Algo está cambiando en Mercamadridy no es sólo el ritmo de los camiones que entran y salen desde la primera hora. El recinto ha dado un paso más hacia el futuro con la entrada en escena de un minibús capaz de moverse sin depender del control directo de un conductor. La imagen puede sorprender incluso a quienes conocen bien este lugar, un enclave que funciona día y noche. El Ayuntamiento ha elegido este espacio para mostrar cómo quiere empezar a probar tecnologías que pretenden convertirse en algo cotidiano en los próximos años.

Donde realmente comienza el experimento. El nuevo Espacio Urbano Inteligente convierte Mercamadrid en un lugar para medir, con datos reales, cómo funcionan determinadas tecnologías en la gestión urbana. El Ayuntamiento ha activado aquí un piloto incluido en el proyecto europeo Movilidades para la UEque utiliza recintos delimitados para evaluar su impacto en situaciones operativas. En este caso se analizan indicadores de movilidad, eficiencia y seguridad que permitirán saber si las soluciones aplicadas pueden ser replicadas y posteriormente escaladas a otras zonas de la ciudad.

¿Quién está detrás del minibús? La nota oficial del Ayuntamiento no especifica el fabricante del vehículo utilizado en el piloto, pero sí las imágenes difundidas por los socios del proyecto y el material proporcionado por Somauto Señalan que es el e-CENTROun modelo de la empresa turca Otokar. Se trata de un minibús eléctrico diseñado para circular en entornos urbanos y que cuenta con una versión con capacidad de conducción autónoma de nivel 4.

El e-CENTRO está preparado para moverse de forma autónoma gracias a un sistema que combina percepción del entorno, visión de 360 ​​grados y análisis continuo de la vía. Este equipamiento permite al vehículo planificar su ruta y reaccionar ante los elementos que encuentra en un espacio limitado y monitorizado. En el material compartido se puede ver a una persona en el asiento delantero, pero el comunicado oficial no ha especificado su función.

Números de vehículos. El e-CENTRO es un minibús eléctrico de 6,6 metros de longitud que incorpora baterías NMC Li-ion de 110 kWh instaladas en el suelo, disposición que libera espacio interior y permite una capacidad de hasta 32 pasajeros. Su motor DANA-TM4 entrega 100 kW (pico 200 kW) y 1.200 Nm para trayectos urbanos. Según el fabricanteSoporta una recarga completa en 1,5 horas y utiliza un sistema de frenado regenerativo que recupera hasta el 25% de la energía en la circulación urbana.

El concepto detrás del experimento. El Ayuntamiento define estos espacios como áreas donde se combinan infraestructuras físicas con sensores, actuadores y sistemas de telecomunicaciones conectados al Sistema Operativo de la Ciudad. Su función es monitorizar en tiempo real lo que ocurre en el entorno y generar datos que permitan ajustar con mayor precisión la gestión urbana. El proyecto también incluye un Centro de Interpretación de Smart City, diseñado para mostrar a los ciudadanos cómo funcionan estas tecnologías.

Como decimos, el piloto forma parte de Mobility for EU, un consorcio liderado por Madrid y Dresde, ciudad alemana que codirige el proyecto y actúa como socio estratégico en su coordinación. Este grupo reúne a 29 socios de nueve países y extiende sus pruebas a ciudades como Espoo, Gdansk, Ioánnina, Sarajevo y Trencin.

En él participan operadores de transporte, empresas tecnológicas y universidades que colaboran en diferentes niveles del proyecto. Entre los miembros se encuentran Alsa, PreZero, MásOrange, Ferrovial, SAP, Volkswagen, T-Systems y las Universidades Politécnicas de Madrid y Dresde, junto a otras entidades vinculadas a la transición digital y la movilidad sostenible.

La hoja de ruta y el dinero en juego. El Ayuntamiento ha encuadrado este piloto dentro de su Estrategia de Transformación Digital, un plan que reserva más de 60 millones de euros para diferentes proyectos a lo largo de los próximos cinco años. Entre ellos destaca el contrato de espacios urbanos inteligentes, actualmente en fase de licitación, con un presupuesto de 7,5 millones y un plazo de ejecución de 48 meses.

Imágenes | ALSA |

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