Operaciones de recuperación en espacios públicos tras la agresión a un conductor de autobús urbano por parte de un vendedor ambulante en el centro
– Tinta clara
noviembre 12, 2025
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Él centro de barranquilla Fue escenario de un hecho violento que encendió alarmas sobre la convivencia en los espacios públicos. La tarde del martes 11 de noviembre, un
Él centro de barranquilla Fue escenario de un hecho violento que encendió alarmas sobre la convivencia en los espacios públicos. La tarde del martes 11 de noviembre, un conductor de la empresa Sobusa, identificado como Eder José Sierra Alfaroresultó gravemente herido tras ser atacado por un vendedor ambulante en la Carrera 44, entre calles 35 y 36.
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Según testigos, todo empezó cuando la carrocería del autobús Tropezó accidentalmente con una ‘pequeña cabaña’ ubicado en la carretera. El conductor detuvo el vehículo y bajó para ayudar a acomodar la mercancía, pero el reclamo del comerciante rápidamente se convirtió en un confrontación.
En el piso, Éder Sierra Alfaro gravemente herido por el ataque del vendedor ambulante. Foto:Redes sociales
Lo que parecía una discusión terminó en una agresión brutal. El vendedor, acompañado de otros sujetos, golpeó al conductor con un objeto contundente y le propinó puñaladas. Sierra Alfaro convulsionó dentro del autobús tras recibir un golpe en la cabezamientras pasajeros y transeúntes intentaban auxiliarlo en medio del caos. Lo llevaron de urgencia a un centro de salud, donde se encontraba bajo atención médica.
La Policía investiga los hechos e informó que trabajan para identificar a los responsables, mientras que la empresa Sobusa condenó el ataque y pidió garantías para la seguridad de sus trabajadores. Por su parte, el gremio del transporte expresó su preocupación por el aumento de Sucesos violentos en el centro de Barranquillalo que atribuyen a la invasión del espacio público por parte de las ventas informales.
Según los portavoces, el Falta de control sobre la ocupación de andenes y vías. ha generado un ambiente de tensión permanente entre conductores, peatones y vendedores, lo que aumenta el riesgo de enfrentamientos como el ocurrido el martes.
Un sector piensa que esta acción golpea a quienes dependen de las ventas informales para sobrevivir. Foto:alcaldia de barranquilla
Para los transportistas, el recuperación del espacio público No es sólo una cuestión de movilidad, sino también de seguridad, por lo que pidieron a las autoridades operativas reglas claras que permitan la convivencia sin afectar la actividad comercial ni la prestación del servicio de transporte. Y fueron escuchados.
Distrito toma medidas en la carrera 44
La violencia registrada en el corazón comercial de la ciudad puso en evidencia un problema que Barranquilla tiene desde hace años: la invasión del espacio público y falta de control sobre la actividad informal.
El centro es un territorio donde convergen el comercio formal, informal y el transporte público. Foto:alcaldia de barranquilla
A poco menos de 24 horas del ataque, la Alcaldía Distrital, a través del Secretaría de Control Urbano y Espacio Públicodesplegó un operativo en la misma zona donde ocurrió el ataque. Con el apoyo de la policía nacional, Funcionarios de la Policía de Tránsito y Consejerías de Movilidad, recorrieron la carrera 44 entre calles 35, 36 y 37 para verificar que los vendedores contaran con los permisos vigentes.
Durante el día, Se incautaron cinco carretillas y carretas por falta de autorizacióny se inició el proceso de individualización de los comerciantes para establecer si cuentan con requisitos judiciales. “Estamos haciendo control y verificación para garantizar el orden en los espacios públicos y la seguridad de todos«, indicó la Secretaría en un comunicado. El operativo busca recuperar zonas peatonales y evitar que se repitan actos de intolerancia como el ocurrido el martes, en un sector donde la congestión y la informalidad son parte del paisaje cotidiano.
Sin embargo, las medidas abren un debate complejo: la premisa de “los pecadores pagan por los justos«, quedó en los comentarios del anuncio. Para algunos, los operativos son necesarios para garantizar la movilidad, la seguridad y el respeto a las reglas; para otros, representan una acción que golpea a quienes dependen de las ventas informales para sobrevivir.
El centro de Barranquilla es un territorio donde convergen el comercio formal, el transporte público y cientos de vendedores que ocupan andenes y vías, generando tensiones permanentes. ¿Cómo equilibrar el derecho al trabajo con el derecho al espacio público? ¿Hasta dónde debe llegar la autoridad para imponer el orden sin ignorar la realidad social?
Varios transeúntes subieron para ayudar al conductor, que yacía en el interior del autobús. Foto:Redes sociales
La recuperación del espacio público es un objetivo que Barranquilla persigue desde hace años, pero los últimos acontecimientos demuestran que las operaciones específicas no son suficientes. Las administraciones actual y pasada han incluido la recuperación de este espacio en sus propuestas de gobierno; Han tomado medidas, hecho obras, pero el problema se debe a algo mucho más complejo.
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Se ha hablado de política integral que combina control, diálogo y alternativas para los vendedores, evitando que la solución sea sólo el embargo de los montacargas, pero el proceso aún no es del todo exitoso. El ataque al conductor de Sobusa ha sido visto como síntoma de este gran problemareiterando que se necesita más que sanciones para garantizar el orden y la paz en sus calles.
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