la generación alfa está aquí – Tinta clara
- octubre 26, 2025
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¿Has visto a alguien en las redes sociales gritando «seis-siete» con las manos en el aire y una sonrisa inexplicable? No te preocupes: no estás perdiendo la cabeza
¿Has visto a alguien en las redes sociales gritando «seis-siete» con las manos en el aire y una sonrisa inexplicable? No te preocupes: no estás perdiendo la cabeza
¿Has visto a alguien en las redes sociales gritando «seis-siete» con las manos en el aire y una sonrisa inexplicable? No te preocupes: no estás perdiendo la cabeza ni entrando en el lado raro de TikTok (bueno, tal vez un poco). Es el nuevo meme que está arrasando en la Generación Alfa, y se repite tantas veces que parece una invocación colectiva. Nadie sabe lo que significa y eso es lo curioso.
Pero aquí queremos saber su origen. Si seguimos la pista nos lleva a diciembre de 2024, cuando el rapero Skrilla lanzó la canción «Doot Doot (6 7)». Según el Wall Street Journalel «6-7» de la pista se refiere a la calle 67 de Filadelfia, donde crecieron muchos de sus amigos. Pero en cuestión de semanas, Internet secuestró el número y lo despojó de todo contexto.
La siguiente protagonista fue Taylen Kinney, base de 17 años de la liga Overtime Elite. En un vídeo con compañerosKinney calificó una bebida de Starbucks diciendo: «Como un seis… seis… seis-siete», mientras movía las manos como si sopesara dos opciones. Esa simple reacciónexplica el New York Times– se subió a TikTok y al cabo de un mes se convirtió en un símbolo cultural. Kinney ganó más de un millón de seguidores, lanzó su marca «Mr. 67» y hasta una línea de agua enlatada «6-7».
12 años. Pero la explosión definitiva llegó con un niño de 12 años, Maverick Trevillian, apodado «el niño de 6-7». En un torneo de baloncesto organizado por creadores de contenido, gritó la frase con tal entusiasmo que se convirtió en un meme instantáneo. «Los niños dicen ‘6-7’ cada segundo de cada día». admitido en el Washington Postun medio que lo entrevistó junto a sus padres.
A partir de ahí, el grito saltó de los teléfonos a la vida real: los profesores lo padecen, los padres lo prohíben y hasta South Park dedicó un episodio al fenómeno.
¿Y qué significa? Si estás intentando buscar un significado oculto, deja de hacerlo: no lo hay. «6-7 es un chiste sin remate, un chiste sin lógica», explica CNN. Es el típico suceso que se difunde precisamente porque no tiene sentido. «Nadie sabe lo que significa y eso es lo curioso». dijo un profesor estadounidense al mismo medio.
Para algunos, es una especie de lenguaje secreto generacional. Como señala la lingüista Gail Fairhurstutilizar el meme es una forma de pertenencia: si sabes cuándo decirlo, estás dentro del grupo; Si no, estás fuera. El absurdo funciona como contraseña emocional. Euronoticias lo define con fuerza: «No significa nada. Absolutamente nada». Aunque algunos niños lo utilizan para calificar cosas («el nuevo álbum de Taylor Swift es un 6-7»), el consenso es que su valor está en su vacío. Es, como diría el propio Skrilla: “Una energía sin explicación”.
Y, por supuesto, los adultos están desconcertados. «Los profesores evitan decir seis o siete en clase, es como tirarle hierba gatera a los gatos». bromeó un profesor texano en The Wall Street Journal.
Memes alfa: la evolución del absurdo. Cada generación tenía su manera de confundir a los adultos. Los millennials inventaron el sarcasmo digital; La Generación Z abrazó la ironía nihilista de “Skibidi Toilet”. Pero Generación Alfa ha ido más allá: su humor se define por la total incomprensibilidad.
El lingüista Salvatore Attardo, citado por el Washington PostSostiene que «los mecanismos del humor no han cambiado desde Grecia; lo que ha cambiado es el formato». Lo que antes eran novelas cómicas ahora son vídeos de diez segundos o dos números gritados. De Euronews Señalan que este disparate como reacción al caos contemporáneo: en un mundo abrumador, gritar «6-7» es una forma de rebelión gozosa. No hay cinismo ni mensaje político: sólo la alegría de no tener que explicar nada.
Y, en cierto modo, eso encaja con el espíritu digital actual. Los memes se han convertido en un “pegamento cultural” desde hace una década: desde “Vamos a calmarnos” hasta “Chill Guy”, cada uno refleja la psicología de su época. Si “Chill Guy” encarnaba la calma zen frente al agotamiento, “6-7” representa la entrega total al caos divertido.
Aunque no es la primera vez. En realidad, gritar números aleatorios tiene una historia ilustre. El Correo de Washington compara «6-7» con el enigmático «23 Skiddoo!»expresión que recorrió Estados Unidos entre 1905 y 1906. Nadie sabía lo que significaba, pero todos la repetían. Más de un siglo después, «Ok, Boomer» marcó otro límite generacional: una forma sutil (o no tan sutil) de decir «no lo entenderías».
La diferencia es que «6-7» no significa nada sobre nada. Ninguna crítica, ninguna ironía, ningún mensaje. Es un vacío compartido, una broma comunitaria. La Generación Alfa no inventó la tendencia de adoptar un número aleatorio como lema. Sólo perfeccionó la idea de que la falta de sentido puede unirnos.
Los adultos reaccionan (y matan el meme). Como siempre, los adultos llegaron tarde. Guardián ya lo advertí: «Tan pronto como los medios hablan de ello, el meme muere». Algunas escuelas estadounidenses han prohibido decir «6-7» en clase. Otros docentes, resignados, lo utilizan para neutralizarlo: «La mejor manera de matar un meme es que lo digan los adultos». dijo un lingüista.
Y aunque los analistas lo catalogan como un ejemplo de «pudrición cerebral»Podemos hacer otra lectura diferente. Es un juego lingüístico, una forma de pertenencia tan inocente como decir «ola k ase» hace más de diez años. En palabras del comediante Josh Pray: «Estoy tratando de recuperar nuestros números antes de que cumpla 67 años y me griten en la calle».
Un legado de falta de sentido. Quizás dentro de unos meses el «6-7» desaparezca y sea sustituido por otro número («41» y «93» ya circulan, según Conoce tu meme). Pero su breve reinado dice mucho sobre cómo se comunican los jóvenes: en códigos fugaces y autorreferenciales que son completamente impenetrables para las personas mayores.
Quizás ahí resida su mensaje oculto: que no hay mensaje. Que la Generación Alfa, criada entre algoritmos y crisis, se reserva el derecho de jugar con el lenguaje sin buscarle sentido. Y eso, en un mundo donde todo se analiza, explica y monetiza, puede ser un pequeño acto de libertad.
Así que la próxima vez que escuches a un grupo de niños gritar «¡6-7!» en inglés, no te alarmes. No están poseídos. Simplemente nos recuerdan (con un humor que ya no entendemos) que el absurdo sigue siendo el lenguaje universal de Internet.
Imagen | tiktok
| Chill Guy es el último meme viral porque esconde algo más profundo: él es todo lo que aspiramos a ser