Intel, uno de los líderes históricos de la industria tecnológica, ha comenzado un proceso de reorganización significativo tras el reciente nombramiento de Lip-Bu Tan como su nuevo CEO. Bajo su liderazgo, la empresa tiene la intención de simplificar su estructura organizativa para liberar recursos que permitan una operación más eficiente y enfocada. Hasta el momento, se ha anunciado una reducción en su plantilla, que afectará a unos 20,000 empleados, lo que marca un cambio notable en la dirección de la compañía.

Sin embargo, los empleados de Intel no solo enfrentarán estos despidos, sino también una serie de cambios en las políticas laborales de la empresa. Según un memorándum de su CEO, la empresa está impulsando una política más estricta sobre el regreso a la oficina y la optimización de las reuniones, lo cual podría transformar radicalmente la cultura de trabajo de la multinacional estadounidense.

Más oficina y menos burocracia. En alineación con los despidos anunciados, Intel también ha decidido intensificar su política de presencia física en la oficina a partir del 1 de septiembre. En este sentido, Lip-Bu ha instado a los empleados a trabajar en las instalaciones de Intel cuatro días a la semana, en lugar de los tres que se estaban observando hasta ahora. «Cuando compartimos tiempo en persona, promovemos discusiones más activas y productivas. La toma de decisiones se vuelve más ágil y efectiva, además de fortalecer nuestro vínculo con los compañeros», escribió a su equipo.

«Zuckerización» de Intel. La visión del nuevo CEO de Intel refleja una tendencia hacia la optimización y eficiencia similar a las estrategias implementadas por Meta desde 2023. «Muchos equipos en la empresa tienen ocho o más niveles de complejidad, lo que genera una burocracia innecesaria que nos frena», expresó, atacando así al exceso de jerarquías que podría estar obstaculizando la innovación y la velocidad de respuesta en el entorno tecnológico actual.

Cabe destacar que este enfoque de reducción estructural no es exclusivo de Intel; se alinea con las prácticas que otras grandes tecnológicas, como Google, Microsoft y Amazon, han adoptado en años recientes, en un intento por mejorar su competitividad global.

Intel no usa motosierra. Pese a la mención de la posible reducción de personal, el CEO de Intel ha enfatizado que las decisiones no se tomarán a cualquier costo. «Debemos equilibrar nuestras reducciones con la necesidad de retener y atraer talento clave. Entrenaré a cada uno de mis líderes para que tomen las decisiones más acertadas que se alineen con nuestras prioridades fundamentales», aseveró Lip-Bu Tan.

La nueva dirección de Intel pone énfasis en el personal de ingeniería, reconociendo la importancia crítica de sus procesadores en el portafolio de la compañía. Todas las iniciativas que se implementen se orientarán a optimizar la productividad y eficiencia del equipo, además de enfocar los esfuerzos en la retención y atracción del talento en este ámbito específico.

Cambios en la forma de medir. Lip-Bu ha indicado también su deseo de poner fin a la dinámica tradicional de contratación que priorizaba el tamaño de los equipos en lugar de la eficiencia operativa. Esto incluye revisar el uso de indicadores de rendimiento (KPI) que han guiado decisiones de contratación y despidos en el pasado. «Me sorprendió saber que, en años recientes, el KPI más relevante para muchos gerentes de Intel ha sido el tamaño de sus equipos. A partir de ahora, esto cambiará», afirmó en su declaración. «Creo firmemente que los mejores líderes logran resultados excepcionales con el menor número de personas. Adoptaremos esta filosofía en toda la organización, incluyendo la capacitación de nuestros mejores talentos para que tomen decisiones significativas y asuman mayores responsabilidades en áreas clave».

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Imagen | Intel