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Los propietarios de Frisby, la emblemática cadena de restaurantes colombianos, jamás imaginaron que su trayectoria sería marcada por un evento tan significativo, especialmente con el 50° aniversario de
Los propietarios de Frisby, la emblemática cadena de restaurantes colombianos, jamás imaginaron que su trayectoria sería marcada por un evento tan significativo, especialmente con el 50° aniversario de la marca que se celebrará el 12 de junio de 2027. Alfredo Restrepo Mazuer y Liliana Restrepo Arenas, fundadores de la cadena, se encuentran actualmente en medio de una compleja disputa legal a nivel internacional, que gira en torno a la esencia del sabor colombiano que representa su negocio. Este enfrentamiento ha despertado inquietudes no solo por el futuro de la marca, sino también por la protección de los orígenes de sus productos.
La controversia ha surgido después de que los propietarios de Frisby en Colombia cuestionaran el uso indebido de su marca en España, donde fue registrada como «Frisbsy España SL». Sin embargo, no solo el nombre de esta compañía «criolla» está en riesgo; también se encuentran bajo amenaza su logotipo, su identidad visual, y toda la gama de colores que caracterizan a esta exitosa cadena de restaurantes.
Detrás de esta acción se encuentran el Sr. Gonzalo Barrenechea Correa y Jacqueline Guillemine Pérez, quienes han representado a la empresa ante el notario de Bilbao, Juan Ignacio Gómez Villas. Así, Frisby España SL se erige como una entidad en el ámbito español, profundamente vinculada a una marca que es sinónimo de la calidad colombiana.
El anuncio de esta situación ha desencadenado una ola de solidaridad desde varias empresas colombianas, que ven en Frisby un emblema de valor y tradición. La alarma no se ha limitado a la comunidad empresarial, sino que también ha atraído la atención de expertos en propiedad intelectual, quienes están analizando esta problemática con un ojo crítico, dado que refleja la necesidad de salvaguardar marcas en un mundo globalizado.
La firma de abogados Baker McKenzie ha señalado que este acto de solidaridad entre empresas no solo mejora la reputación de las marcas involucradas, sino que también ha abierto un diálogo crucial sobre la importancia de proteger los derechos de marcas y fomentar una competencia leal. Refiriéndose a la situación, los expertos han enumerado cuatro lecciones esenciales que deben aprender las empresas que aspiran a expandirse en el ámbito internacional.
Frisby España. Foto:Fotomontage de la imagen Frisby España SL
«La propiedad intelectual (PI) no solo resguarda los activos de la empresa, sino que también motiva una visión de alcance internacional y apoya la competencia solidaria», afirma Yuliana Salamanca, abogada de Baker McKenzie Colombia.
De acuerdo con Baker McKenzie, es vital que las empresas registren sus marcas no solo en su país de origen, sino también en los países donde planean expandirse. Existen herramientas, como el Sistema de Madrid, que simplifican este proceso y refuerzan la protección a nivel internacional.
En este contexto, los expertos advierten que registrar una marca únicamente en el país de origen deja una brecha amplia para que terceros puedan capitalizar sobre la reputación de la marca en otros territorios. «La falta de un registro anticipado en España ha permitido que otra empresa se apodere del signo distintivo, creando confusión y potenciales daños a la reputación de la original,» explican.
Es fundamental establecer mecanismos para el monitoreo y la reacción temprana, que permitan proteger la marca a lo largo del tiempo.
Baker McKenzieConsultoría
Otra lección crucial que se extrae del caso de Frisby es la necesidad de «establecer acuerdos sólidos y duraderos con socios internacionales.» Esto no solo previene conflictos en torno al uso de propiedad intelectual, sino que también contribuye a preservar la integridad de la marca.
Según los consultores, al expandirse, es común establecer acuerdos de distribución, franquicias o colaboraciones donde se debe incluir cláusulas específicas sobre el uso de la marca y otros activos intangibles.
Gonzalo Barrenechea Correa, abogado responsable de registrar la marca Frisby en España. Foto:LinkedIn: Gonzalo Barrenechea Correa
La necesidad de «implementar mecanismos de control y reacción temprana» es un aspecto que los expertos de Baker McKenzie subrayan. Según ellos, la gestión de la propiedad intelectual requiere un monitoreo continuo ante posibles usos indebidos y actividades que podrían amenazar la integridad de la marca. Esto incluye el seguimiento de registros de marcas similares, la detección de infracciones en internet, y el asegurarse de que los derechos estén actualizados y vigentes.
Por último, los expertos abogan porque la propiedad intelectual fomente buenas prácticas empresariales, promoviendo la ética y el respeto en el ecosistema, lo que a su vez mejora la percepción pública de las marcas deberían estar involucradas.
En este contexto, consideran el respaldo de KFC hacia Frisby como un ejemplo de responsabilidad empresarial que trasciende la competencia. En lugar de aprovechar la vulnerabilidad legal de su competidor, KFC eligió reconocer su legado cultural y expresar respeto por su trayectoria.
Liliana Restrepo, presidenta de Frisby, cadena de restaurantes con casi 50 años de operación. Foto:Redes sociales
Frente a esta situación, las directivas de Frisby en Colombia han asegurado que proporcionarán actualizaciones sobre el progreso de esta situación «de manera oportuna, manteniendo la transparencia y la confianza que hemos construido durante nuestros 48 años de historia.» Además, reiteraron que este procedimiento se está manejando en los contextos legales pertinentes y ante las autoridades europeas correspondientes. «Frisby con BIC se expresará oficialmente sobre este tema en plazos y condiciones que sean adecuados y comunicados a través de nuestros canales oficiales,» afirmaron.
En un comunicado reciente, la directiva de la cadena de restaurantes también mencionó sus planes expansivos para 2025, que requieren una inversión total de 98,000 millones de pesos, el doble de lo invertido en 2024. Estos recursos se destinarán a desarrollar diversos proyectos de infraestructura, incluyendo nuevas aperturas y remodelaciones en sus puntos de venta localizados en diferentes ciudades de Colombia.
