Están confinados o sufren de destierro por grupos armados – Tinta clara
- junio 28, 2025
- 0
Desde el segundo piso de una de las casas de madera en el refugio de Woounan, Alirio mira el ancho río San Juan. Los platanales observan unos pocos
Desde el segundo piso de una de las casas de madera en el refugio de Woounan, Alirio mira el ancho río San Juan. Los platanales observan unos pocos
Desde el segundo piso de una de las casas de madera en el refugio de Woounan, Alirio mira el ancho río San Juan.
Los platanales observan unos pocos metros y al costado, sembrados con papas chinas. El indígena como su comunidad en el refugio de Chachajo confía su espíritu al Maach Aai, considerado como el Padre mayor, el Dios y el Creador del mundo de estos pueblos indígenas en uno de los rincones del extremo occidental del Valle del Cauca, que solo se rasca por los ríos.
Al principio se originó en una laguna y era un espíritu que se movía como el mar. A medida que crecía, tomó forma, se movió como un niño y comenzó a crear la tierra, el mar, las montañas, la luna y el sol. Después de esto, eligió una playa llamada Baaur do Mos (Playa de Río de Sabalo), hoy conocida como Baudó y allí creó a su hijo Ewadam. A pedido de su hijo, porque se sintió muy solo, Maach Aai creó personas a través de muñecas hechas con barro que se colocaron en la playa.
Esto es parte de la historia del plan de seguridad étnica de Wounaan en esta área del Pacífico Vallecaucano, en la frontera con la jungla Chocó.
Pero allí, el miedo ha aumentado a lo largo de los años por hombres armados que navegan por estas tierras, hasta el punto de que hay confinamiento de algunas familias, mientras que otras analizan opciones para salir del refugio en sus canoas movidos por motores, pero sin ser claros sobre su destino, temer exodo de años anteriores, cuando el Wouuna llegó a Cali y en el área urbana de Buenaventura.
Una de ellas, la del 25 de noviembre de 2021, cuando 29 familias de la ciudad de Wouna Nonam, se establecieron durante 37 años en el refugio de Santa Rosa de Guayacán, ubicado en la cuenca de Bajo Calima, fueron desplazados de su territorio por los choques entre el Eln y el ‘Gulf Clan’.
Pero no son los únicos pueblos indígenas rodeados por los violentos. El refugio Caserá Chamí de San Quinini, en el norte del valle, Ha estado sufriendo el confinamiento de parte de su población y también el exilio de aquellos que buscan un refugio para no ser asesinado.
Del exilio sufrido a fines del año pasado, de tres aceras: fría, zip y Buenavista— del municipio de Bolívar, una parte de la comunidad de San Quinini permanece en el municipio de El Dovio y otro, en Bolívar.
Según la oficina del alcalde de Bolívar, el año pasado había más de 400 personas desplazadas, de las cuales casi la mitad eran niños. El refugio corresponde al cañón del río San Quinini. Ese éxodo al Centro Urbano de El Dovio y Bolívar comenzó por el ataque contra el Mayoor del Refugio, Andrés Lobígamo. Actualmente, la unidad de víctimas lidera la articulación institucional para la reubicación de 105 familias desplazadas de Emberás en el norte del departamento.
En el centro urbano del municipio de Bolívar Se encuentran 407 personas de 105 familias del refugio de San Quinini, pertenecientes al pueblo Emberá Chamí. Llegaron a esta región del norte del valle desde octubre de 2024.
Emberás indígena, recibiendo ayuda de las víctimas en el norte del valle. Foto:Unidad de víctimas
Dada su situación y con el objetivo de avanzar en el proceso de reubicación de estas 105 familias desplazadas, la unidad de víctimas instaló una tabla de articulación inter -institucional en el municipio de Bolívar.
El director territorial de la unidad para las víctimas en el Valle del Cauca, Rosiris Angulo, enfatizó que la instalación de la tabla inter -institucional alcanzó su propósito de hacer que las entidades del orden nacional, regional y local evalúen los avances en atención a esta población indígena e identifiquen las posibles rutas para la reubicación de las familias.
Emberás indígena, recibiendo ayuda de la unidad de víctimas en el norte del valle Foto:Unidad de víctimas
«Es un proceso muy importante para esta comunidad que ha tenido que enfrentar circunstancias difíciles», dijo el director.
«La tabla articula a los actores, como la oficina del alcalde de Bolívar y también a la persona municipal, el Defensor del Pueblo, la Hobernación del Valle del Cauca y la Secretaría de la Paz de los Departamentos. Además, la Agencia Nacional de Tierras (ANT), la Unidad de Protección Nacional (UNS) y la Sociedad Especial de Activos (SAE),» dijo el oficial.
Reiteró que el refugio de San Quinini se ha visto seriamente afectado por el conflicto armado.
El desplazamiento de esta comunidad se produjo después de sufrir hechos victimizados que incluyen el asesinato de líderes comunitarios, amenazas, acoso y la instalación de minas antipersonal en sus territorios ancestrales, donde los grupos ilegales han plantado cultivos ilícitos en la jurisdicción del cañón de la tic y el río San Quinini.
«La unidad para las víctimas reitera su compromiso de continuar articulando los esfuerzos inter -institucionales para garantizar que la reubicación de los pueblos indígenas en la vulnerabilidad y su reparación integral sean una realidad tangible en todos los rincones del país y especialmente en los territorios afectados por el conflicto armado», dijo el director Angulo.
En el gobierno, indicaron que se han avanzado acciones en respuesta a la orden del 1 de noviembre de 2024 y en el monitoreo de otras órdenes, dentro del número de juicio R04, emitidas el 19 de marzo de ese año por el primer tribunal civil del circuito especializado en la restitución de tierras de Cali.
Indígena Wouraam del Pacífico Vallecaucano. Foto:Santiago Saldarriaga / Archivo el tiempo
El valle tiene en total seis pueblos indígenas reconocidos, según los registros del gobierno. Son el Emberá Chamí, en el norte y centro del departamento, con municipios críticos de grupos armados como Bolívar, El Dovio y Tuluá, donde son disidentes de ‘Adam Izquierdo’ y ’57 Yahir Bermúdez ‘.
Las disputas territoriales también ingresan a las bandas de ‘Los Rastrojos’, ‘The Inmaculate’ y ‘New Office of the North’.
En cuanto a la NASA, están en Dovio, Buenaventura, Cali, Dagua, Florida, Ginebra, Jamundí, Pradera y Yumbo. En esos municipios hay disidentes de los frentes ‘Jaime Martínez’, ‘Adam Izquierdo’ y ’57 Yahir Bermúdez ‘.
Indígena Wouraam del Pacífico Vallecaucano. Foto:Santiago Saldarriaga / Archivo el tiempo
Los pastos se encuentran en el municipio de Florida y en sus alrededores, con la influencia de los disidentes. Mientras que los INGA están en Buenaventura, Puerto Port atropellado por ‘Shottas’ y ‘Spartans’ en el área urbana y el área rural, así como en el ‘clan’, disidentes del frente ‘Jaime Martínez’, ‘Segunda Marquetalia’ y Eln, en alianzas con carteles mexicanos.
Los yanaconas son otro pueblo indígena, en Alcalá, en el norte del valle, donde hay bandas criminales y narcoparamilitarias. La sexta ciudad es el nonam wouunaan, en la zona rural de Buenaventura, con el refugio de Chachajo en el río San Juan.
Para llegar a Chachajo, una aldea de tablas de madera que pertenece a Buenaventura, en el valle, el río Calima primero debe ir primero, comenzando desde el corregimiento del Bajo Calima, también desde la ciudad portuaria, y luego navegar por las aguas del amplio río San Juan.
Allí, la situación se volvió más grave en este 2025 porque los grupos armados están alrededor de esta comunidad que vive confinada y que necesita ir a Buenaventura u otras aldeas para suministrar alimentos y combustible para sus canoas y, por lo tanto, poder movilizarse.
La persona de Buenaventura, Carlos Yefermerson, lanzó la voz de alerta para los miembros de la comunidad que han llegado a la ciudad de Puerto para denunciar la situación crítica de confinamiento de esta población indígena en la zona inferior del San Juan, luego del resurgimiento de los choques entre los disidentes de los abiertos de la parte delantera del frente ‘Jaime Martínez y el Eln.
Según el funcionario del Ministerio Público, hay 126 familias en el refugio de Chachajo, donde predomina el miedo al reclutamiento de niños, adolescentes y jóvenes, especialmente con edades de entre 16 y 18 años.
Algunas de la mayor charla de Chachajo Wounaan de que la comunidad está gobernada por diseños de espíritus, mencionando un demonio que llaman dosificación. Pero señalaron que temen a esta figura de su tradición oral menos que los hombres armados que han acosado a diferentes comunidades al borde de San Juan.
Por un lado, vive unos 3.000 en la jurisdicción del Valle del Cauca, y al otro lado del San Juan son nativos y otros habitantes en el área de Chocó.
Los Woounaan son una cultura donde sus mujeres conservan el idioma nativo y se visten con la paruma, una tela como falda.
Al igual que en Bolívar, cansados de los asesinatos y amenazas, se han presentado desplazamientos de Chachajo, pero no quieren vivir esta realidad como en el pasado, buscando refugios en Buenaventura.
Cerca está el territorio del refugio de Santa Rosa de Guayacán, en la cuenca del Bajo Calima Corregimiento de Buenaventura, declaró un refugio humanitario y biodiverso. La condición para ingresar al refugio es ser un ciudadano que promueve la coexistencia y la paz.
Como la zona humanitaria que existe en la capital municipal de Buenaventura contra pandillas criminales, el miedo también regresó a esta área confinada.
Cada refugio tiene su jaibaná, que tiene el poder de comunicarse con los espíritus. No está claro por su bastón para asustar a las maldiciones que causan enfermedades.
Su comunidad lo reconoce como un hombre de Aguerrido cuando se enfrenta a la dosificación, pero prefiere ser cauteloso cuando se trata de aquellos extraños que generalmente pasan por el río frente a las casas de Palagitos desde donde los Woounaan se ven temerosos.
Carolina Bohórquez
Corresponsal de El Tiempo
Cali
¿Cuándo dejará de llover en Colombia? Foto: