Designan nuevo interventor para salvar las torres fantasma de Ocean Tower en Bocagrande
– Tinta clara
octubre 7, 2025
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El espectro del cemento ‘espectro gris’ Ocean Tower, el proyecto de hotel y viviendas de lujo que se convirtió en el símbolo del sector inmobiliario y negligencia financiera
El espectro del cemento ‘espectro gris’ Ocean Tower, el proyecto de hotel y viviendas de lujo que se convirtió en el símbolo del sector inmobiliario y negligencia financiera en la avenida Malecón, frente a la playa de Bocagrande, entra en una nueva fase crítica.
La Dirección Administrativa de Control Urbano del Distrito de Cartagena ha confirmado el nombramiento de un nuevo agente interviniente, el Abogada Adriana Betancourt Ortiz, en un nuevo esfuerzo por rescatar la obra y, principalmente, garantizar los derechos de cientos de afectados.
Este cambio de rumbo se da en medio de una crisis económica que ha dimensionado en una deuda que supera los $150.000 millones de pesos la recuperación del topo.
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Los dos topos de la obra Grey de Ocean Tower en Cartagena Foto:John Montaño/ El Tiempo
El fallido proyecto, que prometía ser una joya arquitectónica, con hotel y apartamentos privados, en la zona más exclusiva de Cartagena, Lo de hoy no es más que una cicatriz de dos toques de mediana construcción en ‘Trabajo gris’que se han deteriorado al aire libre durante una década, revelando las profundas fallas de control estatal y privado en el sector de la construcción.
El director de Control Urbano, Emilio Molina, explicó que la decisión de retirar al anterior agente se debe a la necesidad de obtener «mejores resultados» y dar un impulso definitivo al plan de actuación.
La nueva misión del auditor es titánica: sanear las finanzas de la sociedad, reactivar licencias y llevar el proyecto a su términotodo mientras navega por el complejo panorama judicial y financiero que ha hundido la obra.
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El colapso de una promesa: del lujo al litigio
La historia de Ocean Tower es la crónica de una tragedia anunciada. El proyecto comenzó a construirse con gran expectativa en 2012, prometiendo la entrega de sus primeras unidades de lujo para 2015. Sin embargo, las obras quedaron abruptamente inconclusas, dejando a los inversionistas no sólo con una pérdida económica, sino con la imagen de un esqueleto de concreto oxidándose en una de las zonas más valoradas del país.
El escándalo escaló hasta obligar a la intervención estatal, un hecho sin precedentes en la ciudad. En el año 2023, el Distrito de Cartagena tomó la drástica decisión de tomar posesión de los negocios, bienes y activos de la sociedad promotora, Grupo Ocean SAsiendo esta la primera vez que se aplica una medida de esta naturaleza a un proyecto habitacional en la capital de Bolívar.
El trasfondo del colapso no fue sólo la mala fe o la ineficiencia de la empresa constructora. El contexto judicial posterior reveló una negligencia masiva por parte de los supervisores financieros.
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La responsabilidad del fiduciario: Un error millonario
El eje del colapso económico y jurídico recae en el papel desempeñado por la sociedad fiduciaria, entidad cuya función era precisamente garantizar la seguridad y viabilidad del proyecto a los compradores.
En 2023, la Superintendencia Financiera de Colombia emitió una condena contra Alianza Fiduciaria. La opinión era clara: existían graves deficiencias en la validación del punto de equilibrio establecido por la empresa constructora. En términos simples, la fiduciaria permitió que el proyecto se ejecutara con un capital inicial muy inferior al que realmente se requería la obra para culminar las obras, generando un déficit estructural insalvable desde el inicio.
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Este Decisión fue ratificada en 2024 por el Tribunal Superior de Bogotá, Lo que no sólo confirmó la responsabilidad institucional de la fiduciaria, sino que ordenó el pago de una suma millonaria a al menos uno de los compradores afectados, abriendo la puerta a una cascada de demandas de indemnización que agrava la situación financiera general del proyecto.
La deuda actual del proyecto, que supera los $150.000 millones de pesos, Es la suma de los pasivos bancarios, las obligaciones con los contratistas y, fundamentalmente, el dinero que los afectados invirtieron y que, por negligencia en el control, quedaron atrapados en la obra gris.
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La hoja de ruta para la nueva intervención
Torres del Océano en Bocagrande. Foto:tiempo de archivo
La nueva agente interviniente, Adriana Betancourt Ortiz, seleccionada de la lista de agentes especiales del distrito (resolución 5720 de 2023), tiene una misión definida por el distrito:
Saneamiento financiero: Una inmersión profunda en la contabilidad de Grupo Ocean SA para determinar la deuda exacta y negociar con los acreedores (bancos, fiducia, beneficiarios).
Reactivación legal: Actualizar la documentación y reactivar licencias de construcción, indispensable para cualquier nuevo inversor.
Continuidad y garantía: Estructurar la hoja de ruta para la culminación de las obras, asegurando que los derechos de quienes invirtieron sean el criterio fundamental del proceso.
«Ahora se hará un diagnóstico de los avances que se han dado en el Plan de Acción y reuniones con los beneficiarios del área, el síndico y los bancos para darle continuidad al proceso», dijo una fuente del distrito.
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La búsqueda del inversor ideal
Torres del Océano en Bocagrande Foto:Archivo, tiempo
La urgencia del distrito por encontrar un inversor ha provocado la llegada de un importante número de propuestas, atraídas por la La ubicación privilegiada de Ocean Tower en un sector de amplia exposición turística. Sin embargo, el director de control urbanístico enfatizó que la selección no será sencilla y estará sujeta a criterios innegociables:
Restauración de derechos: «El criterio principal es que los afectados hoy puedan recuperar sus derechos», afirmó el alcalde de la ciudad, Dumek Turbay.
Según el funcionario, cualquier propuesta que no garantice la recuperación de la inversión de los compradores será descartada.
Capacidad Financiera: El inversor debe tener la solidez para cubrir una deuda que hoy supera los $150.000 millones de pesos y, además, asignar el capital necesario para la finalización de la construcción.
Viabilidad técnica y creatividad: Se debe considerar el desgaste natural de las estructuras que han estado expuestas a la intemperie durante años. El inversor debe demostrar no sólo músculo financiero, sino creatividad para proponer un proyecto atractivoacorde al sector y técnicamente viable, superando los desafíos estructurales del trabajo gris.
Optimismo forzado y función social
Torres del Océano en Bocagrande Foto:tiempo de archivo
A pesar de la magnitud de la crisis, la El Distrito promete priorizar el proyecto como un imperativo administrativo y social.
«Este proyecto lo ha priorizado porque entendemos que tenemos que responder a algunas personas que creían en Cartagena. Lamentablemente fue un proyecto de unos particulares que por diferentes motivos quedó inconcluso», dijo una fuente de control urbanístico.
Torre del Océano en Cartagena Foto:John Montaño/ El Tiempo
El objetivo final trasciende la mera reactivación comercial; Se busca que el inmueble pueda desarrollar su función social, es decir, que deje de ser una estructura abandonada que hace que el paisaje de Bocagrande sea horrible y caótico para convertirse en un activo positivo para la ciudad. El desafío es lograr que Ocean Tower deje de ser el monumento al colapso y convertirse en prueba de que, con una firme intervención estatal y una gestión financiera responsable, Se pueden cubrir los derechos de los inversores y terminar finalmente las promesas incumplidas.
Además, te invitamos a ver nuestro documental ‘Explotación sexual en Cartagena. voces silenciadas