Las fuerzas aliadas oscuras con el inframundo y el tráfico de drogas para cometer desapariciones en Cali
mayo 17, 2025
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Durante un año entero, miles de familias han estado sumidas en la angustia y la tristeza, sin saber qué ha sido de sus seres queridos, en total 570
Durante un año entero, miles de familias han estado sumidas en la angustia y la tristeza, sin saber qué ha sido de sus seres queridos, en total 570 personas que han desaparecido. Estas familias viven con la constante incertidumbre de no tener información sobre su estado, su paradero o las circunstancias de su desaparición. Preguntas inquietantes invaden sus pensamientos: ¿quién los tomó y con qué motivación?
Funcionarios de la unidad de búsqueda personal dada por la falta, en un cementerio del país Foto:Archivo UBPD
Estos 570 desaparecidos están documentados en el informe anual del personal del distrito de Cali, que se basa en datos proporcionados por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencia Forense. El informe proporciona una imagen desgarradora de la crisis de desapariciones en la región.
Según Gerardo Mendoza, un representante de la ciudad, «Para la Oficina del Fiscal del Público en la capital del Valle del Cauca, es de suma importancia conocer el número de personas desaparecidas del 1 de enero al 31 de diciembre de 2024. Esto permitirá a las autoridades implementar medidas de prevención, orientación y monitoreo.»
El informe detalla que de los 570 casos documentados, hay 371 hombres y 199 mujeres. «Es evidente una mayor incidencia en hombres de edad legal, con 324 casos, lo que significa el 56.8 por ciento del total. En contraste, las mujeres menores representan 115 casos, superando a las adultas desaparecidas por 84 casos.» afirma Mendoza.
Dentro de este desglose, se observa que hay 47 menores, que representan el 8 por ciento del total de desaparecidos, en comparación con 324 hombres que tienen más de 18 años, que constituyen el 57 por ciento de los casos.
En el UBPD, se busca información y ADN de posibles víctimas en el país. Foto:UBPD
En cuanto a las mujeres, el informe reveló que 115 de ellas son menores de edad, mientras que 84 son adultas, lo que equivale al 15 por ciento de la cifra total.
Además, el análisis mostró que los meses con la mayor cantidad de desapariciones fueron septiembre con 63 casos, diciembre con 58, mayo con 53 y abril con 52. Estas estadísticas sugieren que pueden existir factores estacionales que contribuyen a estos aumentos. “Es alarmante que los menores representen el 57.8 por ciento del total de mujeres desaparecidas, lo que se traduce en un promedio de 9.6 casos por mes,” comentó Mendoza.
Febrero también se destacó como un mes crítico, registrando 18 desapariciones de niñas y adolescentes. Para los menores hombres, el promedio fue de 3.9 por mes, con diciembre alcanzando el número más alto de siete casos. Esto indica una tendencia preocupante, especialmente entre las mujeres adolescentes durante los primeros meses del año.
Un análisis más exhaustivo de los datos sobre mujeres menores reveló que febrero fue el mes con más incidencias, seguido por abril y junio. Para los hombres menores, los meses con más casos fueron diciembre, enero y septiembre.
Exhumación de cuerpos en la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el país. Foto 2022. Foto:UBPD
Consciente de esta situación, el Consejo de Cali aprobó el Acuerdo 012, que establece la creación de una mesa interinstitucional destinada a fortalecer las líneas de prevención, orientación y monitoreo de estos casos. Esta propuesta fue impulsada por la cabildista Tania Fernández.
En el transcurso de casi cinco años, se han reportado en Cali un total de 2.028 personas desaparecidas. De ellas, 618 continúan sin ser localizadas, lo que resalta la imperante necesidad de esta iniciativa. La concejal Fernández subrayó que “este espacio permitirá a las familias no solo recibir apoyo, sino también tener un lugar donde puedan seguir de cerca las investigaciones y buscar respuestas sobre lo que ocurrió con sus seres queridos.”
Operaciones de captura en Cali. Foto:Tercera Brigada
¿Qué motivó estas desapariciones en Cali?
El representante del Ministerio Público mencionó que el microtráfico de drogas ilícitas es una de las principales causas que podría estar detrás de muchas de estas desapariciones en Cali. “Las familias pierden el rastro de sus seres queridos, ya que están implicados en las venganzas de aquellos que administran este negocio ilegal. La desaparición forzada, que a menudo culmina en homicidios, es una de las formas más sombrías de ajustar cuentas,» afirmó el funcionario.
Además, se mencionaron casos de narcotraficantes que, al no poder pagar sus deudas, optan por desaparecer para proteger sus vidas.
