El 14 de mayo de 2025, Colombia firmó un acuerdo en Beijing para unirse a la iniciativa de la franja y la ruta de la seda, dirigida por China. Este acuerdo busca fortalecer la cooperación económica y comercial entre los dos países, facilitando las inversiones en infraestructura, energía y tecnología. La decisión ha sido vista como un giro estratégico en la política exterior colombiana, que tradicionalmente se ha alineado con los Estados Unidos.

El gobierno colombiano enfatizó que esta alianza permitirá diversificar sus relaciones internacionales y acceder a nuevos mercados. Sin embargo, la decisión ha generado controversia en algunos sectores, que cuestionan los posibles riesgos de la dependencia económica y política de China. La implementación de proyectos concretos será clave para evaluar el impacto real de esta asociación en el desarrollo del país.

50