La industria automovilística europea está empezando a endurecerse. Los fabricantes han recibido una señal clara de que algo no va bien: Nexperia, uno de los principales proveedores de chips, ya no puedo garantizar las entregas. Las asociaciones sectoriales advierten de que el margen de maniobra es muy limitado. No se trata de un problema técnico ni de una huelga, sino del efecto en cadena de una disputa internacional que amenaza con afectar los cimientos mismos de una industria clave para el Viejo Continente.
Fue el pasado 16 de octubre cuando la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) advertido oficialmente de posibles paradas de producción si la interrupción del suministro de Nexperia no se resolvía inmediatamente. Según ACEA, los chips afectados se utilizan en unidades de control electrónico y los inventarios actuales sólo durarán unas pocas semanas.
El punto de inflexión: una lista negra. A finales de septiembre se produjo un movimiento que muchos en el sector identifican como el detonante de la actual crisis. La Oficina de Industria y Seguridad de los Estados Unidos actualizó su Lista de entidades extender las restricciones a filiales controladas por empresas ya sancionadas. Por tanto, Nexperia, propiedad de Wingtech, estaba incluida en el ámbito de aplicación de las medidas. Desde entonces, las tensiones se han acelerado: el gobierno holandés intervino en la empresa y China respondió bloqueando la exportación de determinados componentes.
Ahora bien, el papel de Nexperia en la industria del automóvil es menos llamativo que el de los grandes fabricantes de chips, pero esencial. Sus chips están integrados en módulos electrónicos y unidades de control (ECU) de muchos de los vehículos producidos en Europa. La empresa, con sede en Holanda y con fuerte presencia en Asia, se caracteriza por su volumen y fiabilidad. Precisamente por esta razón, la incapacidad de mantener las entregas ha encendido a ambos lados de la cadena de suministro.
El impacto en Europa. Las advertencias iniciales se han transformado en planes de contingencia. ACEA pide una respuesta coordinada entre las autoridades europeas y los países afectados, conscientes de que la cadena de suministro atraviesa un punto delicado. En Alemania, CNBC señalaVolkswagen ha formado un equipo especial para evaluar posibles riesgos y mantener abierta la comunicación con sus proveedores.
Una de las instalaciones de Nexperia en Guangdong
La empresa intenta ganar margen con un nuevo proveedor. «Tenemos un proveedor alternativo que podría compensar la falta de semiconductores de Nexperia». explicado al Handelsblatt Christian Vollmer, Responsable de Producción de la marca VW. Según el medio, las conversaciones con esa empresa se llevan a cabo desde hace semanas. Aunque el descubrimiento da algo de oxígeno, la transición no será inmediata y el riesgo de interrupciones sigue sobre la mesa. El grupo asegura que, por ahora, no hay impacto operativo, pero admiten que el escenario podría cambiar en el corto plazo.
El eco cruza el Atlántico. La preocupación también ha llegado a Estados Unidos. La Alianza para la Innovación en Automoción, que reúne a fabricantes como General Motors, Ford, Toyota y Volkswagen, pidió una rápida resolución del conflicto. Su director general, John Bozzella, advirtió Reuters que si el envío de chips “no se reanuda pronto”, la producción de automóviles “se verá afectada en Estados Unidos y otros países”. Algunas empresas del grupo reconocen que sus plantas podrían notar el impacto a partir del próximo mes.
Japón toma posiciones ante el golpe. Japón también se está preparando para el impacto. La Asociación de Fabricantes de Automóviles (JAMA) explicó que sus miembros han recibido notificaciones de Nexperia advirtiendo de interrupciones en el suministro. Según la organización, los chips afectados forman parte de los sistemas de control de numerosos modelos y su escasez podría tener consecuencias para la producción global. Mitsubishi Electric, que tiene acuerdos con Nexperia desde 2023, aseguró que ya estudia sustitutos.
Un tablero geopolítico que ya se cuela en la cadena de montaje. El caso Nexperia ya no se entiende sólo como un problema industrial. La intervención del Gobierno holandés y el enfrentamiento con su filial china han convertido a la compañía en el nuevo punto de fricción entre Europa, Pekín y Washington. Países Bajos justificó su decisión por la necesidad de proteger el suministro estratégico de semiconductores, mientras que China defendió que su filial actúa de acuerdo con la legislación local. En el centro de la disputa, Nexperia intenta mantener su actividad bajo dos marcos regulatorios cada vez más opuestos.
Las fábricas están en guardia. Las próximas semanas serán decisivas para medir el alcance real del conflicto. Los fabricantes ajustan sus inventarios y revisan proveedores alternativos, mientras las asociaciones sectoriales mantienen la presión diplomática para desbloquear la situación. Desde Suecia, el director ejecutivo de Volvo Cars, Håkan Samuelsson explicó al Financial Times queAunque su empresa, propiedad del grupo chino Geely, no afronta problemas inmediatos, “habrá algunas fábricas que tendrán que parar”. Cree que la clave es reaccionar rápidamente y aplicar las lecciones aprendidas de la crisis de los semiconductores durante la pandemia.
Imágenes | Nexperia | César Salazar
En | De todos modos también llevé la bicicleta en el coche. Hasta que la DGT me recordó que me podía multar con 200 euros