¿Cuál es el proceso contra su confesado asesino?
- mayo 13, 2025
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El trágico caso del sacerdote Darío Valencia Uribe, de 59 años, ha dejado una profunda herida en su comunidad y en el país en general. Este lamentable suceso
El trágico caso del sacerdote Darío Valencia Uribe, de 59 años, ha dejado una profunda herida en su comunidad y en el país en general. Este lamentable suceso
El trágico caso del sacerdote Darío Valencia Uribe, de 59 años, ha dejado una profunda herida en su comunidad y en el país en general. Este lamentable suceso ocurrió el 25 de abril de 2024, cuando fue asesinado por uno de sus amigos más cercanos, Julián Eduardo Cifuentes Gómez, quien ha admitido ser el autor del crimen. Sin embargo, a más de un año del homicidio, la justicia no ha sido servida, ya que Cifuentes se encuentra en Francia, donde huyó después de cometer el asesinato y aún no ha sido extraditado.
Los restos óseos del padre Valencia fueron localizados cinco meses después de su asesinato, gracias a la confesión de Cifuentes, quien reveló el área donde había lanzado el cuerpo. Este se halló en un abismo de aproximadamente 40 metros en una zona boscosa del pueblo de La Cascada, en Belalcázar, Caldas.
El padre Darío Valencia tenía 59 años. Foto:Redes sociales
El abogado Renato Marín, quien representa a las víctimas de este homicidio, ha expresado que los motivos detrás del assassinato de Valencia aún no están claros. Marín comentó a El Tiempo que solo se podrá entender el porqué del crimen cuando Cifuentes esté presente en Colombia.
Refiriéndose a la larga espera en el proceso de extradición, Marín lamentó la falta de información, señalando que él, como abogado de las víctimas, no tiene claridad sobre el asunto.
«No tenemos información sobre este problema de la oficina del Fiscal General. Dependemos del proceso de extradición, que se maneja de gobierno a gobierno; aún estamos esperando», comentó.
Padre Darío Valencia y su asesino confesado. Foto:Archivo privado
Marín destacó que la diócesis de Pereira también ha sido una víctima indirecta en este caso. El obispo en ese momento era monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, quien renunció en septiembre de 2024 por motivos de su edad. En su lugar, el fallecido Papa Francisco nombró a Nelson Jair Cardona como nuevo obispo de Pereira, quien asumió el cargo el 4 de diciembre de 2024.
«Cuando este Señor (Cifuentes) sea extraditado y se presente ante un juez en Pereira, en una audiencia preliminar, nosotros, los abogados, actuaremos como representantes de las víctimas, en este caso de la diócesis de Pereira, como una víctima indirecta», señaló Marín.
Se plantea la pregunta sobre la continuidad de Cifuentes en Francia y si podría recuperar su libertad con el mismo argumento de la expiración de los términos que existe en Colombia. El abogado Marín respondió contundentemente: «la cárcel debería ser la opción» ya que el vencimiento de los términos no se aplica cuando un proceso de extradición está en curso.
Padre Darío Valencia con dos amigos sacerdotes. Foto:Celam
Cifuentes logró escapar a Francia justo el fin de semana después de cometer el crimen contra el padre Valencia y fue detenido en el aeropuerto Charles de Gaulle de París debido a una circular azul de Interpol. Este tipo de alerta internacional se utiliza para localizar, identificar y obtener información sobre individuos relacionados con investigaciones penales.
José Norbey Gutiérrez, amigo cercano del padre Darío Valencia, expresó su preocupación y descontento por el hecho de que un año después del asesinato, aún no hay noticia sobre la extradición. «Con la justicia colombiana, no debería sorprenderse uno, lamentablemente las cosas funcionan de esa manera. La justicia avanza o retrocede dependiendo de quién sea la víctima», comentó.
Gutiérrez, quien ha liderado marchas y protestas para exigir respuestas sobre el paradero del sacerdote, admite que, aunque al menos se han encontrado los restos del padre Valencia, lo que permite darle un entierro adecuado, sigue siendo «desafortunado» que el crimen permanezca sin justicia.
El amigo del padre Valencia se cuestiona por qué la oficina del fiscal no ha proporcionado información sobre si hay otras personas involucradas en el crimen o si su asesino confesado actuó solo.
Gutiérrez enfatizó que «En Colombia, en muchos casos, como los recientes senadores y ex presidentes de la Cámara, interceptan llamadas y realizan detenciones. Sin embargo, en el caso del padre Valencia, eso no ocurrió o, si se hizo, no se informó al respecto».
El sacerdote Darío Valencia Uribe desapareció el 25 de abril de 2024. Ese día salió de su casa en su vehículo privado en compañía de Julián Eduardo Cifuentes Gómez, quien, según el abogado Marín, fue amigo del religioso durante varios años.
Un video de seguridad capturó el momento en que ambos se alejaron hacia una dirección desconocida; fue la última vez que se le vio con vida.
A principios de septiembre de 2024, un fiscal especializado y un agente de la Policía Gaula viajaron a Francia para interrogar a Cifuentes. Después de dos días de interrogatorios, el hombre confesó haber asesinado al presbítero disparándole cuatro veces y ocultando su cuerpo cerca de Belalcázar, Caldas.
El funeral del padre Darío Valencia se llevó a cabo en la Catedral de Pereira. Foto:Cortesía Diócesis de Pereira
Cifuentes, tras su confesión, indicó a las autoridades el lugar donde abandonó el cadáver del sacerdote. El 20 de septiembre de 2024, después de una búsqueda intensa por varios caminos de Belalcázar, un perro del Cuerpo de Investigación Técnica (CTI) de la fiscalía, conocido como Darcy, encontró el cráneo del sacerdote.
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