La respuesta es negativa; los puntos planteados por el gobierno parecen seguir la misma línea que propuestas laborales anteriores, que ya fueron rechazadas en dos ocasiones. Dado que el enfoque no ha cambiado, las repercusiones probablemente serán similares. Se observa que el foco principal sigue siendo el aumento del costo del empleo formal, lo que provocará que la informalidad aumente en 2 puntos porcentuales, resultando en una pérdida de aproximadamente 451,000 empleos. Además, los costos asociados con formalizar el trabajo han sido completamente ignorados en esta propuesta.
En conclusión, se mantienen las mismas problemáticas del proyecto inicial. La única posible novedad radica en el intento de aumentar los costos de despido de manera injustificada, lo cual representa un gasto considerable.
están alineadas con la propuesta original del gobierno que pretende incrementar el costo del empleo formal. Es importante recordar que la exministra de trabajo, Gloria Inés Ramírez, mencionó en su momento que la reforma no se orientaba a la generación de empleo. Por ende, sostengo que esta reforma debe ser examinada a fondo, ya que podría replicar problemas de fondo como la alta informalidad.
Es fundamental abordar los elementos que se incluyeron en la propuesta, ya que algunos, como los suplementos para labores en días festivos, aunque parecen beneficiosos para los trabajadores, tendrán repercusiones significativas. Esto es especialmente cierto para el sector comercial que depende de la disponibilidad de personal durante las noches y los fines de semana.
Los suplementos para días festivos, aunque positivos, tendrían efectos negativos en especial para el sector comercial
¿Cuánto creen que aumentarían los costos laborales con base en las preguntas planteadas?
Hemos realizado cálculos que indican que, en términos generales, para microempresas, el incremento en los costos mensuales de nómina podría alcanzar hasta un 10 por ciento. Este aumento tendría un impacto notable, dado que muchos de estos negocios operan con márgenes de ganancia muy reducidos, alrededor del 2 al 3 por ciento. Esto podría resultar en una situación negativa que desalentaría la creación de empleo formal.
Durante la rueda de prensa, Armando Benedetti y Antonio Sanguino presentaron las preguntas de la consulta. Foto: SERGIO ACERO / EL TIEMPO
¿Qué implicaciones podrían tener los cambios en las contrataciones laborales para los jóvenes en su formación profesional?
Al observar los datos del mercado laboral, se evidencia que las tasas de desempleo más altas afectan a los jóvenes. A pesar de que la intención detrás de esta medida es loable, al alentar un aumento en los salarios para estos trabajadores, se crearán incentivos contraproducentes para las pequeñas y medianas empresas que deben decidir entre formalizarse o seguir en estado de informalidad. Cuando se requiera cumplir con regulaciones formales y se contrate a científicos a una remuneración similar a la del salario mínimo, se disminuirán los incentivos. Por ende, esta medida podría complicar aún más el acceso al empleo formal para grupos de edad que ya enfrentan dificultades.
¿Cuál es tu opinión sobre la posibilidad de que micro, pequeñas y medianas empresas accedan a tasas preferenciales?
Existen ciertos aspectos de la política pública que ya abordan estas situaciones, lo que sugiere que no deberían ser parte de las 12 preguntas planteadas. El gobierno nacional tiene la potestad de ajustar los incentivos y ofrecer tratamiento preferencial a través de otros mecanismos o bancos como Bancoldex. Por lo tanto, aunque es una medida viable, considero que no debería figurar en esta consulta.
¿Qué elementos crees que deberían haberse incluido en la consulta popular?
Desde nuestra perspectiva, el mecanismo para discutir este tema no debería basarse en una consulta popular. Por lo tanto, más que enfocarnos en problemas y soluciones reemplazables, abogamos por que se discuta la reforma en el Congreso. Es primordial abordar directamente los factores relacionados con el aumento de los costos laborales y la generación de incentivos para fomentar la demanda de empleo.
El mecanismo adecuado para discutir cuestiones laborales no debe ser una consulta popular.
La informalidad en Colombia ha alcanzado el 57 por ciento. Foto: Jhon Jairo Bonilla
¿Qué opinas que se debería hacer para reducir la informalidad y generar empleos de calidad?
Actualmente, el 57 por ciento de la fuerza laboral en Colombia se encuentra en la informalidad, y muchos de ellos son trabajadores independientes con niveles de educación mínimos y que apenas alcanzan el salario mínimo. En este contexto, las políticas que fomenten la calidad, capacitación y la pertinencia del trabajo serán cruciales para que los ciudadanos adquieran las habilidades necesarias que demanda el mercado laboral. Una parte significativa de la elevada tasa de desempleo se atribuye a la falta de alineación entre las capacidades de los jóvenes y lo que el sector productivo requiere. Esto requiere una política estatal ejecutiva.
Además, es vital mejorar la protección para los trabajadores formales. En lugar de forzar mediante reformas un ligero incremento en los costos del empleo formal, la alternativa sería implementar un seguro de desempleo que permita a las personas , especialmente aquellas que ganan entre uno y tres salarios mínimos, acceder a un seguro financiado públicamente.
Finalmente, el sistema de contribuciones al seguro social necesita una reforma. La actual estructura es regresiva, obligando a los trabajadores independientes a contribuir proporcionalmente más que aquellos con menores ingresos, lo que requerirá revisar las contribuciones de salud. Hablamos de un sistema progresivo de contribuciones que aliente a las personas a buscar la formalidad, en lugar del actual modelo que solo obliga al 30 por ciento de sus ingresos.
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