¿Puede una mano robótica como Optimus o 1X sentirse como la nuestra? Investigadores de la Universidad de Cambridge y University College London creen que han dado un paso importante en esa dirección. Han desarrollado uno Piel artificial Compuesto de un solo material flexible, capaz de detectar temperatura, presión, cortes y múltiples toques simultáneos. Todo sin capas rígidas o sensores distribuidos en el interior. Y lo más prometedor, según sus creadores, es que puede adaptarse a formas complejas y promete un proceso de fabricación relativamente simple: es suficiente derretirlo, verterlo en un molde de silicona, eliminar el positivo interno y colocarlo como un guante en una estructura robótica, como se muestra en Este video demostrativo.
El núcleo de esta tecnología es un hidrogel del controlador que, cuando se combina con tomografía por impedancia eléctrica (EIT), le permite registrar continuamente lo que sucede en su superficie. Cuando se produce un estímulo (contrato, calor o presión, los campos se alteran. El sistema detecta no solo el tipo de estímulo, sino también su ubicación y condiciones ambientales. Todo esto se interpreta a través del aprendizaje automático, con latencias que dependen del número de canales activos, explican en el artículo publicado en Robótica de la ciencia.
Una membrana suave, millones de datos
El mejor ejemplo del sistema es una mano robótica de tamaño real, hueco interior, completamente cubierto con esta piel artificial. En lugar de sensores distribuidos, use exclusivamente 32 electrodos colocado en la muñeca. Esta configuración fue suficiente para extraer más de 1.7 millones de canales de información, derivados de 863,040 combinaciones diferentes.
Durante las pruebas, la mano se expuso a diferentes estímulos: un dedo humano, una sonda térmica, el impacto de un bisturí. En todos los casos, pudo distinguir el tipo de interacción y localizarla con una precisión promedio de aproximadamente 25 milímetros por encima de toda su superficie. Lo interesante es que un sensor no es necesario para cada tipo de estímulo. La membrana misma reacciona de manera diferente dependiendo de la intensidad o la naturaleza del contacto, y es el modelo de la que identifica la señal más relevante entre cientos de miles de posibilidades.
Además del tacto, esta piel puede monitorear el medio ambiente. Durante una prueba de 100 horas, el sistema registró variaciones entre 19 y 25 ° C y entre 38 y 72% de humedad relativa, como detalles La nota oficial de la Universidad de Cambridge. Todo esto con un diseño sin componentes rígidos, lo que facilita su integración en Prótesis, ropa técnica, superficies de control o robots colaborativos. Aplicaciones que van desde la rehabilitación y la exploración remota hasta el sector del automóvil.
Por supuesto, este desarrollo no comienza desde cero. En los últimos años, hemos visto otras propuestas que buscan dotar la sensibilidad a los robots, como esta piel sintética capaz de replicar el dolor, este otro que se presume para abordar la piel humana como nunca antes, o un capaz de autodescripción y reciclaje. Lo que distingue el trabajo de Cambridge y UCL es su enfoque radicalmente simplificado: una sola capa flexible, sin componentes mecánicos, que centraliza toda la sensibilidad y la interpreta por software.
Los desafíos permanecen al frente: mejorar la resolución en áreas lejos de los electrodos, reforzar la resistencia del hidrogel a largo plazo. Pero el cambio de paradigma parece estar en marcha. Todo indica que es cuestión de tiempo hasta que veamos robots no solo más avanzados en movilidad e interacción, sino también más cerca de nosotros en apariencia y sensibilidad física. Una piel artificial como esta abre la puerta a una nueva generación de máquinas que no solo ejecutan tareas, sino que también «sienten» el entorno circundante. Aun así, estamos lejos de lograr el nivel de realismo propuesto por ‘Detroit: convertirnos en humanos’.
Imágenes | Universidad de Cambridge (1, 2, 3) | Sueño Quantic
En | La Figura 02 ha funcionado solo durante una hora. Lo impactante es que tu cerebro ya recuerda y tus manos «se sienten»