Saturday , 20 May 2024
Tecnología

A favor y en contra de una dieta cada vez más internacional y «desestacionalizada»

  • mayo 6, 2025
  • 0

Ayer, mientras estaba en el supermercado, tuve una experiencia curiosa. Redondo, naranja y agridulce, el loquat de Japón es uno de esos pequeños milagros que mayo nos regala.

A favor y en contra de una dieta cada vez más internacional y «desestacionalizada»

Ayer, mientras estaba en el supermercado, tuve una experiencia curiosa. Redondo, naranja y agridulce, el loquat de Japón es uno de esos pequeños milagros que mayo nos regala. Reconozco que es solo una anécdota: pequeñas cantidades de miles de toneladas de un fruto de temporada que se distribuye de manera absurda en supermercados de cinco o seis provincias en España. Pero, ver esos loquats me provocó una sonrisa al principio, y posteriormente una profunda reflexión.

Porque, al observar esos dos bares en medio de un océano de frutas y verduras, me di cuenta de una verdad inquietante: casi siempre consumimos lo mismo. Sí, se dice que llevamos una dieta variada y equilibrada, pero esto solo es cierto si nos limitamos a las mismas 20 o 30 variedades de frutas y verduras disponibles en el mercado.

En el mundo de la distribución existe una batalla constante por mantener esta homogeneidad alimentaria; el objetivo es garantizar que nuestra dieta sea cada vez más estandarizada, eliminando la diversidad en los estantes de los supermercados.

Puede parecer exagerado, pero existen numerosos ejemplos que respaldan esta afirmación. Si reflexionamos, la posibilidad de encontrar aguacates en cualquier época del año es casi mágica. En España, el período de crecimiento del aguacate es en abril, aunque también se recolectan en marzo y mayo. Sin embargo, la comercialización de esta fruta se lleva a cabo de octubre a marzo. ¿Cuál es la fuente, entonces, de los aguacates que inundan los estantes durante la primavera y el verano?

La respuesta se encuentra en Perú. Otras procedencias también existen, pero la principal es Perú. La globalización y la sostenibilidad del mercado han logrado algo increíblemente complejo: la disponibilidad de productos estacionales durante todo el año. En ocasiones, se cosechan de otros lugares del planeta (como en el caso del aguacate), y en otras, se desarrollan macrovariedades que permiten su cultivo constantemente. Este fenómeno también se observa en las papas y tomates, cultivados en distintas épocas durante el año.

La ley de la jungla. En este contexto, el comercio y la coordinación internacional permiten la selección de productos que pueden generar suficiente demanda, garantizando así que su oferta a lo largo del año sea rentable.

Dado que no todos los productos permiten dicha sistematización, y no todos los grupos de consumidores son lo suficientemente grandes, lo que observamos es que muchos productos tradicionales solo están disponibles a nivel local, mientras que los productos de alta demanda abundan en los estantes de supermercados de diversas partes del mundo.

En nuestras despensas se libra una feroz lucha por ver qué productos logran destacarse y mantenerse en estas sociedades de mercado exageradamente saturado.

¿Es saludable consumir una dieta tan estandarizada? Sin lugar a dudas, presenta aspectos positivos. Por el amor de Dios, podemos disfrutar de aguacates en cualquier mes del año, ¿quién podría argumentar en contra de eso? A lo largo de miles de años, los seres humanos nos hemos visto obligados a alimentarnos de lo que teníamos a mano, pero en la actualidad estamos cerca de tener la libertad de elegir lo que deseamos comer.

Sin embargo, esta comodidad, incluso en un ámbito tan polifacético como el tema alimentario —que abarca factores culturales, sociales y personales— puede limitar el futuro de la gastronomía, unificándola y haciéndola menos diversa y, a la larga, menos segura. Paradoxalmente, también la hace más atractiva; pensemos en el buffet de desayuno de un hotel de lujo, donde confluyen los platillos más famosos de cada cultura del mundo.

Mientras que escritores de ciencia ficción planteaban un futuro donde nos alimentaríamos de una especie de proteína de soja potenciada con esteroides, lo que estamos descubriendo es que nuestra dieta está evolucionando. Sí, pero tal vez hacia la realidad de que, al final, todos terminaremos consumiendo una variedad mucho más similar de alimentos.

Imagen | Nrd

En | ¿Cómo, cuándo y por qué los tomates volverán a saber a tomate nuevamente?