Por lo tanto, la misión humanitaria con la ONU maneja la liberación
- mayo 12, 2025
- 0
El caso del niño de 11 años, que fue secuestrado en su hogar en el distrito de Potrerito, en Jamundí, ha generado una gran preocupación en la comunidad.
El caso del niño de 11 años, que fue secuestrado en su hogar en el distrito de Potrerito, en Jamundí, ha generado una gran preocupación en la comunidad.
El caso del niño de 11 años, que fue secuestrado en su hogar en el distrito de Potrerito, en Jamundí, ha generado una gran preocupación en la comunidad. Según confirmó el alcalde de la ciudad, el menor se encuentra en buena condición de salud, lo que ha aliviado la angustia de sus familiares y vecinos. Este incidente ocurrió en un entorno marcado por la violencia y la angustia, un contexto que es cada vez más común en algunas regiones de Colombia, especialmente en el sur de Valle del Cauca.
Personero de Cali con algunos familiares del niño y la comunidad en el vecindario de Villanueva. Foto:Personería de Cali
El alcalde añadió que «los detalles del diálogo que la iglesia y los representantes internacionales están llevando a cabo no son de mi dominio. Entendiendo que se trata de un menor, hay información que debe ser tratada con mucha sensibilidad». Esta afirmación subraya las complicadas dinámicas que rodean al caso, donde la privacidad y la seguridad del niño son de suma importancia.
Secuestro infantil en Jamundí, Valle del Cauca Foto:Captura de pantalla
El alcalde de Jamundí mencionó parte de la comunicación establecida con el grupo armado: «Según lo que ha transmitido el Padre Ómar (Arturo López, vicario de la zona sur de la Arquidiócesis de Cali), se ha informado que el niño está bien y que hay intenciones de realizar un intercambio. Asimismo, se ha indicado que el secuestro fue un error». Estas declaraciones han generado esperanzas en la comunidad, que sigue atenta a las evoluciones del caso.
Marzoa en Cali clamando por la liberación del niño. Foto:Juan Pablo Rueda / El TIempo
Desde el 3 de mayo, un equipo que incluye a representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Cruz Roja y la Arquidiócesis de Cali ha estado trabajando en un proceso humanitario con el objetivo de asegurar la liberación del niño. Autoridades de Cali y Jamundí han confirmado la pertenencia del menor a manos del grupo disidente del frente ‘Jaime Martínez’.
Las declaraciones del alcalde de Jamundí emergieron en medio de una marcha por las calles de la ciudad, donde los manifestantes exigían el regreso seguro del niño, quien lamentablemente no pudo celebrar el Día de la Madre junto a su familia. Este clamor resuena con fuerza en una comunidad profundamente afectada por la inseguridad.
La funcionaria municipal de Jamundí, Martha Isabel Gutiérrez, también expresó su preocupación, afirmando que «tenemos información sobre el estado físico del niño, que es relativamente bueno; no obstante, las circunstancias requieren que tratemos esta situación con la mayor discreción posible».
El arzobispo de Cali, monseñor Luis Fernando Rodríguez, fue claro al manifestar su deseo de que el niño «fuera devuelto sano y salvo, sin condiciones, para que pueda volver a vivir en paz con su familia». También se ofreció la ayuda de la Iglesia en este caso, haciendo eco del papel humanitario que han jugado en otras regiones azotadas por la violencia.
«Es doloroso observar cómo fenómenos que creíamos erradicados parecen estar emergiendo nuevamente en nuestro país», comentó el arzobispo. Esto destaca la necesidad de una respuesta colectiva y efectiva ante el uso de niños como víctimas en conflictos de esta naturaleza. En palabras del Personero de Cali, Gerardo Mendoza: «Los niños no deben ser utilizados como instrumentos de violencia. Es inaceptable que sean reclutados o manipulados por grupos armados ilegales».
El Personero subrayó que este incidente es solo uno de varios casos alarmantes que demandan una respuesta inmediata y eficaz para proteger a los menores en el país.
Con notable indignación, el gobernador del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, rechazó el secuestro del niño, considerándolo un acto profundamente reprobable y doloroso para toda la sociedad. Ella hizo un llamado a activar rutas que faciliten su liberación. «Los niños son intocables; deben estar enfocados en su educación, juego y desarrollo, no en la violencia que lamentablemente nos rodea». La Gobernadora enfatizó que este acto representa una violación de los derechos humanos que debe ser erradicada.
El gobernador se comprometió a desplegar todos los recursos operativos de la policía y el ejército para localizar al niño y perseguir a los responsables del secuestro. Este es un deber que involucra no solo a las autoridades locales, sino también a organizaciones como la Iglesia y la ONU, tal como lo subrayó Toro: «Es vital que activemos todas las rutas que nos ayuden en la liberación de este menor y en la defensa de los derechos de los niños». Añadió que a aquellos que han perpetrado este acto se les debe exigir que devuelvan al niño de manera segura.
Llamada profética de Leo XIV la noche anterior a su elección. Foto: