Vetos, chats y sanciones históricas
- mayo 14, 2025
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Una tormenta podría sacudir el fútbol colombiano en nombre de una profunda investigación por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). Esta entidad ha recomendado la
Una tormenta podría sacudir el fútbol colombiano en nombre de una profunda investigación por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). Esta entidad ha recomendado la
Una tormenta podría sacudir el fútbol colombiano en nombre de una profunda investigación por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). Esta entidad ha recomendado la imposición de sanciones a la Dimayor y a 17 gerentes por presuntas prácticas anticompetitivas que habrían limitado la negociación libre de jugadores de fútbol. Esta situación ha generado una gran preocupación en el ámbito del deporte nacional, ya que afecta no solo a los clubes, sino también a los mismos jugadores, que ven restringidas sus oportunidades de movilidad y crecimiento profesional.
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El informe, que abarca más de 350 páginas, menciona explícitamente a ex presidentes como Jorge Enrique Vélez y Fernando Jaramillo, además de Carlos Mario Zuluaga, quien actualmente ocupa el cargo de presidente del Dimayor. Según el documento, los implicados habrían participado en la implementación de vetos y listas negras coordinadas con el objetivo de evitar la movilidad de jugadores entre clubes. Estas acciones no solo ponen en tela de juicio la integridad del sistema de fútbol colombiano, sino que también plantean serias dudas sobre el respeto a los derechos laborales de los futbolistas involucrados.
Las quejas que originaron esta investigación se remontan a 2011, cuando fueron promovidas por Acolfutpro. Entre las pruebas recopiladas hay conversaciones de un grupo denominado «G-36», que consistía en la colaboración de 46 gerentes de clubes. En estos chats, figuras notables como Ramiro Ruiz Londoño, presidente de Envigado, solicitaban explícitamente el fichaje de jugadores cuyos contratos no fueron renovados por sus respectivos clubes, lo que pone en evidencia una práctica que restringe la dinámica normal de competencias en el fútbol.
La Superintendencia considera que estos comportamientos protegieron el interés de los empleadores y aseguraron ciertos beneficios a los clubes, pero a expensas de las oportunidades laborales de los jugadores. Tal situación contrasta directamente con las normativas que buscan fomentar la competencia justa entre los clubes que desean negociar de acuerdo con reglas mutuamente aceptadas y beneficiosas para todas las partes involucradas.
En este contexto, la superintendente Cielo Rusinque se enfrenta a la decisión crucial de imponer sanciones a varios clubes, entre ellos Tolima, Envigado, Una vez Caldas, Pasto y Unión Magdalena, entre otros. Además, se está evaluando el papel del ex presidente José Agostoo Cadena, quien también jugó un rol importante en las dinámicas de fichajes y contratos dentro del fútbol colombiano. La situación se mantiene en el aire, y los próximos pasos de la Superintendencia podrían tener repercusiones significativas en la estructura del deporte en el país.
eldeportivo.com.co/Nota generada con inteligencia artificial y curada por el Ed