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El tratamiento más inesperado contra el cáncer es la luz LED y está dando buenos resultados – Tinta clara

  • noviembre 9, 2025
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Actualmente, existen muchos grupos de investigación que tienen un objetivo muy claro: encontrar un tratamiento contra el cáncer que sea eficaz, específico y, sobre todo, seguro. Algo que

El tratamiento más inesperado contra el cáncer es la luz LED y está dando buenos resultados

 – Tinta clara

Actualmente, existen muchos grupos de investigación que tienen un objetivo muy claro: encontrar un tratamiento contra el cáncer que sea eficaz, específico y, sobre todo, seguro. Algo que puede resultar realmente complejo por todo lo que esconde el cáncer detrás, pero la ciencia sigue dándonos buenas noticias. El último proviene de la Universidad de Texas y de la Universidad de Oporto que han desarrollado una técnica basada en nanocopos de óxido de estaño (SnOx) y LED que permite destruir células cancerosas con precisión.

El problema actual. La terapia por excelencia hoy en día en la lucha contra el cáncer es sin duda la quimioterapia y la radioterapia. El primero de ellos tiene numerosos problemas que se han intentado corregir, como la baja especificidad, es decir, ataca tanto a las células cancerosas como a las sanas. Y esto al final produce muchos efectos secundarios que pueden provocar que no continúes con el tratamiento.

Esto hace que el objetivo de la ciencia sea buscar especificidad y que el tratamiento ataque sólo las células cancerosas. Esto es algo que se está intentando conseguir con la inmunoterapia y técnicas como CAR-T, que al final forma parte de una medicina personalizada para cada paciente y que ofrece una selección muy específica del tipo de célula a destruir. Pero la ciencia no se ha detenido aquí.

El descubrimiento. Una de las técnicas que parece prometedora es terapia fototermal (PTT). El concepto en este caso es bastante sencillo de entender: inyectar nanomateriales en un tumor y luego calentarlos con luz. Esto lógicamente provoca un aumento localizado de la temperatura, que destruye selectivamente las células cancerosas que han sido marcadas con anterioridad.

El problema hasta ahora eran los materiales y la luz. Muchas terapias fototérmicas requieren láseres de alta potencia, que son costosos y pueden dañar el tejido circundante. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Texas en Austin y la Universidad de Oporto han encontrado la clave para cambiar las reglas del juego.

Un ingrediente secreto. El equipo ha desarrollado un nuevo agente fototérmico llamado nanocopos que están hechos de óxido de estaño. Al fin y al cabo, son láminas diminutas con un espesor inferior a 20 nanómetros y lo realmente ingenioso es cómo se fabricaron.

Lo realmente ingenioso es cómo los hicieron. Partieron de un material barato y abundante como el disulfuro de estaño, que irónicamente no sirve para la terapia fototérmica. De esta manera, a través de un proceso ‘verde’ y escalable llamado exfoliación electroquímica con oxidación, que sólo utiliza medios acuosos, lograron transformar el disulfuro de estaño inactivo en óxido de estaño que ya estaba listo para combatir el cáncer.

Y llegó la luz. Una vez que este material estuvo disponible solo quedó exponerlo a la irradiación de LEDs de bajo costo que emiten luz infrarroja a 810 nm. En este caso estamos hablando de una radiación que es muy segura y no daña la piel sana como puede ocurrir con la radioterapia, y además es extremadamente barata y accesible para todos (incluso los países en desarrollo).

Resultados. Para comprobar la eficacia, los investigadores han probado células en cultivo. Lo primero que vieron fue que este tratamiento no tenía ningún efecto sobre las células sanas, es decir, no las destruía. Pero lo mejor viene cuando al aplicarlo sobre células cancerosas se obtiene una gran reducción de las diferentes colonias.

En concreto, en el cáncer de piel se produjo una reducción del 92% en la viabilidad de las células tumorales, mientras que en el cáncer colorrectal este porcentaje bajó al 50%, pero aún mantuvo buenos resultados. Y todo gracias a un aumento de temperatura de 37 °C a 50 °C en 30 minutos que mató las células cancerosas.

El futuro. Este estudio no sólo presenta un material más eficiente, sino que valida su uso con fuentes de luz más seguras y económicas. Los propios investigadores señalan el potencial de los sistemas LED para aplicaciones como el tratamiento del cáncer de piel, que en teoría podrían autoadministrarse en casa. Esto supondría una gran ventaja para los pacientes y reduciría la carga sobre los sistemas sanitarios, aunque todavía queda mucha investigación por delante para ver si esta terapia puede ser viable en un rango que seguramente no será inferior a 10 años.

Imágenes | Instituto Nacional del Cáncer Logan Voss

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