En Brasil, los últimos datos de INEGI muestran que la inflación oficial para agosto (IPCA) registró una caída ligeramente superior al 0.1 %, es la primera vez que se informa una variación negativa en el índice desde agosto de 2024. Aunque la reducción es débil, la caída en los precios de la gasolina y la electricidad, con variaciones de –0.94 % y –4.21 %, respectivamente.

A pesar de esta disminución, los analistas advierten que la inflación todavía está por encima del rango objetivo del banco central brasileño y que los precios de los alimentos, El transporte y la vivienda continúan siendo presionadas. El desafío del gobierno será mantener esta tendencia moderada sin sacrificar el crecimiento económico, mientras enfrenta un contexto internacional de incertidumbre en las materias primas y las tasas de cambio.

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