Un soldado del ejército paquistaní ocupa una posición en la frontera entre Pakistán y Afganistán en la provincia de Jaiber Pajtunjuá (imagen de archivo)Imagen: Aamir Qureshi/AFP El ejército
Un soldado del ejército paquistaní ocupa una posición en la frontera entre Pakistán y Afganistán en la provincia de Jaiber Pajtunjuá (imagen de archivo) Imagen: Aamir Qureshi/AFP
El ejército también dijo que rescató un vasto arsenal de armas, municiones y explosivos de los milicianos que intentaron ingresar a Jaiber Pajtunjuá, un día después de que 15 rebeldes perdieron la vida en esta provincia.
Este domingo, 27 de abril de 2025, el ejército de Pakistán emitió un comunicado que reveló que había eliminado a un total de 54 milicianos que estaban intentando cruzar la frontera desde Afganistán. Este evento representa uno de los enfrentamientos más letales que se han registrado en los últimos años en la región. La operación militar tuvo lugar en un contexto de creciente violencia y un ambiente de inseguridad persistente.
Según la declaración oficial del Ejército, las fuerzas de seguridad fueron capaces de identificar el movimiento de un grupo significativo que buscaba infiltrarse en la frontera durante el periodo comprendido entre el viernes y el domingo. Este seguimiento meticuloso permitió anticipar la amenaza, garantizando así una respuesta rápida y efectiva.
El ejército indicó que este «grupo de yihadistas» estaba intentando infiltrarse en posiciones específicas de sus ‘jefes njeros’, con la intención de llevar a cabo ataques terroristas. La trascendencia de esta acción se ve reflejada no solo en el número de bajas que sufrieron los milicianos, sino también en la recuperación de un importante arsenal que incluía armas, municiones y explosivos, que habría podido ser utilizado en futuras operaciones violentas.
Apenas un día antes de este anuncio, otro enfrentamiento dejó a 15 rebeldes muertos en la misma provincia, lo que a su vez cobró la vida de dos militares. Este patrón de violencia es preocupante y sugiere un posible renacer de la insurgencia dentro de Pakistán, un fenómeno que ha ido en aumento desde la toma del poder por los talibanes en Afganistán en 2021.
En un contexto más amplio, la situación de seguridad en la región ha sido agitada por tensiones políticas. Además de los enfrentamientos en el territorio paquistaní, la India ha acusado repetidamente a Pakistán de apoyar el terrorismo en el contexto del conflicto en Cachemira. Esto se ha vuelto aún más evidente tras el ataque del 22 de abril, en el que 26 personas perdieron la vida en el ataque más grave contra civiles en la región en un tiempo reciente.