En el mes de febrero, el Ministerio de Finanzas realizó una promesa a las compañías que gestionan servicios eléctricos de que antes de que finalizara abril, se destinarían mil millones de pesos para saldar parte de la deuda que el gobierno nacional mantiene en relación a los subsidios de electricidad. Este pago estaba destinado a beneficiar cerca de 40 millones de colombianos que pertenecen a los estratos 1, 2 y 3, permitiendo que recibieran apoyo económico cada mes.
Sin embargo, han transcurrido tres meses y el Ministerio de Finanzas no ha cumplido con todos los pagos acordados. En este momento, se está considerando una segunda alternativa para abordar esta deuda, pero se estima que no será suficiente.
Además, se había planificado un plan de pago que incluía una transferencia inicial de 200,000 millones de pesos en enero y otros 350,000 millones de pesos a finales de febrero.
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El Ministerio también prometió que en marzo se reactivarían los pagos a las empresas por un total de 250,000 millones de pesos y que en abril se sumaría una cifra adicional de 200,000 millones de pesos. En teoría, esto permitiría completar el pago de la millonaria deuda acumulada.
No obstante, a pesar de las promesas, las compañías que suministran electricidad en el país informaron que entre el 1 y el 28 de febrero de 2025 solamente se han convertido 412.3 mil millones de pesos en efectivo.
«Lamentablemente, las obligaciones que se habían acordado en febrero no se han cumplido, contribuyendo con mil millones de pesos entre enero y abril. Los recursos no han alcanzado los niveles requeridos», declaró José Camilo Manzur, director ejecutivo de Asocilisti.
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Taxímetro de la deuda para subsidios
A pesar de que el gobierno nacional no ha reembolsado estos recursos, cada compañía continúa otorgando mensualmente subsidios a los usuarios, los cuales cubren hasta un 60 por ciento del consumo eléctrico.
Esto implica que la deuda continúa creciendo en aproximadamente 300,000 millones de pesos cada mes, y hacia finales de abril, la suma total que el gobierno estatal deberá sería de unos 3,100 millones de pesos, según los cálculos de los presupuestos de los Arsods.
«Los subsidios ya se otorgan a los usuarios, no a las empresas. Las empresas requieren que el gobierno nacional reembolse ese dinero. Existe un riesgo financiero que podría convertirse en un riesgo sistémico a lo largo de toda la cadena del sector», afirmó Natalia Gutiérrez, presidenta de Acolgén.
No obstante, esta no es la única carga que enfrentan estas compañías. También hay una deuda pendiente de 3 mil millones de pesos por balances tarifarios, mientras que las entidades oficiales adeudan 1.200 millones de pesos debido a falta de pagos por servicios.
Se han sumado 300,000 millones de pesos a la deuda debido a saldos que han dejado de cobrarse cuando los precios de la bolsa de energía eran elevados. Así, la deuda total a las empresas para finales de abril ascendería a 7.6 mil millones de pesos.
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De esta carga multimillonaria, el 54 por ciento (aproximadamente 4,1 mil millones de pesos) corresponde al grupo EPM, y dentro de ese porcentaje, el 35 por ciento (1.400 millones de pesos) es únicamente de Afinia.
Según John Mayoa, gerente general del EPM, esta deuda coloca a Afinia en una situación financiera considerablemente complicada, al punto de que «es necesario que nos sentemos con los generadores para encontrar alternativas que nos permitan seguir pagando» por la energía indispensable para atender a sus clientes.
«Si los generadores no pueden seguir proporcionando energía debido a impagos, se podría dejar a la región del Caribe sin suministro energético. Esta situación podría provocar un efecto dominó», advierte.
No obstante, Afinia no es la única empresa que enfrenta serios problemas financieros. De acuerdo con el director ejecutivo de Arsodis, muchas empresas han agotado su capacidad financiera y se ven obligadas a recurrir a acuerdos de pago con proveedores y productores de energía.
De hecho, algunas pequeñas compañías han tenido que vender activos para obtener la liquidez necesaria que les permita seguir financiando los subsidios eléctricos.
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Plan B para un año de pago de deuda
Ante la crítica situación financiera que están atravesando las empresas, se han iniciado conversaciones entre el gobierno nacional y las compañías para evaluar nuevas opciones que permitan implementar un subsidio más sostenible a largo plazo.
Una alternativa que está siendo considerada consiste en transferir el derecho a las obligaciones que el gobierno nacional tiene con las empresas.
Esta opción permitiría la entrega de certificados que las empresas podrían negociar con instituciones financieras, a fin de obtener recursos que se les adeudan en concepto de subsidios. Posteriormente, el gobierno nacional tendría que reembolsar estos recursos a las instituciones financieras.
«Estamos explorando este mecanismo y esperamos que las instituciones financieras reconozcan que estos certificados son una forma para que las empresas consigan liquidez», comentó el director ejecutivo de asociadores.
Adicionalmente, mencionó que las empresas están trabajando en algunas configuraciones para que este mecanismo sea más ágil y flexible, de modo que se logre trasladar esos certificados al mercado financiero en el menor tiempo posible.
Con estos certificados, se espera que al menos se pueda reembolsar a las compañías alrededor de 1.5 mil millones de pesos por los subsidios otorgados durante el año 2024, y así, comenzar a reducir la deuda existente.
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«Apreciamos la buena voluntad del ministerio de Minas y Energía, pero esperamos que las conversaciones conduzcan rápidamente a la obtención de recursos más sustanciales. Nos referimos al Presidente Gustavo Petro y al Ministro de Finanzas, Alemania, para que prioricen los recursos destinados a los subsidios dentro del gasto público, agregó José Camilo Manzur.
Aun así, las empresas tienen otra preocupación significativa: no hay suficientes recursos en el presupuesto general para cubrir los subsidios que se están entregando este año.
3.4 mil millones de pesos estarían involucrados, solamente en el contexto de deuda salarial para el año 2024. Esto también implica tres meses del año 2025. “El gobierno debe buscar recursos adicionales para poder financiar el resto del subsidio de este año; de lo contrario, enfrentaremos dificultades para continuar con el financiamiento de los subsidios», afirmó el líder sindical.
Si las empresas no pueden seguir financiando los subsidios, los usuarios experimentarán un aumento significativo en sus facturas de electricidad. Por poner un ejemplo, las familias de los estratos más bajos en Chocó podrían enfrentar incrementos del 140 por ciento, mientras que en la región del Caribe el aumento podría alcanzar hasta el 100 por ciento.
La situación financiera de las empresas podría verse aún más comprometida con la reciente propuesta de reglamento emitida por el Ministerio de Finanzas, que sugiere la implementación de pagos anticipados de impuestos.
«Esto podría asfixiar aún más la liquidez de las empresas, que ya están luchando para ser rentables», advirtió el director ejecutivo de Arsodis.