La llamada urgente de los habitantes de la línea de meta
- mayo 2, 2025
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Un nuevo ataque del río Ariari, que se transfiere al río Viejo, ha puesto en estado de emergencia a los habitantes de al menos cinco caminos en los
Un nuevo ataque del río Ariari, que se transfiere al río Viejo, ha puesto en estado de emergencia a los habitantes de al menos cinco caminos en los
Un nuevo ataque del río Ariari, que se transfiere al río Viejo, ha puesto en estado de emergencia a los habitantes de al menos cinco caminos en los municipios de El Dorado y El Castillo. Este fenómeno natural ocurrió poco más de un mes después de su primer desbordamiento en la misma área de Alto Ariari, en el departamento de Meta, evidenciando la vulnerabilidad de la región ante inundaciones severas.
Raúl Hernández Quimbayo, presidente de la Junta Comunitaria de Vereda La Isla Uno en El Dorado, ha solicitado urgentemente apoyo al gobierno nacional. En sus palabras: «El desbordamiento de los Ariari nos ha aislado porque el camino fue tomado; nos tiene sin luz y con el agua alrededor del cuello». Esta descripción ilustra la crítica situación que viven los residentes, quienes se encuentran totalmente incomunicados y sin acceso a servicios básicos importantes.
Rescate en los municipios de El Dorado y El Castillo, tras la devastadora embestida del río Ariari, en Meta. Foto:Facil
Las intensas lluvias que afectaron la Cordillera Oriental durante la tarde y noche del domingo provocaron que el río Ariari abriera nuevos cauces, trasladando agua al antiguo río y causando devastadoras inundaciones que se extendieron desde la mañana hasta el mediodía del lunes. Esta situación no solo amenazó la seguridad de las comunidades, sino también sus medios de vida.
Hernández comentó sobre la prevención que se llevó a cabo entre los vecinos: «Una vez que se nos advirtió sobre las inundaciones, comenzamos a comunicarnos entre nosotros, lo cual nos permitió evitar la pérdida de vidas. Desafortunadamente, muchos cultivos de plátano, yuca, papaya y otros, han sido dañados, y hemos perdido animales». Estas palabras reflejan la difícil realidad que enfrentan los habitantes de la región, que deben luchar no solo contra el agua, sino también contra la devastación económica que esto conlleva.
A raíz del desastre, el gobernador de Meta, Rafaela Cortés, tomó medidas inmediatas al ordenar la atención a la emergencia a través de la Dirección de la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres (Digerd). Esta entidad comenzó a evaluar los efectos en las áreas afectadas, incluidas La Isla, San José, Diamante, San Isidro y Pueblo Sánchez. Asimismo, se coordinó con agencias de ayuda y la fuerza aeroespacial colombiana (FAC) el envío de un helicóptero Blackjack UH-60, que se utilizó para evacuar a familias aisladas, lo cual implicó un alto riesgo debido a las inundaciones.
Operaciones de rescate en los municipios de El Dorado y El Castillo, tras el impacto del río Ariari, en Meta. Foto:Facil
El personal del helicóptero, conocido como Ángel, compuesto por un equipo de pilotos y rescatistas, actuó rápidamente en respuesta a la situación de emergencia. Gracias a su intervención, lograron rescatar a 23 personas, entre ellas seis niños, adultos mayores y personas con limitaciones físicas. La FAC informó que estas personas estaban localizadas en seis puntos diferentes donde el río aún no había llegado, aunque la mayoría de sus viviendas habían sido inundadas e incomunicadas.
Yoder Quintero, uno de los afectados de Island One en El Dorado, compartió su angustiante experiencia: «Estamos aislados por todos lados, el río es enorme; no tenemos forma de salir, no hay luz ni agua y estamos en una situación crítica». También enfatizó que muchos residentes de la aldea El Diamante no han podido evacuar debido a que el acceso a sus viviendas ha sido completamente bloqueado por las aguas desbordadas.
Tanto Hernández Quimbayo como el alcalde de El Dorado, Óscar Olaya, han apelado a Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos de Desastres (UNGRD). Los líderes locales suplican que se cumpla el compromiso hecho por Carrillo durante una visita reciente, en la que prometió enviar maquinaria para intervenir en la zona afectada, donde el río Ariari ha abierto su cauce hacia el río Viejo.
UNGRD ha enviado ocho máquinas para apoyar los trabajos en las comunidades adyacentes al río Ariari. Foto:Gobierno del meta
El presidente de la junta comunitaria ha insistido en que «no necesitamos maquinaria amarilla pequeña, ya que supuestamente están enviando tres máquinas muy pequeñas que tienen un alto riesgo de ser arrastradas por la corriente. Lo que realmente requerimos es maquinaria grande». En un esfuerzo por responder a esta demanda, la entidad ha enviado ocho máquinas con el compromiso de realizar labores de apoyo durante 2.400 horas.
Este complicado panorama subraya la necesidad urgente de una respuesta coordinada y efectiva frente a la emergencia, así como un apoyo sostenido a las comunidades afectadas que luchan por recuperarse de las devastadoras consecuencias de las inundaciones.
Nelson Ardila Arias
Especial para El Tiempo
Villavicencio