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Tecnología

Un laboratorio chino ha conseguido generar electricidad directamente a partir de la lluvia, sin ocupar terreno ni utilizar metal – Tinta clara

  • noviembre 7, 2025
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Hasta ahora, la electricidad de una tormenta procedía únicamente de los rayos. Un equipo chino acaba de añadir otro protagonista: un dispositivo que convierte las gotas de lluvia

Un laboratorio chino ha conseguido generar electricidad directamente a partir de la lluvia, sin ocupar terreno ni utilizar metal

 – Tinta clara

Hasta ahora, la electricidad de una tormenta procedía únicamente de los rayos. Un equipo chino acaba de añadir otro protagonista: un dispositivo que convierte las gotas de lluvia en energía utilizable.

El invento proviene del Frontier Science Institute de la Universidad de Aeronáutica y Astronáutica de Nanjing (NUAA) y abrirá una nueva vía para las energías renovables. Su nombre técnico es Generador de electricidad por gotas integrado en agua, o simplemente W-DEG.

El descubrimiento. Lo que diferencia a este generador del resto no es su potencia, sino su lógica. Según el artículo publicado en la Revista Nacional de Cienciasel dispositivo flota sobre el agua y utiliza esa misma agua como parte del circuito eléctrico.

No requiere metales ni estructuras pesadas y, sin embargo, cada gota de lluvia puede liberar picos de hasta 250 voltios. Ligera, barata y eficiente: una pequeña revolución hidrovoltaica.

La lluvia como fuente de energía limpia. El principio físico detrás de W-DEG combina dos fenómenos conocidos: electrificación de contacto e inducción electrostática. Cuando una gota impacta una película dieléctrica flotante, las cargas eléctricas se redistribuyen instantáneamente entre la superficie del material y el agua, generando un pulso eléctrico. El agua actúa al mismo tiempo como electrodo inferior y soporte estructural, gracias a su alta tensión superficial e incompresibilidad: es lo suficientemente firme para soportar el impacto de las gotas, pero lo suficientemente fluida para estabilizar el sistema.

Para evitar que el agua estancada bloquee nuevas descargas, los investigadores agregaron orificios de microdrenaje que permiten que el líquido fluya hacia abajo, pero no hacia arriba. Este diseño mantiene la superficie limpia incluso durante fuertes lluvias y evita la pérdida de eficiencia.

Un pequeño prototipo. El equipo de Nankín construyó un prototipo de 0,3 metros cuadrados. Flotando sobre el agua, el dispositivo pudo iluminar 50 diodos LED simultáneamente y cargar condensadores en cuestión de minutos. Su diseño modular permite ampliarlo fácilmente para alimentar sensores ambientales, sistemas de monitoreo de la calidad del agua o pequeños equipos eléctricos en áreas lluviosas.

Además, el W-DEG es un sistema «sin suelo»: no ocupa suelo agrícola ni urbano y puede instalarse en masas de agua sin infraestructura pesada. Esto lo convierte en un candidato ideal para regiones donde la lluvia es abundante y el espacio escaso, o donde otras fuentes renovables, como la solar o la eólica, son menos constantes.

El auge de las energías flotantes. El nuevo generador chino llega en un momento en el que la energía flotante vive un auge global. Se están instalando paneles solares flotantes en estanques y embalses de todo el mundo, desde la India hasta los Alpes suizos, para producir electricidad y reducir la evaporación del agua.

Sin embargo, un estudio de la Universidad de Cornell reveló un efecto inesperado: en estanques pequeños, estas instalaciones pueden aumentar hasta un 27% las emisiones de metano y dióxido de carbono, al alterar el equilibrio de los ecosistemas acuáticos. Ante este desafío, el W-DEG surge como una alternativa más amigable con el medio ambiente. Al no cubrir toda la superficie del agua ni bloquear la luz solar, permite generar energía sin alterar la vida acuática ni el intercambio de gas natural.

¿Las tormentas generarán luz? La tecnología aún se encuentra en fase experimental. El propio equipo de NUAA reconoce que habrá que optimizar la respuesta del dispositivo ante gotas de diferentes tamaños y velocidades, algo imprescindible para condiciones reales. Pero el potencial es innegable: un generador ligero, económico y duradero, capaz de obtener energía directamente del ciclo natural del agua, sin ocupar suelo ni generar residuos.

Los investigadores imaginan enjambres de estos dispositivos flotando en lagos o embalses, cargando sensores ambientales o alimentando microrredes locales durante la lluvia. Si cada tormenta pudiera encender una luz o alimentar un sistema, los días grises ya no serían sinónimo de apagón. Con inventos como este, la frontera entre agua y energía se desdibuja y la naturaleza comienza, literalmente, a generar su propia electricidad.

Imagen | desempaquetar

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