Karen Peña, ama de casa joven en Colombia
- mayo 3, 2025
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En un hogar donde los hombres predominan, hay una mujer que se destaca. Karen Peña es la única mujer rodeada por su esposo y sus cuatro hijos, todos
En un hogar donde los hombres predominan, hay una mujer que se destaca. Karen Peña es la única mujer rodeada por su esposo y sus cuatro hijos, todos
En un hogar donde los hombres predominan, hay una mujer que se destaca. Karen Peña es la única mujer rodeada por su esposo y sus cuatro hijos, todos ellos apoyando su trayectoria profesional. Apenas tiene 32 años y orgullosamente se define como un «ama de casa». Sin embargo, su papel trasciende lo convencional; ha establecido una organización que nuclea a más de 1,000 mujeres, como ella, provenientes de diversas partes del país. Karen está convencida de que era indispensable elevar la voz sobre la economía del cuidado no remunerada, así como sobre los derechos sociales y políticos de aquellas que han decidido permanecer en el hogar. Su proyecto, titulado «A +», ha captado la atención de varios sectores, obteniendo reconocimientos y siendo invitada a paneles en diversas conferencias aliadas. Su mensaje se ha expandido a través de redes sociales y en foros donde comparte su experiencia.
Hubo un momento en que pensó que podría extender su influencia al ámbito político, aspirando a un cargo en la presidencia de la República. A pesar de que esto no ocurrió, Karen no se ha rendido. Con entusiasmo, se presenta en cada entrevista, mostrando una convicción inquebrantable y una proyección a futuro que es palpable. Esta es la historia de su vida.
En efecto, tengo gemelos, que son el inicio de mi numerosa familia. Mis hijos tienen 13, y cuando estaba embarazada, estudiaba en la universidad a los 19 años, lo que complicó mi vida. Posteriormente, tengo otro hijo de 7 años, y cuando creía que todo se había detenido, ¡oh, sorpresa! Nacieron los gemelos que ahora tienen 5 años… ¡y todos son varones!
Así es. Al culminar mi último embarazo, llegué a pesar más de 120 kilogramos, lo que me sumió en una depresión, ya que era muy joven. Alcancé los 132 kg y no me reconocía, lo que me llevó a la decisión de perder peso. Sin embargo, al igual que muchas mujeres, no tenía a nadie que me apoyara. La depresión me hizo dudar sobre continuar con mi vida, y me percaté de que era necesario ser un ejemplo para mis hijos. «Tienes que cuidarte».
Al no tener motivación, decidí abrirme en Instagram, compartiendo mi historia. Anunciaba mi progreso, mostrando aquél proceso. Comenzaron a escribirme mujeres de diferentes lugares, comentando sobre sus propias dificultades, y dije: «Si tantas viven situaciones similares, ¿por qué no unimos nuestras experiencias?». Así comenzó la comunidad que necesitaba y que no existía en ese momento.
Cuando empecé a crear contenido, quise provocar una reflexión sobre lo que significa ser ama de casa, abogando por nuestros derechos humanos y políticas. Ya en 2023 tenía una comunidad consolidada en redes sociales, pero anhelaba que no fuera solo contenido cotidiano. Entonces empezamos a abordar temas como la salud mental y las responsabilidades de economía del hogar.
Un día decidí escribir a la vicepresidenta Francia Márquez, presentándome como la primera mujer de una organización de amas de casa que deseaba interactuar con las entidades gubernamentales. Alguien me advirtió sobre la cantidad de cartas que recibía el vicepresidente, y era cierto; fue difícil, pero no desistí. En ese proceso, me enteré que el gerente de prensa de Francia Márquez era amigo de mi madre. Ella se ofreció a ayudarme.
A los ocho días me llamaron para invitarme a un evento donde asistirían 20 líderes mujeres, y allá fui para representar a las amas de casa.
Compartí tres demandas: el reconocimiento social de la economía del cuidado como un trabajo real, el reconocimiento económico para asegurar ingresos para las amas de casa, y, por último, el reconocimiento político que nos permita tener voz en las políticas públicas diseñadas a nuestro favor.
Me escucharon, me dijeron que el discurso era inspirador. Me ofrecieron mover algo con el Ministerio de Igualdad y, desde entonces, he trabajado en una organización que protege a más de 1,000 amas de casa en el país. A mi regreso a Bogotá, entendí que debía formalizar nuestra comunidad, así que cree el Proyecto A + Fundación.
Tres objetivos: salud física, salud emocional y economía doméstica, todos centrados en las amas de casa. Esta es una plataforma digital, una base de apoyo online. Las mujeres que se unen reciben tratamiento psicológico, entrenamiento físico, clases de marketing, finanzas y comunicación, todo ello sin apoyo de entidades públicas.
Les diría que revolucionen la percepción sobre lo que significa ser ama de casa. Esta es una nueva generación de mujeres donde el liderazgo comienza en casa. Nadie decidirá por nosotros; somos las únicas que podemos alcanzar nuestros sueños. Ser ama de casa es un papel valioso, un pilar de la sociedad. Imaginen un día sin mujeres en este papel: niños desatendidos, ancianos perdidos, mascotas hambrientas. Somos la columna vertebral de la sociedad y nuestro papel es fundamental.
Deseo realizar ‘Expo A +’, no como una feria de emprendimiento convencional, sino como un evento nacional que una a mujeres de diversas áreas del hogar. También anhelo llevar este proyecto a diferentes ciudades, donde se reconozca que ser ama de casa no tiene que ser considerado de poco valor. Espero que, eventualmente, podamos tener representación en el Senado en nombre de las amas de casa.
Es necesario hacerlo. Veo un país donde se unen fuerzas, emergiendo un nuevo liderazgo positivo. Si como sociedad decimos que queremos un cambio genuino, podremos avanzar. Las cosas no cambian por sí solas; requieren nuestro esfuerzo y acciones concretas.
Tengo … todos me preguntan: «¿Y la niña?» Y yo respondo: «No, ya estoy completa, porque nunca llegaron las chicas». Mi enfoque ahora es abogar por las amas de casa en Colombia.
José Manuel Acevedo
CEO de RCN