento de los adultos tiene un producto de ahorro formal. Fintech promueve la educación financiera como herramienta para romper el ciclo de la deuda y mejorar la resiliencia económica de los hogares.
La educación también implica decisiones cotidianas. Desde Buscalibre, su director Juan José Daza recuerda que «ahorrar es una decisión diaria que abre la puerta a la tranquilidad y a mayores metas». El auge de los pagos digitales y el comercio en línea requiere una mayor disciplina para evitar la fuga de dinero.
La educación financiera es un factor fundamental para inculcar el ahorro desde edades tempranas. foto:Amabilidad
Asimismo, la plataforma GoTrendier advierte de que pese a un ligero repunte del ahorro de los hogares en 2024, todavía está lejos de niveles saludables. Sus expertos recomiendan planificar los gastos, evitar las compras impulsivas y aprovechar la economía circular, como la compra y venta de segunda mano, para liberar recursos.
El diagnóstico es claro: Colombia ahorra poco y esta debilidad limita su crecimiento. Pero las tendencias digitales, la ampliación de la inclusión financiera y una mayor conciencia de planificación abren espacio para el optimismo.
Reducir la brecha del ahorro interno requerirá políticas que estimulen la formalidad, fortalezcan la educación financiera y consoliden mecanismos digitales confiables. La tecnología ha demostrado ser un catalizador, pero el cambio real dependerá de que los hogares y las empresas conviertan el ahorro en un hábito estructural en lugar de una reacción temporal.
Expertos de Bancamía, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, dan algunas recomendaciones para hacer del ahorro un hábito permanente con diferentes productos de ahorro e inversión según cada necesidad: