Intoxicación masiva registrada el martes en el sector de The Bowling Alley, en el mercado de Barranquilla, Ya está sujeto a investigación judicial.
Las autoridades confirmaron que seis hombres perdieron la vida después de consumir licor adulterado, mientras que otras cinco personas permanecen hospitalizadas, tres de ellos en La unidad de cuidados intensivos.
El Instituto de Medicina Legal y la Oficina del Fiscal General Asumieron el caso de establecer exactamente la causa de las muertes y determinar el origen de las bebidas ingeridas por las víctimas. Uno de los fallecidos fue identificado como Emérito Alberto Miranda Ospino, 47.
De acuerdo con la información preliminar, Los nueve hombres llegaron en estado crítico a un centro de salud desde la calle 29 con Carrera 39, en el corazón del Centro Barranquilla. Según el toxicólogo Agustín Guerrero, cuatro de ellos ingresaron prácticamente sin signos vitales.
El comandante de la policía metropolitana de Barranquilla, general Edwin Urrego, informó que se encontraron varias botellas de licor adulterado en el área. También confirmó que, según el testimonio de uno de los sobrevivientes, la persona que preparó y distribuyó la bebida en ese sector del mercado fue la primera en morir.
No es la primera vez que este tipo de caso ocurre en el mercado de Barranquilla
Este no es el primer caso de tragedia por licor adulterado en Barranquilla. En septiembre de 1989, un envenenamiento en el mismo sector dejó 21 personas muertas, cinco ciegos y cinco con trastornos mentales permanentes.
Posteriormente, el 13 de mayo de 2004, durante la celebración del Día de la Madre, se registró otro episodio en el mercado, con un equilibrio de 12 personas asesinadas.
El Distrito del Ministerio de SaludL ordenó inspecciones en el área para verificar las licores informales y anunciar operaciones de confiscación en coordinación con la Policía Metropolitana y la Sección de Investigación Criminal (Sijin).
Los vecinos y los comerciantes señalaron que en la bolera, cerca del mercado de granos, es común ver a hombres y mujeres que consumen licor diario en vidrio y botellas de plástico sin etiqueta, lo que mantiene el riesgo de envenenamiento latente.
Del mismo modo, se observó que en los municipios cercanos también existe la práctica de la producción clandestina. En soledad, en el área del antiguo cementerio, las autoridades de la salud y la policía tendrían que reforzar la vigilancia, ya que se presume que estas bebidas se fabrican en garajes y patios, luego se venden a habitantes de la calle, sin hogar y pequeños comerciantes.
La oficina del fiscal indicó que se abrirán homicidios y lesiones personales contra los responsables de la distribución del alcohol adulterado.
Mientras la investigación progresa, los cuerpos de las cuatro víctimas serán sometidos a necropsia para determinar la sustancia del envenenamiento, presumiblemente metanol. El caso mantiene alerta a las autoridades judiciales y sanitarias de la ciudad.
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