He tenido la oportunidad de entrevistar a numerosos líderes en el ámbito de la marca, y a lo largo de estas conversaciones, una cosa se ha manifestado de manera clara: la duración de la batería es una de las características que más influyen en las decisiones de compra de un teléfono inteligente. Si nos enfocamos en el mercado europeo, nos encontramos con un estándar que parecía estar estancado en un número muy específico: alrededor de 5,000 mAh. Este valor se ha mantenido casi inalterable a través de diversas generaciones de dispositivos móviles, lo cual ha sido un reflejo de las limitaciones tecnológicas de los fabricantes hasta ahora.

Sin embargo, el fabricante chino Honor ha rompido finalmente este molde con su modelo de 8,000 mAh. Esta evolución no solo se refleja en la lucha por aumentar los miliamperios hora, sino que también se extiende a la calidad y la facilidad de uso en los dispositivos, un enfoque que los fabricantes chinos están adoptando para destacar en un mercado cada vez más competitivo.

Loco por la capacidad. Al superar la barrera de los 6,000 mAh, hemos visto un avance que ha sorprendido a todos: existen indicios de que este registro ha sido sobrepasado, pero no hay claridad acerca de hasta dónde puede llegar esta carrera de capacidades. El dispositivo de Honor ha introducido 8,000 mAh en un teléfono de solo 8 mm de grosor, una medida que se asemeja a la de cualquier otro aparato tradicional. Por su parte, Realme ha ido aún más lejos con su impresionante modelo de 10,000 mAh, que ha dejado obsoleto el estándar de 5,000 mAh que dominaba el sector hasta hace poco, aunque es importante recordar que no todo lo que brilla es oro en esta industria.

Un cambio en la industria. Esta impresionante capacidad ha sido posible gracias a la innovación en baterías de silicio y carbono. Los fabricantes están liderando esta tendencia, introduciendo tecnologías que permiten almacenar mucha más energía en un espacio reducido, algo que antes parecía difícil de lograr. La popularidad de esta tecnología ha crecido significativamente, aunque muchos fabricantes, incluidos varios de los principales en China, han decidido limitar su uso a su país debido a los altos costos asociados.

Más allá del silicio. Otro aspecto fundamental para el futuro próximo es la longevidad de las baterías. Un ejemplo claro es el OnePlus 13T, que es capaz de funcionar directamente a través de la corriente eléctrica sin depender exclusivamente de su batería. Esta característica, que hemos visto antes en modelos como los de Redmagic y que Sony también exploró con sus dispositivos Xperia, es clave para proteger la vida útil de las baterías en situaciones en las que sufren más desgaste, como durante los ciclos de carga y descarga.

Un aliado perfecto. Gran parte de estos avances se deben a la colaboración con CATL, uno de los gigantes en la industria de las baterías, conocido sobre todo en el ámbito de los automóviles eléctricos e industriales. Durante los últimos años, CATL ha trabajado mano a mano con compañías como Realme en el desarrollo de innovadoras baterías, apostando principalmente por el uso de silicio-carbono como material revolucionario.

Un dardo al resto de los fabricantes. La barra se ha elevado y los 6,000 mAh (o incluso más) están comenzando a convertirse en un estándar en el mercado. Esto significa que otros fabricantes, especialmente los que no son de China, deberán adaptarse para seguir siendo competitivos. Lanzar un dispositivo con una batería de solo 5,000 mAh pronto podría convertirse en un desventaja significativa en un mercado que exige más capacidad y mejor rendimiento.

Imagen | Rojizo

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