cruzarlo se ha convertido en un desafío
- abril 27, 2025
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Cruzando el infame puente denominado ‘muerte’ o ‘miedo’, como lo han definido los colonos de la zona, en la frontera entre Colombia y Ecuador, los habitantes no ven
Cruzando el infame puente denominado ‘muerte’ o ‘miedo’, como lo han definido los colonos de la zona, en la frontera entre Colombia y Ecuador, los habitantes no ven
Cruzando el infame puente denominado ‘muerte’ o ‘miedo’, como lo han definido los colonos de la zona, en la frontera entre Colombia y Ecuador, los habitantes no ven únicamente un obstáculo peligroso, sino un auténtico desafío que pone a prueba su equilibrio y resistencia tanto física como emocional.
Este puente conecta El Pulo, ubicado en el municipio de Ricaurte, en el Departamento de Nariño, con la provincia de El Carchi en Ecuador, y tiene una longitud aproximada de 250 metros.
En esta región aislada de la geografía nacional, los pueblos indígenas de las comunidades Awá y los Pastos transitan diariamente por este puente, poniendo a prueba su valentía, habilidades y calma al cruzar sobre el caudaloso Río San Juan.
La estructura del puente está hecha a mano. Foto:Particular
Este no es un puente de cemento, sino una estructura artesanal que consiste en un grueso cable por el que los transeúntes deben caminar con extrema concentración, además de otros dos cables que sirven como soporte para las manos.
El cruce del puente requiere también una considerable dosis de paciencia; para algunos, alcanzar el otro lado puede llevar hasta diez minutos, mientras que otros lo logran en menos tiempo, dependiendo de su agilidad y destreza.
Las comunidades indígenas de El Pulo y Mayoasquer, que se encuentran en los municipios de Ricaurte y Cumbal, respectivamente, en el sur de Nariño cerca de la frontera con Ecuador, se vieron obligadas a construir el puente, también conocido como Tarabita, utilizando sus propios recursos y esfuerzo.
Una reciente declaración de las autoridades tradicionales indígenas awá y la organización de alcalde de cabildo awá de Ricaurte detalló que el ejército ecuatoriano destruyó con explosivos dos puentes peatonales el 20 de febrero, uno entre la comunidad de El Talo (Colombia) y Gualtal (Ecuador), y otro entre Mayoasquer (Colombia) y el refugio Maldonado (Ecuador).
En ese momento, las organizaciones indígenas enviaron un comunicado expresando: «Esta situación socava la libre movilidad de nuestras comunidades, afectando en especial a niños y adolescentes que ven sus derechos vulnerados».
El alcalde de Cumbbal, Andrés Tapie, también manifestó su rechazo a estos eventos trágicos, señalando: «La administración municipal expresa su total desacuerdo con las acciones que aparentemente llevaron a cabo las fuerzas armadas de Ecuador».
Un video grabado por los residentes de la zona captura la dificultad de cruzar el nuevo puente, que ha sido una alternativa al que fue destruido, evidenciando la valentía necesaria para atravesar el río de lado a lado.
Hombres y mujeres, así como niños y adultos, ponen a prueba su determinación y destreza al cruzar, llevando consigo productos de sus cultivos que deben transportarse y venderse en los centros urbanos más cercanos, como Ricaurte y Cumbal, en Nariño.
El río que separa ambos países tiene un cauce muy fuerte, y los pueblos indígenas no se atreven a nadar en sus aguas por el peligro de ser arrastrados y ahogados.
Según lo relatado en el video, la construcción de este puente se había vuelto una necesidad urgente para los nativos de la región fronteriza.
«El indígena awá sentía la necesidad de tensar este cable para poder moverse entre Colombia y Ecuador, lo cual es bastante riesgoso», manifestó un habitante de la zona.
El video también muestra al líder indígena Rolando Canticus cruzando el puente con cuidado, mientras en el fondo se observa a una mujer indígena portando a su bebé en un estilo ‘canguro’.
«Quienes logran cruzar el río San Juan celebran con gran alegría, ya que este paso representa un riesgo significativo», concluyó el autor del video, quien no pudo ocultar su admiración por las acrobacias que deben realizar los habitantes de la región al atravesar el puente entre los dos países, con pasos firmes y lentos.
Desde que los puentes fueron destruidos, han transcurrido más de dos meses, y la respuesta del gobierno ecuatoriano en lo que respecta a la recuperación de estas estructuras es inexistente.
Andrés Tapie, el alcalde de Cumbbal, expresó su preocupación por las comunidades indígenas. «Esto afecta gravemente a nuestros pueblos, especialmente a los niños, jóvenes, cabezas de familia y ancianos», indicó, subrayando que las repercusiones impactan la salud, la educación y la economía de la región.
Reiteró que la restauración de los puentes es fundamental para garantizar el derecho a la vida, la salud, la libre movilidad y el bienestar de las comunidades.
«Las comunidades están muy preocupadas. Hacemos un llamado respetuoso al gobierno ecuatoriano para que devuelva los puentes que han unido a nuestros pueblos de forma histórica, simbolizando cooperación y unión», concluyó.
Funeral del Papa Francisco | Tiempo Foto: