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Tecnología

una idea tan ambiciosa como arriesgada – Tinta clara

  • octubre 22, 2025
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Estados Unidos tiene una empresa que quiere llevar la inteligencia artificial más allá del laboratorio. Se llama Shield AI y su próxima creación, el X-BATpretende convertirlo en protagonista

una idea tan ambiciosa como arriesgada

 – Tinta clara

Estados Unidos tiene una empresa que quiere llevar la inteligencia artificial más allá del laboratorio. Se llama Shield AI y su próxima creación, el X-BATpretende convertirlo en protagonista de una nueva era en defensa. Se trata de un avión de combate capaz de despegar y aterrizar verticalmente, pero su característica más llamativa no está en el diseño, sino en su piloto: un sistema de inteligencia artificial llamado Hivemind eso tomará decisiones por sí mismo en pleno vuelo. El proyecto busca demostrar que una máquina puede dirigir una misión militar compleja con la misma eficacia (o más) que un ser humano.

Escudo de IA Ella no es una recién llegada. Fundada en 2015, ha pasado de ser una pequeña startup a una de las empresas más prometedoras de la defensa estadounidense. CNBC señala que está valorado en 5.300 millones de dólares tras su última ronda de financiación. Su carrera incluye Contratos relevantes con organizaciones como la Guardia Costera de los Estados Unidos., que en 2024 le otorgó casi 200 millones de dólares por su dron V-BAT. Tras ese impulso, la compañía redobló su apuesta por la inteligencia artificial, situando su software Hivemind como eje de su estrategia y de su futuro avión de combate.

Así quiere Shield AI reinventar el poder aéreo: autonomía total y bajo coste

El X-BAT está diseñado para operar donde los cazas convencionales no pueden. Puede despegar y aterrizar verticalmente, lo que le permite operar desde barcos, islas remotas o bases improvisadas sin necesidad de pista. Con un alcance de más de 2.000 millas náuticas (aproximadamente 3.700 km) y un techo de vuelo superior a los 50.000 pies, su objetivo es redefinir la autonomía en el campo de batalla. Su estructura compacta, con una envergadura de unos 12 metrosFacilita el transporte y almacenamiento: caben tres unidades en el espacio que ocupa un único caza tradicional.

Como decimos, el verdadero salto no está en el avión, sino en la inteligencia que lo gobierna. La compañía asegura que Hivemind, su sistema de vuelo autónomo, ya ha sido validado en diferentes plataformas y entornos de prueba reales. Según la compañía, puede operar incluso cuando no hay GPS ni comunicación con las bases, lo que le permitiría mantener activa la misión en escenarios donde un piloto humano no podría reaccionar tan rápido. Shield AI describe Hivemind como un sistema capaz de observar, decidir y actuar en milisegundos, aplicando un ciclo de decisión continuo inspirado en la doctrina militar del “bucle OODA”.

Según Shield AI, el X-BAT está diseñado para entrar en combate. Puede transportar armas aire-aire y aire-tierra tanto en sus compartimentos internos como en soportes externos. La compañía detalla que su arquitectura soporta desde misiles ligeros hasta municiones de ataque de largo alcance, además de un conjunto de sensores activos y pasivos que cubren todo el espectro de detección. Estos incluyen un paquete de guerra electrónica lo que le permitiría operar en entornos con interferencias de señal o ataques. En conjunto, busca combinar sigilo, autonomía y poder ofensivo en un solo sistema.

La propuesta económica de Shield AI es uno de los argumentos más llamativos: la empresa afirma que el cuyo precio unitario supere los 100 millones de dólares. Esta diferencia no sólo reduciría la factura inicial, sino que, según la compañía, permitiría desplegar más aviones y multiplicar las incursiones en un teatro de operaciones; Sin embargo, la reducción de costos esperada depende de economías de escala, cadena de suministro y costos de mantenimiento que aún no se demuestran en la producción en masa.

Shield AI garantiza que el desarrollo del X-BAT avance según los plazos previstos. La compañía afirma haber completado las pruebas en el túnel de viento, el motor y las secciones estructurales, así como las pruebas de firmas de radar. Su objetivo es realizar los primeros vuelos con despegue y aterrizaje vertical en 2026, alcanzar capacidad operativa en 2028 y inicio de producción en 2029. Por ahora se trata de un calendario interno y no de un compromiso contractual, pero la empresa lo presenta como una demostración de que la autonomía aérea ya no es una idea de laboratorio, sino un programa en construcción.

La autonomía del X-BAT también nos obliga a pensar en su seguridad digital. Los sistemas controlados por inteligencia artificial dependen de redes y software complejos, lo que los expone a posibles intentos de interferencia o manipulación. Si se alteran los datos que procesan, su comportamiento podría verse afectado. Shield AI aún no ha detallado cómo planea proteger el flujo de información de la aeronave, aunque en los programas de defensa no es raro que ciertos aspectos técnicos se mantengan en secreto.

Imágenes | Escudo de IA

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