Otras fuentes de desapariciones incluyen la minería ilegal y el contrabando, recalcó el funcionario. En el caso de los menores, estos pueden ser víctimas de represalias o incluso de reclutamiento por parte de grupos armados que operan en la ciudad junto con delincuentes comunes. Uno de esos grupos, conocido como el frente ‘Jaime Martínez’, perteneciente a las disidencias de la FARC, ha demostrado tener una notable presencia en el municipio de Jamundí, en Dagua y en áreas rurales de Buenaventura.
En el norte de Cauca también se observan bandas de microtráfico y otras formas de extorsión y homicidio.
Según un informe de la Policía Metropolitana, durante la vigencia de 2024 se llevaron a cabo operaciones que impactaron a 76 objetivos importantes de delitos organizados en la jurisdicción, y se intervinieron 55 bienes relacionados con la extinción de dominio, eliminando del mercado ilegal un valor total de 5,912’857,000 pesos colombianos.
La dinámica del crimen organizado se vio alterada en este año con 25 desarticulaciones por tráfico de drogas, 18 por homicidios, 17 por robos, 6 por extorsiones y otros delitos.
La sección de investigación criminal reportó que se han desarticulado 63 grupos dedicados a actividades delictivas, lo que resulta en 485 capturas, 621 procedimientos de registro y redadas, así como la incautación de armas y drogas.
Además, la Policía logró incautar 53,230 gramos de marihuana, 335 gramos de bazuco y 6,069 gramos de cocaína. También se confiscó una cantidad significativa de vehículos y locales comerciales, lo que refleja un esfuerzo común para reducir el crimen en la región.
La oficina de Personería ha establecido una sede en el Centro Administrativo Municipal (CAM) y también ha habilitado una línea telefónica donde las familias pueden reportar casos de desapariciones. Para informar sobre víctimas desaparecidas, se puede llamar al 318 3355722 sin dudarlo.
Mesa para los desaparecidos en Cali
La mesa interinstitucional estará compuesta por el alcalde Alejandro Eder; los secretarios de seguridad y justicia, paz y cultura ciudadana, bienestar social y turismo, o sus delegados; representantes del Departamento Administrativo de Desarrollo e Innovación Institucional (DADI), el comandante de la Policía de Cali, y un representante de organizaciones que defienden los derechos de las víctimas, así como el coordinador territorial de la unidad de búsqueda de personas desaparecidas.
La Personería distrital y el Defensor del Pueblo participarán como invitados a esta mesa.
María Elena Gallego, madre de Sandra Viviana Cuéllar. Foto:Archivo privado
Una madre, desesperada sin su hija hace 14 años
María Elena Gallego Ríos, una madre incansable, ha estado buscando a su hija desaparecida durante 14 años, un proceso que lo ha marcado profundamente. Su corazón se acelera cada vez que piensa en su hija, a quien considera su milagro de vida.
A pesar de las múltiples pérdidas que ha sufrido, María Elena intenta mantener viva la esperanza de encontrar a Sandra Viviana Cuéllar, quien llenó su vida de alegría tras la muerte de su primer bebé al nacer. Esta madre, que ha mostrado una admirable fortaleza, ha estado organizando carnavales en honor a Sandra junto a organizaciones defensoras de derechos humanos, cada año en la fecha de su desaparición.
La angustia de María Elena no cesa, ya que aún se pregunta sin parar quién y por qué arrebató a su hija, quien desapareció el 17 de febrero de 2011, cuando tan solo tenía 26 años y era una destacada ingeniera ambiental de la Universidad Nacional de Palmira.
Ese día trágico, Sandra, amante de la danza y la enseñanza, se encontraba en camino a reunirse con su profesor universitario cuando desapareció. Lo último que sus padres supieron fue que se dirigía a tomar un autobús, en circunstancias que hoy son una profunda incertidumbre.
Prácticamente doce años después, las autoridades aún carecen de información sobre su paradero, dejando a la familia en un doloroso vacío. Al día siguiente de su desaparición, sus padres fueron informados de que habían encontrado una bolsa con el teléfono y otras pertenencias de Sandra, pero ningún rastro de su hija.
Esto aumentó la preocupación y el desasosiego de la madre y su esposo, quienes han esforzado cada día por seguir adelante a pesar del dolor. María Elena se ha mantenido activa escribiendo sobre su experiencia, participando en eventos y buscando visibilidad para la tragedia de su hija en el Valle del Cauca.
En una carta que escribió ante la Comisión de la Verdad en 2019, expuso su anhelo por justificar la desaparición y la lucha que ha emprendido para encontrar respuestas. “Siempre imaginé que Sandra podría estar en un lugar donde conociera el amor que su familia siente por ella”, reflexiona en uno de sus escritos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (IACHR) ha otorgado medidas de protección desde el 22 de junio de 2011 debido a la desaparición forzada de Sandra Cuéllar. Esto incluyó medidas de seguridad para su mentor, quien al buscar respuestas también enfrentó amenazas y acoso.