desalojo violento y retenciones de tres operadores de caña – Tinta clara
- julio 12, 2025
- 0
Se registraron serios actos de violencia en las zonas rurales de Cajibío y Corinto, en el norte de Cauca, en medio de conflictos a través de la tierra
Se registraron serios actos de violencia en las zonas rurales de Cajibío y Corinto, en el norte de Cauca, en medio de conflictos a través de la tierra
Se registraron serios actos de violencia en las zonas rurales de Cajibío y Corinto, en el norte de Cauca, en medio de conflictos a través de la tierra que enfrentan comunidades campesinas, empresas privadas y el estado.
Fuerza pública, en el norte de Cauca. Foto:Archivo privado
Mientras que en Cajibío se denunció un desalojo violento en las propiedades de disputas con el Smurfit multinacional Westrock, en Corinto, la Fundación Mariana Hoyos fue el objetivo de una retención ilegal y el robo de maquinaria.
En el primer caso, los campesinos del proceso de recuperación de tierras en la aldea de El Blanco, municipio de Cajibío, denunciaron que una operación conjunta entre el ejército nacional, la policía y los presuntos trabajadores, de la compañía Smurfit Westrock, de unos 100, dejó a tres personas heridas como equilibrio, incluida una comunidad con lesiones graves, destruidos por los hogares y cultivos devastados.
Además, se informó que los agentes de policía, disparando con sus armas de dotación.
Hay temor entre los trabajadores de los fábricas de azúcar en el valle y en el norte de Cauca. Foto:Tiempo de archivo
Las familias afectadas, que desde 2021 habitan y cultivan estas tierras, aseguran que sea una acción coordinada de despojo, coincidiendo con la visita del Ministro de Defensa a Popayán.
«Denunciamos las violaciones de los derechos fundamentales y el derecho internacional de los derechos humanos que constituyen el uso desproporcionado y excesivo de la fuerza, el desarrollo de las acciones policiales y militares coordinadas y las irregularidades, la arbitrariedad y las omisiones a los protocolos de la intervención social, contenidos en los hechos descritos anteriormente», informaron en la red de derechos humanos de los francisco de los francisos del suroeste de los colombisos.
Los trabajadores del molino de azúcar rechazan la violencia. Foto:Tiempo de archivo
Las comunidades, agrupadas en procesos de resistencia territorial, han cuestionado la presencia de monocultivos forestales en el área y denuncian afectaciones al agua, el suelo y el tejido social desde la llegada de la compañía, anteriormente conocida como cartón colombiano. Exigen que el defensor del pueblo y las organizaciones internacionales investiguen los hechos y proporcionen garantías contra lo que consideran una estrategia sistemática de criminalización y desalojo.
«Solicitamos desarrollar las acciones legales necesarias para determinar las responsabilidades colectivas e individuales para los hechos consagrados en este comunicado de prensa», agrega el texto.
Desde hace décadas ha habido concursos en Mills, en Cauca. Foto:Video
En paralelo, la Asociación de Productores y Proveedores de Sugar Caña (Provaña) denunció otro evento violento que ocurrió ese mismo jueves 10 de julio en El Blancal Estate, en Corinto. Según el gremio, Se robaron tres tractores de un contratista y tres operadores fueron retenidos contra su voluntad durante varias horas, aunque posteriormente se liberó.
Marta Betancourt Morales, directora ejecutiva de Provaña, rechazó fuertemente lo que sucedió y dijo que este tipo de acciones socavan el sistema productivo, la generación de empleo y la seguridad del sector agroindustrial.
Señaló que la granja afectada pertenece a la Fundación Mariana Hoyos, una entidad sin fines de lucro que durante más de 40 años ha asignado el 100 % de sus ganancias a los programas de educación, salud y emprendimiento en comunidades vulnerables en el norte de Cauca.
«Este tipo de acciones intenta directamente contra el sistema productivo, la generación de empleo decente y el trabajo de cientos de familias que, con esfuerzo y compromiso, promueven el desarrollo de la región», dijo el director ejecutivo de Provaña.
Explicó que «la Fundación Mariana Hoyos ha sido un ejemplo de vocación social durante más de 40 años, a través del legado de la Sra. Mariana Hoyos de Gutiérrez asignando el 100 % de sus ganancias a la educación, la salud, la emprendimiento y los programas de cuidado humanitario para las comunidades más vulnerables en el norte de Cauca».
«Actos como estos generan ansiedad, desalientan la inversión y violan los derechos fundamentales como el trabajo, la propiedad privada y la vida en dignidad», señaló.
«Desde Prochaña, se reitera el llamado al gobierno nacional: garantías en seguridad física en los territorios porque la agricultura es el motor de desarrollo de Colombia. Le pedimos a las autoridades municipales, departamentales y nacionales que actúen de inmediato, restauran la orden y garantizan las condiciones para el sector agrosustrial del Cane que continúan desarrollando su trabajo sin perturbaciones», dijo el director de este Guild.
«Estos hechos generan ansiedad, violan los derechos fundamentales como el trabajo, desalientan la inversión y amenazan la vida digna y la propiedad privada», dijo Betancourt.
Provaña hizo un llamado urgente al gobierno nacional y a las autoridades locales para restaurar la orden; La seguridad en los territorios está garantizada y el desarrollo agroindustrial está protegido.
Si bien los sectores sociales requieren protección contra el uso de la fuerza en las áreas campesinas, el sector de agronegocios requiere garantías de operar sin ser objeto de acciones violentas.
Michel Romolaux
Especial para el tiempo
Popayán
Para su cumpleaños número 53, Barranquilla dio una emoción. Foto: