¿Por qué se han disparado las tasas de los bonos públicos en Colombia? Así lo explica el Banco de la República
– Tinta clara
noviembre 20, 2025
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Las tasas de interés de los bonos de la deuda pública colombiana muestran un crecimiento persistente desde inicios de 2024, fenómeno que ha causado alarma no solo entre
Las tasas de interés de los bonos de la deuda pública colombiana muestran un crecimiento persistente desde inicios de 2024, fenómeno que ha causado alarma no solo entre los analistas financieros sino también en el propio Banco de la República.
En un reciente análisis publicado en el blog del banco, editado por la Administración Técnica, la entidad afirma queLa recuperación no se explica como consecuencia de la política monetaria -que de hecho bajó las tasas- sino más bien por un deterioro en la percepción de las finanzas públicas.
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«El aumento de los tipos de interés de los bonos públicos desde principios de 2024 se debe principalmente a la compensación adicional que buscan los inversores para cubrir los riesgos asociados al estado de las finanzas públicas», según el blog. Y agrega que este comportamiento «no se explica por la tasa de interés de intervención del Banco de la República».
El análisis se basa en que: mientras la tasa de política monetaria cayó cuatro puntos porcentuales (de 13,25 a 9,25 por ciento en 2024), la tasa de los títulos de deuda a 10 años subió casi dos puntos. En un escenario normal, ambos movimientos irían en la misma dirección. caduca.
trabajando juntos
El mismo análisis sugiere que se entiende la importancia de comprender el comportamiento de estas dos variables, ya que proporciona señales clave sobre la salud de la economía.
«Las tasas de los bonos son un termómetro del riesgo país. Si suben a pesar de que la política monetaria está bajando los tipos, el mercado envía un fuerte mensaje sobre la gestión fiscal», explica el documento.
En octubre, el consejo de administración del emisor cerró seis meses consecutivos sin modificar la tasa del 9,25%. foto:banco de la república
Es decir, no basta con que la inflación se calme y que el Banco de la República baje la tasa. Si las cuentas fiscales no muestran una trayectoria sostenible, los costos de financiamiento seguirán siendo altos.
Como se explica en el análisis del emisor, la tasa de los bonos gubernamentales tiene dos componentes principales. La primera, la tasa base, está estrechamente relacionada con la tasa de intervención del Banco de la República y las expectativas inflacionarias futuras. En otras palabras, la tasa que exigiría un inversor si no hubiera riesgos crediticios adicionales o incertidumbre sobre el valor futuro del título.
El segundo componente –y el que hoy ejerce presión– es la compensación del riesgo: la prima adicional que exigen los compradores para asumir el riesgo asociado a la deuda pública.
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Ese riesgo está relacionado con la salud fiscal del país. «Cuando la deuda pública y el déficit fiscal crezcan rápidamente y alcancen niveles elevados, los inversores notarán el deterioro de las finanzas públicas y buscarán compensación por la compra de bonos más riesgosos», según el análisis del emisor.
Lo que muestran los datos
El Banco de la República contrasta tres curvas: la tasa de intervención observada, la tasa de intervención esperada y la tasa de bonos gubernamentales a 10 años para explicar lo que sucede actualmente en el mercado. El primero, explica, ha caído claramente, mientras que el segundo se ha mantenido relativamente estable, respaldado por expectativas inflacionarias ancladas o incluso a la baja.
Por lo tanto, el aumento en la tasa de TES no puede atribuirse a estas variables. «Tampoco puede explicarse por cambios en las expectativas sobre ese tipo de interés en el futuro», advierte el Emisor, quien señala que estas expectativas han cambiado muy poco desde principios de 2024.
La clave es la diferencia entre la tasa de los bonos y la tasa de intervención esperada –la llamada “prima de riesgo”– que ha ido aumentando desde principios de 2024. Esa prima ha aumentado considerablemente, incluso si hubo una ligera reversión entre julio y octubre de 2025.
El comportamiento es claro: cuanto mayor es la preocupación por las cuentas fiscales, mayor es la prima de riesgo y, por tanto, mayor el tipo de interés exigido al Gobierno para financiarse.
La compensación necesaria para cubrir el riesgo de deuda ha aumentado en consonancia con el deterioro fiscal. foto:iStock
Deuda pública
El análisis del emisor compara la prima de riesgo con el nivel de deuda pública como porcentaje del PIB. Ambas curvas se mueven en la misma dirección, lo que refuerza la lectura del mercado: los inversores buscan más compensación al ver un deterioro fiscal real.
Según palabras del Banco de la República, «la comisión requerida para cubrir el riesgo de la deuda ha aumentado en consonancia con el deterioro de las finanzas públicas».
Esto afecta directamente al bolsillo del Estado. Si la tasa que se paga por los préstamos aumenta, se deberían asignar más fondos al servicio de la deuda y menos a la inversión social o en infraestructura. El gobierno entonces enfrenta dos caminos: ajustar el gasto o endeudarse aún más, un ciclo que puede profundizar el deterioro.
El resultado, como señala el Emisor, es abrumador: el reciente aumento de las tasas de los bonos públicos tiene poco que ver con la política monetaria y casi todo con la percepción de la salud fiscal del país. Un recordatorio de que la estabilidad macroeconómica no es tarea únicamente del banco central, sino también del Gobierno en su conjunto.